entrevista

Bicho Gómez: “No es fácil también tener un éxito en calle Corrientes durante tanto tiempo”

Es parte de la exitosa comedia dirigida por Nicolás Cabré, que de alguna manera le ha cambiado la vida en los últimos tiempos.

De miércoles a domingo en Multiteatro Comafi (CABA) con dirección de Nicolás Cabré, se presenta, por segundo año consecutivo, Tom, Dick y Harry, con Mariano Martínez, Bicho Gómez, Yayo Guridi, Mercedes Oviedo, Gabriela Sari, Rodrigo Raffetto, Jorge Noya y la participación especial de María Valenzuela. Para saber más sobre la disparatada comedia, hablamos con Gómez y le preguntamos también sobre su experiencia de hacer teatro en Calle Corrientes.

—Vos venías acostumbrado a hacer temporada, sobre todo en ciudades como Carlos Paz o Mar del Plata, ¿cómo fue estar de nuevo haciendo temporada en Buenos Aires después de todo el año exitoso que tuvieron?

—Bueno, es bastante grato, por eso mismo, porque han sido dos temporadas exitosas, la verdad. Así que era la primera vez que hacía temporada en Buenos Aires, era primero por una decisión familiar quedarnos y ver qué pasaba y, bueno, apareció esta comedia que en lo personal me pareció muy genial, muy divertida. Así que el combo cerró y ahora te puedo decir que sí, que estuvo bueno quedarse hacer una temporada aquí en Buenos Aires, que también hay como un movimiento turístico en Buenos Aires, que no sabía que existía tal movimiento en la Ciudad.

—Yo la pude ver el año pasado, seguramente las obras van mutando y ustedes les van agregando cosas; pero, ¿imaginaste en un momento que más allá del texto y demás ibas a poder incorporar todo lo físico que vos siempre desplegaste en los espectáculos en la tele, y que lo ibas a poder incorporar a la obra?

—Mirá, eso casi siempre, en toda oportunidad, y también tuvimos la suerte de que nos dirija Nico Cabré, que era su primera vez que dirigía, pero con un gran backup de todas las comedias que él hizo en la televisión y en el teatro. Él también tiene muchas cosas físicas si lo has visto en las comedias, entonces también nos dio la libertad de poder jugar y aportarle a los personajes cada uno su impronta. Y yo siempre, cada obra que hago, cualquier cosa que hago, lo primero que lo pienso es desde lo físico, siempre como sería este personaje.

—¿Cómo fue el encuentro con los compañeros y en esto de pensar que funciona casi como un relojito, escaleras, puertas que se abren y cierran y demás? Pero, ¿cómo fue el encuentro en ese espacio también con los compañeros?

—Muy grato, no había trabajado con ninguno, excepto que con Yayo nos habíamos cruzado. Pero fue un lindo encuentro porque aparte fue algo muy particular que sucedió con esta comedia que no siempre sucede, que es que la ensayamos muchísimo, por eso también me parece que funciona como un relojito. Estuvimos dos meses intensos ensayándola, entonces cuando ensayás mucho algo es más probable que empiece cada vez mejor y esté más cerca de lo que el director y cada uno de nosotros quiere. Ese encuentro se dio muy ameno con los compañeros y a medida que vas ensayando tanto tiempo, ir conociéndose, pues, hizo todo mucho más divertido. Jugar, divertirse, improvisar es ir también conociéndote porque tenés al otro todos los días enfrente.

—Ahí me hablabas de Yayo, uno conoce por lo que ve en la tele, de lo que es él en un set, pero contame un poco el detrás de escena de la obra, ¿si hay tentadas dejan que sea parte también de del espectáculo?, ¿qué cosas hacen antes de salir escena?

—Muchas veces nos hemos tentado, pero sin querer, de alguna improvisación. Tratamos de que no suceda porque también afecta a nosotros muchas veces, somos de risa muy fácil, entonces tratamos que no suceda para sobrellevar de la mejor manera la obra.

—Antes me decías un poco que la decisión de hacer la comedia tenía que ver un poco también de organizarse con la familia porque una temporada afuera siempre genera varios trastornos. Contame un poco, ¿cómo te organizás? Porque si bien la obra es a la noche, y el año pasado estuviste participando del Bailando, pero, ¿esto te permite organizarte mejor justamente con la familia, con otros proyectos, el estar todos los días en una obra?

—Sí, digamos, nuestro trabajo va un poco contramano del resto de los trabajos. Trabajamos en los horarios que la mayoría de la gente no trabaja y trabajamos los días que la gente descansa. Entonces es tratar de estar con la familia y hacer que sientan también que es un poco sus vacaciones. Porque los chicos no iban al colegio, si estaban de vacaciones y claro, estoy trabajando, entonces hay que combinar paseos, juegos. Pero papá se tiene que ir a trabajar, no está de vacaciones, entonces tratamos de combinar de la mejor manera los días que tengo descanso, tratamos de hacer alguna escapada a algún lado para salir de acá y si no siempre organizar alguna comidita, algo que nos sintamos todos cómodos durante el día y los días que yo no tengo teatro.

—Está la obra, pero ¿hay algún plan para este año con el circo? ¿Cómo sigue el año de trabajo?

—La verdad que ha sido un éxito sorprendente para nosotros, así que hacer el segundo año y que la gente siga respondiendo de la misma manera hace que este proyecto esté para seguir todo el año. El circo seguro en invierno, y seguir con la obra porque sabemos que son tiempos difíciles y todo medio complejo. Pero bueno, tener un trabajo que a uno le guste y que lo disfruta y que te vaya bien es doblemente satisfactorio.

—Y además también hacer reír a la gente, debe ser algo muy bueno…

—Que la gente se ría a nosotros también nos hace muy bien porque sabemos que está funcionando lo que hacemos. Es medio egoísta ese momento del humorista, yo te hago reír, pero cuando vos te reís, me siento bien, y está buenísimo. Y con esta comedia que funciona al mil por ciento, o sea que estamos muy contentos porque no es fácil también tener un éxito en Calle Corrientes durante tanto tiempo, entonces hay que disfrutarlo, hay que cuidarlo mucho.

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