ENTREVISTA

Camille Griffin y Roman Griffin Davis cuentan todo sobre su película

La realizadora propone una vuelta de tuerca a las películas que tienen la Navidad como eje y presenta un siniestro cuento. En él predijo algunas situaciones que vivimos en pandemia.

Este jueves llega a los cines argentinos La última noche, de Camille Griffin. Un oscuro relato en el que la realidad que nos tocó vivir durante la pandemia es llevada al extremo, con decisiones terminales. Rodada tiempo antes de la situación extraordinaria que atraviesa a la humanidad entera, en la propuesta, con un gran elenco, se destaca la actuación de su hijo Roman Griffin Davis. Es una historia que incluye virus, rusos, la Navidad y decisiones particulares. Con ambos hablamos en exclusiva para nuestro país para conocer detalles de un relato intenso y asfixiante.

El nominado al Globo de Oro como mejor actor por Jo Jo Rabbit, Roman Griffin Davis, junto a las estrellas Keira Knightley y Matthew Goode, entre otros, son los protagonistas de la ópera prima que Camille Griffin escribió y dirigió. Tras pasar por los festivales de Toronto y el especializado en cine de género, Sitges, en donde obtuvo el premio al mejor guión, finalmente se estrena en nuestros cines. La obra propone una reflexión sobre los vínculos al momento de tomar decisiones irrevocables sobre la vida de los demás.

—Podría decirte que disfruté mucho la película, pero no, claramente la pasé muy mal. Lo primero que quería saber es ¿cómo surgió la idea de la película?

—Camille Griffin: Quería hacer una película de bajo presupuesto; escribí muchos guiones y nadie quería producírmelos, y si viste la película entenderás porqué. Entonces, impulsé el proyecto imaginándolo contenido, haciéndolo yo en una sola locación. La idea vino porque los niños hablaban de la guerra nuclear, de qué pasaría, y dialogando nos preguntamos qué haríamos en el caso de que ocurriese una guerra nuclear: así empezó todo.

—¿Tras la pandemia, para vos, se resignificó el relato?

—CG: Desafortunadamente, porque la hicimos antes de la pandemia, se demoró mucho su estreno. Mucha gente esperaba que sea así porque invirtió en ella y sí, en pandemia sufrimos mucho, pero claro que si hubiera salido antes, la sensación sería otra al ver la película. La pandemia no influyó para nada en el relato, de hecho cuando la editábamos recién empezaba a hablarse de Covid-19. En el verano del 2020 no había vacunas, solo el confinamiento, es decir que no puse todo ese conocimiento sobre estos hechos en la película, al contrario.

—¿Cómo fue para vos, Roman, tener a tu mamá en el set al frente de todo?

—Roman Griffin: Trato de pensar una respuesta diferente cada vez que me hacen esta pregunta, pero es difícil de describir. Porque hice audiciones con ella y me preguntaba cómo me iba a dirigir, si iba a ser normal y fue normal; en el set ella fue profundamente honesta. Por momentos era de gran ayuda y en otros era algo embarazoso tenerla allí.

—CG: Creo que se refiere a lo brutal que puede ser una madre con sus hijos al hablarles.

—RG: En la manera en la que se puede cuando hay 50 personas viéndonos.

—Pero en un punto es muy bueno que ella haya sido así para conseguir verdad en tu actuación, porque eso es lo que vemos…

—CG: Porque además yo sé de qué es capaz y que es bueno; y si él no hacía algo de una manera excelente, le decía que podía hacerlo mejor, por ejemplo. Claro, no fue fácil para él, pero tampoco para cualquier niño actor y siento que la elección que él hizo, no la de sus padres, es importante, porque el rol era interesante de interpretar. Él hizo un gran y hermoso trabajo, y mientras yo lidiaba con muchas cosas del trabajo, sabía que Roman haría todo más fácil. Pude, rápidamente, lograr que entrara en personaje y en la intimidad del rol.

—¿Qué fue lo que más te gustó de interpretar a Art en la película?

—RG: Me gustaban muchas de sus “cualidades”, que en un punto eran similares a las mías, como ser atento. Mi mamá ama eso.

—Es muy inteligente él…

—RG: Como yo (risas).

—CG: Podés decirlo, porque lo sos.

—RG: Me gustaba que él constantemente cuestionaba las cosas y cómo lo hacía. Eso fue interesante para interpretarlo y tener voz en escenas en las que el elenco completo estaba presente, especialmente cuando mi personaje tenía preguntas sobre todo. Cuestionaba todo, entonces les cuestionaba y les preguntaba al elenco completo, eso me gustaba. Fue divertido, era como que discutía con todos.

—CG: Eso es interesante porque los chicos no lo piensan mucho, entonces era divertido verlo cómo, como niño, cuestionaba a todos en la mesa.

Camille Griffin revela detalles del casting

—¿Cómo mezclaste en el casting actores profesionales, adultos y niños? Además, otros familiares tuyos también están en la película…

—Sí, los gemelos Gilby y Hardy son también hijos míos, son hermanos de Roman. Con respecto al casting por suerte tuve un productor increíble, exitoso, inteligente y ambicioso, porque no fue por las opciones fáciles. Cada actor y actriz fue milimétricamente pensado. Empezamos con Keira y creo que la última fue Lucy. Debo decir que para mí, todos teníamos que estar en la misma sintonía de la propuesta.

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