entrevista

Francisco Lezama: “Cuando hubo crisis política los cortos fueron el espacio para promover ideas”

Es el discurso de agradecimiento del premio que obtuvo en Berlín, agradeció al Incaa, “que está siendo muy maltratado por el Presidente Javier Milei”, a la biblioteca de la Enerc y al Museo del Cine.

Tras las codirecciones de Querido Renzo, La ilusión te queda y la dirección de La novia de Frankenstein, el actor y director Francisco Lezama presenta Un movimiento extraño, que acaba de ganar el premio al mejor corto en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Protagonizado por Laila Maltz, Paco Gorritz, y con participaciones de Susana Pampín, Jorge Prado, Sofía Palomino, Guillermo Massé, Alejandro ­Russek, Antonia Bengoechea, Marcela Guerty, Eugenia Alonso y Cecilia Rainero, cuenta la historia de una guardia de seguridad que intuye el robo de una obra de arte. Desde Europa, Lezama habló en exclusiva con diario Hoy para contar sus impresiones sobre el ­premio recibido y el impacto en la comunidad artística sobre el discurso que brindó.

—¿Cómo estás viviendo los días postriunfo?

—Ahora estoy en las afueras de Berlín porque vine a pasar unos días con mi familia, que se vino hace varios años, a principios de los ochenta, acá, y hace mucho que no los veía, como diez años.

—¿Ellos estuvieron presentes en alguna de las proyecciones del corto en el festival?

—Sí, les conseguí entradas para la premiere. Pudieron estar en la primera función, que fue la más complicada de todas, pero finalmente participaron.

—¿Cómo sigue la revolución de haber ganado el festival?

—Haberlo ganado nosotros es importante, estoy tranquilo, y ahora decidí venir con la familia para bajar un poco. En el festival no había cortos como esos tanques internacionales que están hechos con todos los fondos. Era todo bastante modesto, artesanal, por suerte, y me parecía que mejoraba mucho la calidad de lo que estábamos viendo en el programa.

—En el discurso que ofreciste al ganar hablaste del apoyo que recibiste y de tu ­formación, pero con lo que está empezando a pasar en el país tal vez ya no haya posibilidad para los nuevos cineastas de hacer una ­película, viajar y ­presentarla en un festival, por ejemplo...

—Yo estoy en esa situación porque estoy con un largometraje hace bastante tiempo muy trabado y el programa de mecenazgo existía, pero la inflación estaba haciendo que todo eso que protegía e impulsaba se perdiera, porque lo ganabas en una fecha y después cuando cobrabas la inflación se comía todo. En el discurso también hablé de Filmoteca, el programa de Fernando Peña en la Televisión Pública que terminó de emitirse en 2023 y ya no sabemos si vuelve. El discurso salió porque creo que somos muchos los que tenemos que salir a trabajar y tener varios trabajos. Yo tengo tres trabajos para poder pagar el alquiler y comer, y el cine lo hacemos porque le tenemos verdadero cariño.

Yo dije: “No voy a preparar un discurso porque siempre queda un poco duro”, no sé si tiene que ver con mi formación actoral, pero hay algo del tono que me gusta que salga natural. Entonces dije: “No voy a preparar nada, y si gano después lo pensaré”, y ahí salió lo de ­agradecer a las instituciones, que a mí me formaron, y gratis: la biblioteca de la Enerc (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica) es un lugar de consulta para mí, es la mejor biblioteca de cine del país, con Adrián Muoyo, que se encarga del lugar, es una de las personas más generosas; el programa de Peña, que tantas personas realmente lo podían ver en todo el país, y todo lo que hace es de manera independiente; o la ­gestión de Paula Félix Didier, que, más allá del gobierno de la Ciudad, la gestión particular de Paula en el Museo del Cine, que es mi amiga y mi jefa, mi admiración por ella. Lo que me da un poco de bronca es ver cómo todos estos trolls libertarios, bajo este discurso de que no hay plata, cuando en realidad todo depende más del trabajo individual, de gente como Adrián o de Paula. Me da pena lo que hace el periodismo actual, la imposibilidad para poder analizar los textos de ficción, o el periodismo y los periodistas que confunden películas con personajes, con la falta de criterio a la hora de leer una película y leer una ficción; es impresionante, me sorprende muchísimo.

—Tras recibir el premio, ¿te contactaron desde el Gobierno actual?

—Nada de nada.

—¿Cómo recibiste el impacto que tuvo el discurso que diste y la noticia de tu triunfo?

—Me sorprendió, quizás para bien, que, por ejemplo, en medios como Clarín haya salido la noticia. Quizás estaba focalizado en el hecho de mi crítica a Javier Milei, pero también sobre todo esos dichos que él tuvo con Jonatan Viale, esos gestos como: “Al Incaa lo vamos a tirar”, ¿viste? Esa pantomima como para la gilada de armar así, como lo que está haciendo ahora con el lenguaje inclusivo. Claramente, una bomba de humo para distraer y generar como una indignación mientras está haciendo cosas mucho peores.

—¿Cómo sigue el recorrido del cortometraje? ¿Va a ir a otros festivales?

—Es confidencial el recorrido y no puedo decir todavía nada. Lo que sí no tengo es un estreno como cerrado para el Malba, tampoco llegué a presentarlo al Bafici porque lo terminé y casi que lo mandé ni bien lo terminé, casi sin sonido. Tuve que correr y terminar el sonido, porque fue así muy abrupto el delivery. Así que en Argentina me gustaría entrenarlo, en una sala, como una función separada del resto, y me gustaría probar esto a ver si se puede volver a ver cortos como hizo Pedro Almodóvar con su último trabajo. Además, creo que, como vamos a tener una crisis bastante fulera, la estamos teniendo ya y va a ser peor, porque durante un rato va a ser peor, y esperemos que mejore. Obviamente, va a empezar a haber menos largometrajes y más cortometrajes. Como cuando hubo crisis política y había una necesidad ideológica, los cortos fueron el espacio para promover ideas en aquel momento, y hoy en día me parece que es un lindo espacio el corto como para reunirse y debatir. Para mí por lo menos es fundamental volver a la proyección y hay algo que dice Peña que para mí es genial: “Antes que restaurar las películas hay que restaurarle el público a las películas”. Por eso es tan triste para mí que su programa dependa del gobierno de turno siempre, porque es fundamental para la educación.

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