Amar Azul: “Estamos vigentes gracias al público masculino”

El cantante de la banda, Miguel Ángel D’Annibale, se refirió al vínculo construido con los seguidores del grupo tropical, que se presentará en la ciudad este fin de semana

A finales de los 80, Miguel Ángel D’Annibale también conocido como “El Tano”, dividía sus días entre su trabajo de remisero y el oficio como cantor de tango en fiestas barriales.

Agobiado por la rutina y el cansancio, el intérprete abandonó su empleo formal y se sumó a La Sonora Tropical, una banda de cumbia añeja, reconocida por sus cálidos ritmos. Fue así como “El Tano” incursionó en otro género, dando a conocer su inconfundible y aguda voz. En este contexto sintió el deseo de tener una formación propia y fundó Amar Azul, acompañado por amigos como Pablo Lescano y Gonzalo Ferrer, entre otros. 

Con esfuerzo y perseverancia, la banda editó dos álbumes con relativo éxito, emprendió algunas giras nacionales y enfrentó las primeras desmembraciones. Tras ese complicado inicio, Miguel Ángel decidió descansar de las presentaciones en vivo, poniendo especial énfasis en la composición y producción de hits: así surgió Dime tú, álbum que se convirtió en un éxito rotundo. Este tercer disco marcó un antes y un después para Amar Azul que, finalmente, conquistó al público gracias a los ritmos pegadizos y las letras pícaras de sus temas, como Yo tomo licor  y El polvito del amor. 

Con el tiempo, los músicos desarrollaron giras nacionales e internacionales, además de lanzar otros trabajos como Cumbia nena, Gracias a vos, Me pega y El campeón. Estos últimos tuvieron una gran trascendencia, llevándolos a presentarse ante la población latina de Estados Unidos y Canadá. 

En el presente, la banda está inmersa en una gira nacional y en cada show hace un recorrido por todos sus temas. Durante una charla con este medio, “El Tano” habló de su historia de vida en la formación tropical. Además se expresó sobre la presentación en La Plata, junto con Orkesta Popular San Bomba y De Mochilas, este sábado 23, a las 17, en calle 71 entre 13 y 14. 

—En el contexto en el que surgió Amar Azul existían agrupaciones lideradas por chicos carilindos y pelilargos, ¿lo sentían como una competencia? 

—No, nos embromábamos unos a otros porque había lugar para todos los artistas. Estos chicos tenían un público que era muy femenino. Nosotros cantábamos más para los hombres, que son los que te aguantan, y fueron realmente quienes nos prestaron más atención. Estamos vigentes gracias al público masculino, porque las fanáticas no son tan fieles. Es complejo, a veces surgen otros cantantes y ellas los siguen. 

—La banda fue elegida para animar las fiestas de reconocidas familias como los Yoma y los Macri…

—Nos enterábamos de los eventos que teníamos por voz del representante, el mismo día. Una vez fuimos a una reunión, nos esperaban con una bandera de 10 metros que decía Aguante Amar Azul, somos sus fans nº 1. Entre la multitud, noté la mirada de una chica y era la hija del “patilludo” (Zulema María Eva, la hija del expresidente de la Nación, 

Carlos Saúl Menem). La invité a bailar, ella se prestó y fue muy agradable, lo pasamos muy lindo. También hicimos presentaciones en casas de jugadores de fútbol, tenistas, personas del ambiente (del espectáculo). En todas las oportunidades nos atendieron muy bien. Inclusive, cuando vamos a los canales de televisión, siempre hablando de Amar Azul, somos bien recibidos.

—¿Qué opinás sobre los prejuicios con relación a la movida tropical y la mafia de la noche?

—Hablo por mí: siempre traté de manejarme lo mejor que pude, he tenido una vida tranquila. Como grupo, nosotros supimos dónde estaba lo bueno y en qué zona se encontraba lo malo. Uno siempre intenta hacer bien las cosas y ser una buena persona. También creo que ese tipo de representantes no existen más, al contrario, los que hay ahora son buenas personas y se manejan profesionalmente. 

A partir de la tragedia de República Cromañón cerraron muchos boliches y comenzaron a controlar y a cuidar más al público. 

—Desde hace unos años, tus letras incluyen más temáticas sociales, ¿a qué se debió este cambio?

—Durante el disco Dime tú, se sumó Gonzalo Ferrer, nuestro tecladista,  quien organiza la música. Con él vamos viendo las canciones. En las letras de Amar Azul hay de todo un poco: amor, diversión, problemáticas de la vida cotidiana. No hacemos una cumbia cerrada sino que, por el contrario, siempre es alegre y bien arriba. 

—Las canciones de Amar Azul fueron adaptadas por varias hinchadas de fútbol…

—Soy de River. Estaba sentado en la San Martín y escuché la canción Dime tú reversionada. Son cosas muy lindas que pasan. También me sucedió con la hinchada de Tigre, que es un equipo que sigo, y adaptó uno de mis temas. Son momentos hermosos que te regala la vida. 

—Con tantas giras nacionales e internacionales, ¿cómo se organiza la vida familiar?

—Nuestros horarios y las presentaciones forman parte de una agenda que, muchas veces, complica la vida privada. A veces uno no puede coordinar o compartir algo con la familia, porque hay conciertos o presentaciones que realizar y cumplir. Entonces es fundamental contar con el apoyo de mi esposa, poder llegar a casa, encontrarla y compartir unos mates con ella. 

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