Angela, la mujer que siente la energía y la transmitió en un libro
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Por Gabriel Alejandro López
de la redacción de diariohoy.net
Aunque la conocí en esta última semana de noviembre, me dieron todas las ganas de abrazarla y decirle “Angela, dan ganas de que nos veamos por el resto de la vida, muchas gracias amiga mía”. Ella, con una sonrisa que derribó las lógicas distancias de un primer encuentro, respondió muy segura: “Gabriel, es ya nos veníamos buscando, este fue un reencuentro”.
Angela Elisa Britos pasó por la ciudad.Presentó un libro. Dio energía en el centro terapéutico de una amiga en Gonnet. Antes y después, hubo reportaje, y por supuesto el periodista accedió a una sesión de energía del tipo reiki. Su exposición el pasado martes 27, en el Pasaje Dardo Rocha, fue el resumen de una historia de vida que ya está impresa… con tinta espiritual.
Madre, 46 años, criada en Lincoln, radicada en Trelew, adolescencia con estudios de Medicina en nuestra ciudad, hasta que en cuarto año se inclinó por dejar y formar pareja con Oscar Niksich, ingeniero, con quien comparte su vida en la árida Chubut.
Es una especialista en transmitir energía, pero sigue siendo ama de casa, una madre que constantemente mejora la relación con sus dos hijos. Pero lo que la llevó a escribir es el despertar de “conciencia”, esa palabrita que cada tanto define con una sonrisa: “conciencia, ¿les suena?”.
El libro se titula “Viaje de Regreso al corazón”, donde cuenta su conexión con la divinidad, con el Gran Espíritu, una vibración muy íntima que en un momento la confundió al punto de creer que se había enloquecido. Despertó el día menos pensado, volando con su cuerpo sutil por las insondables profundidades del Universo. Angela vio colores, olores, imágenes de otros mundos, de otras vidas.
“NO HAY CASUALIDADES”
El 27 de noviembre pasado, ante unas cincuenta almas (demasiadas para un día y horario laboral y en una sociedad donde lo espiritual suele ser pisoteada cruelmente como a una flor), Angela dio una charla y compartió tres horas junto a un grupo de amigos, algunos de los cuales la acompañaron haciendo una demostración de sonidos armonizadores de Cuencos Tibetanos y Cuencos de Cuarzo.
También respondió las preguntas que del público brotaban con sed de quienes están en el camino de búsqueda, de regreso a lo esencial. Angela nos advertía que “por lo general del enojo pasamos a la tristeza. Pero, ¿por qué no puedo ser conciente de mi propia vida? Bueno, solemos dejar el poder afuera, hay que traerlo hacia nosotros mismos, haciéndonos responsables de ese poder interior”.
“No hay casualidades”, coincidimos con la novel escritora. Y por algo ese libro se presentó el mismo día de la Virgen de la Medalla Milagrosa. “… y sí… a mí la Virgen me llegó de una manera muy particular, pero no pedí esta fecha, nos asignaron este espacio justo el 27”, cuenta Angela Britos, quien seguirá ofreciendo su testimonio en los próximos días en San Luis, General Roca, Mar del Plata y Trelew.
En la sala Polivalente se vio además al psicólogo Gustavo Andrés Marin, quien llegó desde el Alto Valle de Río Negro, General Roca, para compartir el prólogo y ayudarnos a entender mejor el proceso de esta mujer: “Antes de acostarme en la camilla para que Ángela me pase energía, o me haga Reiki, o favorezca mi reconexión interior o no sé que hace en realidad porque yo cierro los ojos y me entrego; antes de acostarme, no creo en nada, vuelve el científico escéptico que habita en mí, que está allí solo por curiosidad o desafío. Pero esa camilla, con Ángela cerca, se transforma en un Portal, en una alfombra voladora, en donde las experiencias sensoriales, emocionales, cognitivas, espirituales son de tal intensidad que pareciera que uno ha ingerido algún tipo de alucinógeno, o que se encuentra ante la magia de un chamán, o que se sometió a una novedosa terapia en donde esa sesión vale por diez”, describe en un párrafo.
Angela me confiesa en la nota: “atraemos las experiencias que vamos transitando en la vida y somos 100 % responsables de esas experiencias. Cuando nos liberamos de eso que nos resulta doloroso aparece el amor”.
-¿Cuanto más uno pregunta, uno más se aleja? (la mujer de la segunda fila le hizo la pregunta bautismal)
-Puedo hablar desde mi visión. Fui hacia mí misma. Dejé que venga hacia mí lo espiritual. Si te das cuenta, esa energía es espíritu. Desde el 2007 me tocó hacer un camino, seguí el llamado y solo puedo hablar de mí. Se dice en la Biblia, “la verdad los hará libres”, y es así, pero empieza con la aceptación de las sombras.
-¿Qué meditación hacía? (volvió a inquirir otra persona)
-No tenía ni idea lo que es la meditación. Pero si estás buscando una técnica, sentila, no la pienses. Y sentí si eso es lo que te gusta. Si te obligás a meditar, seguro que no es por ahí, es un desgaste de energía. El libro de 160 páginas trae estos capítulos: Olvido del corazón; Trompetas de gloria; Luz en el camino; Reconociendo el vacío interior; primera etapa del Recuerdo espiritual (pasado-presente-futuro, identificando la voz interior); Elección de quedarme en la tierra para ayudar; Tiempo de preparación; Perdón; De paso por las escuelas místicas; Encendido de los fuegos sagrados; segunda etapa del Recuerdo Espiritual; Soltando los miedos y recuperando el poder interior; Más allá del velo; Reencuentro con compañeros del camino espiritual; Experiencias con la multidimensionalidad; Preparación para la maestría; Espinas sin rosas; Esencia; y finalizando la obra con Testimonios, de seres que han visitado en alguna sesión a Angela.
En el concierto de cuencos tibetanos y de cuarzo estuvieron Jimena Isabel Navarro, Gustavo Adolfo Olivera y Nancy Griselda Martin. Y se animó a dar un toque poético la hija de Angela, Mariana Paula Niksich. Se fue Angela, a seguir con sus reencuentros. Nos dejó en un huequito del corazón las ganas de volver a verla.
Se fue Angela, como un angel alado, dejando entre los tilos su fragancia, la de las almas que no pasan al olvido porque infunden eternidad.
El libro “Viaje de regreso al corazón”, editado por De los Cuatro Vientos, puede conseguirse escribiendo al correo personal de la autora: [email protected] O comunicánse a la señora Angelica Beatriz Luna, a los teléfonos: 0221 484-5343 o 601-1772.