Entrevista Exclusiva

Arturo Puig: “Amo profundamente al cine”

Desde el título, su última película apela a una idea de justicia a partir del descubrimiento, por parte de los personajes, de un negociado en el que la vida y la muerte, el dinero y la corrupción sobrevuelan la narración.

El querido y popular Arturo Puig vuelve al cine con Los justos, ópera prima de Martín Piñeiro, en la que comparte cartel con Claudia Lapacó, Claudio Rissi y Muriel Santa Ana, entre otros. Actualmente se rueda en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires.

Narra un plan “justiciero” por parte de un grupo de personajes que se conocen en un geriátrico. En esta entrevista exclusiva el recordado protagonista de éxitos como Grande, pa!, Primicias y la nueva versión de El Rafa, entre otras, dialogó con nosotros sobre el momento actual, el cine, y mucho más.

—¿Cómo vivís la vuelta al cine, un espacio en el que tal vez no has trabajado mucho, y en este contexto?

—Me siento bárbaro. Cuando me llamaron leí el libro y me entusiasmé mucho, porque me pareció que era un libro muy interesante, por un lado una especie de tragicomedia con momentos divertidos y muy lindas escenas, así que dije que sí enseguida. Martín, el director, que si bien es su primera película, tiene mucha experiencia, y por lo que estamos filmando veo que es así, y por el elenco, Claudia Lapacó, una enorme actriz.

—¿Habías trabajado con ella antes?

—No, nunca en realidad, nos acordamos el otro día que trabajamos juntos en una obra que duró una semana, muchos años. Claudio Rissi, un actor bárbaro, Muriel Santa Ana, Mirta Wons, muchos más, Gastón Cocchiarale, un excelente actor, Luis Ziembrowski.

—¿Qué podés adelantar de tu personaje?

—Es un hombre que está muy abatido, una enorme depresión, trata de quitarse la vida y no puede, su hija lo interna en un geriátrico. Allí se encuentra con el personaje de Claudio, y en determinado momento le pide si puede arreglar para salir a llevarle unas flores a su mujer en el cementerio. Estando allí, ven cómo sacan dólares y dólares de una bóveda, y finalmente planean un robo. En el geriátrico, también está el personaje de Claudia, que colabora con ellos y con quien tiene una atracción muy linda. Es una historia de justos y justicia para estos personajes.

—¿En qué momento te llega este personaje? En alguna oportunidad mencionaste que te gusta el cine...

—Siempre tengo ganas de hacer cine porque amo profundamente al cine como espectador y hacerlo, y me llega en un momento bárbaro. Probablemente luego haga teatro, pero con la imagen que se publicó de mi personaje aquí, con esta barba, me llamaron para otras ­propuestas en cine. De alguna manera fue ­fantástico, estoy muy muy contento, cansado, tuvimos jornadas extensas, pero estoy muy contento.

—¿Qué diferencias encontrás con otros soportes como la televisión y el teatro? Vos sos más del teatro...

—Sí, pero como yo veo mucho cine, desde hace años que veo una película por noche.

—¿En pandemia aumentó esa frecuencia?

—Sí, y a las series me las vi todas, con grandes sorpresas como las de países nórdicos, con actores maravillosos, o las de Israel, fantásticas. En cine, siempre lo he pensado, admiro a actores como Mastroiani, toda la camada italiana, Steve McQueen, es la mínima expresión, y lo que se tiene que notar es lo que te está pasando en los ojos, en el pensamiento, nunca hay que dejar de pensar mientras hacés cine. Creo que a veces algunos actores, no sé, Mastroiani pensaba en los tallarines que iba a comer, pero se notaba qué estaba pensando, o McQueen, que prefería que su letra la diga el compañero y le pedía al director que registrara lo que él estaba pensando. Y así hay miles de ejemplos de actores maravillosos.

Hubo una época maravillosa en la que en el cine veíamos producciones de todo el mundo, pero lamentablemente en los últimos años todo se reduce a películas de superhéroes.

—Después de la película, considerás hacer teatro?

—Tenemos un llamado para hacer teatro con Selva, pero vamos a ver.

—¿Van a hacer Cartas de amor?

—No, esa propuesta la hicimos para abrir el Multiteatro, en un momento que el protocolo pedía que sean convivientes o pocos actores.

Pensamos hacer El vestidor, que nos íbamos a ir de gira al Festival de Colombia, pero con Jorge Marrale pensamos cómo íbamos a hacerla, si los personajes se abrazan y no se podían, entonces optamos por Cartas de amor, que era ideal, porque somos convivientes con Selva, una mesa, y un texto que amamos profundamente. Vino muy poca gente, pero sirvió para explicar que el protocolo era muy seguro, y ahora los teatros funcionan muy bien, algunos con éxito. Fuimos un poco los pioneros.

—Así que evaluando si se van a Mar del Plata...

—Sí, evaluando, porque si bien la propuesta es atractiva, te vas de tu casa tres meses, hay que ver, acomodar y equilibrar todo.

Noticias Relacionadas