entrevista

Alberto Lecchi: “Cuando las escuché dije acá hay una peli”

El realizador no estrena propuesta cinematográfica desde 2017 y vuelve a las salas con el desgarrador, pero a la vez esperanzador, relato de dos mujeres que superaron todo.

Alberto Lecchi vuelve a los cines con Caminemos Va­lentina, una producción que cuenta la historia de Sandra Migliore y Valentina Rojas, hoy exmonjas que fueron víctimas de abusos. Lecchi contó detalles de la producción.

—¿Cómo te llega la historia de Valentina y Sandra y a partir de ahí imaginaste que se podía construir una película?

—Bueno, en realidad el libro, Raza de víboras, que es el libro que escribió Sandra, me llega de la mano de Eliseo Subiela. Eliseo un día me llama y me dice: “Alberto, mirá, vino una chica que fue abusada cuando era adolescente, que era monja y dejó los hábitos”. Me trajo un libro y lo leí. Después me dijo: “La verdad que el libro está muy bien, yo estoy con mucho laburo, no es el estilo de películas que yo hago, yo sé que a vos te va a interesar”, y me pasó lo mismo.

Yo leí el libro y el libro era muy interesante, pero sentía que le faltaba algo para contar esa historia que Sandra contaba en el libro, y no había manera de zafar de los abusos, de lo macabro de la situación. Yo en general siempre contesto cuando me mandan algo para leer, aunque no me guste pero a Sandra no le contesté porque me lo había mandado Eliseo, pero como a los seis, ocho meses, sonó el teléfono y era Sandra. Me dice: “Señor Lecchi, yo estoy esperando una devolución suya, le mandé un libro”. Me quedé frío, mal. Entonces le digo: “Mirá, sí, lo leí, pero no sabía que vos sabías. Pasó tanto tiempo. Dejámelo leer de nuevo y te contesto”. Y lo leí.

Un día de casualidad, con mi exsocio Luis Sartor, que tengo una relación muy cercana, a pesar de estar separados como socios desde hace muchos años, no sé cómo le comento, y me dice: “Llamala”, y la fuimos a ver. Y la sorpresa cuando la fuimos a ver es que Sandra no estaba sola, estaba con Valentina, su mujer, y empiezan a contar toda la historia. Entonces, era tan linda y tantas cosas que contaban, y no se victimizaban, sino que contaban la historia con mucho dolor, pero mirando hacia adelante. Porque es un poco lo que está en la película y para mí es lo importante, y por eso también el nombre de Caminemos Valentina. Entonces ahí, cuando las escuché, cuando las grabamos, dije: “Acá hay una peli”.

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