ENTREVISTA EXCLUSIVA
Arbolito: “El tesoro más grande que tenemos es que, durante 24 años, transcurrimos un sueño y proyecto colectivo”
En diálogo con este multimedio, el músico Ezequiel Jusid reveló los detalles de una vida transitada junto a una formación integrada con amigos y valores en común.
Fundada en 1997, Arbolito está conformado por amigos que fundaron el grupo debido a su amor a la música y otras aventuras en común.
En el presente, este clan está conformado por Agustín Ronconi; Pedro Borgobello; Andrés Fariña; Diego Fariza; Sebastián Demenstri; y Ezequiel Jusid que charló con este medio sobre el camino andado. Asimismo, se expresó sobre el show que darán el 30 de enero, a las 21, en el Club Atlético City Bell, ubicado en la calle Cantilo N*301.
—Llevan un tiempo considerable sobre los escenarios, ¿de qué manera viven esta experiencia conjunta con un proyecto tan fuerte como lo es esta banda?
—Recorrer el país, como tantos otros, durante muchos años, con este grupo y manteniendo la fuerte inquietud implica sobre todo un cambio personal y social del individuo que es cada uno. Esto significó conocer otros territorios, personas, lograr compartir hasta quitarse las capas de encima. Así empezamos a darnos cuenta de la cantidad de experiencias distintas, de otras formas de vivir la vida con valores disimiles, nadie tiene la verdad y también está bien. Esto hace que uno crezca mucho como ser humano. Más luego esto se plasma en canciones pues este recorrer se llena de palabras y eso es lo que más nos gusta. Esto es nuestro principal fuerte como banda, es decir componer a partir de lo que vemos, compartimos y escuchamos.
—Al momento de unirse bajo un mismo proyecto, debieron concentrarse en un nombre y así nació la idea de identificarse como Arbolito. ¿A qué se debe este nombre?
—Cuando debimos elegir uno, la verdad es que ni nos imaginábamos lo que ello que significaría como banda. Sucedió en la primera fecha que hicimos, justo estábamos leyendo Rebeldía y esperanza, entonces nos decidimos por Arbolito porque justo en el libro había una hoja donde nombraba esta experiencia del ranquel. A partir de ahí nos interiorizamos, visitamos la casa del autor, Osvaldo Bayer, contó más cosas e investigó al respecto. Sucede que escribió esta obra en otros años, más precisamente en 1963, donde debió suspender por los hechos que ocurrían en el país. Otro día nos invitó de nuevo, Arbolito es uno más, de los miles que hubo en la historia de América. Nosotros veníamos de recorrer Latinoamérica a mochila y dedo, entonces estábamos cargados con todo ese bagaje y así nos pareció que era un nombre perfecto. Después, con el tiempo, este nombre nos llevó a lugares que jamás hubiéramos imaginado. Esto implica cierta responsabilidad y lo notamos cuando viajamos por el país, en cada pueblo nos esperan familias originarias nos esperan e invitan a sus casas para contarnos lo que les pasa, revelar experiencias, entre otros. Eso es invaluable, más allá de la música y la banda, esto nos hizo personas mucho más completas. Es algo hermoso que jamás imaginamos al elegir el nombre, nos fue llevando el indio.
—Bajo un objetivo en común y más de dos décadas juntos. ¿Cuál es el motivo de la unión? ¿Cómo se innova sin recaer en un género particular?
— El tesoro más grande que tenemos es que, durante 24 años, transcurrimos un sueño y proyecto colectivo, eso en este mundo que vivimos no es muy común. Somos unos cuantos que pensamos más o menos lo mismo, tenemos este objetivo, ganas de transitarlo y transformar un poco la cultura. Eso es lo más inmenso.
Nunca nos encasillamos en un género determinado porque somos así como personas. Venimos de generaciones que escuchó mucho folclore y tango por los padres, hemos estudiado y enamorado de estos géneros. También viajando por Latinoamérica encontramos una música hermosa, ritmos y texturas que también nos enamoramos. Nosotros territorial y generacionalmente rockeros porque escuchamos a Zeppelin, Pescado Rabioso, y tantas otras bandas como origen musical. Luego descubrimos otras fronteras, así todo vale, así se convirtió en algo hermoso.
La escena nacional siempre fue muy difícil respecto al trabajo. Los artistas estamos pensando como solventar nuestros proyectos, es una realidad. La excepción son las bandas que están tocadas por las varitas mágicas del mercado que les permite vivir bien, tranquilos y así proyectar sus pasos sin pensar de donde sacar la plata. En nuestro caso, Arbolito siempre fue autogestivo, pensó cada pasito que da, si se puede o no, por el tema económico. Esto nos pasaba antes y sucede ahora. Lo positivo es que nos da mas fuerza, nadie te regala nada y ni abre puertas. Hay que ver cómo rebuscárselas, y salir adelante.