ENTREVISTA EXCLUSIVA

Carla Pandolfi: “Hacer teatro es un acto de fe enorme”

La talentosa actriz brilla en el escenario de Inmaduros junto a Adrián Suar y Diego Peretti, pero además tiene pendientes de estreno varias series para este año.

Oriunda de Leones, Córdoba, Carla Pandolfi es hoy una de las actrices más solicitadas por el teatro y la televisión. Mientras deslumbra a la platea del Teatro El Nacioanal, de la Ciudad de Buenos Aires, con Inmaduros, protagonizada por Adrián Suar, Diego Peretti, Patricia Echegoyen, Fer Metilli y Jessica Abouchain, espera ansiosa el estreno de Los protectores, serie de STAR+, en la que comparte cartel con Suar, Gustavo Bermúdez y Andrés Parra. Sobre el exitoso presente, pero también sobre sus orígenes, hablamos con Pandolfi, una de las grandes actrices argentinas.

—¿Cuándo supiste que querías ser actriz?

—Desde muy chica, a los siete u ocho años, hubo una decisión, que no sé si a esa edad es una “decisión”, pero había un juego y un disfrute de actuar y hacer personajes, que lo llevé hasta hacer una carrera universitaria. Hice la Licenciatura en Teatro en la Universidad Nacional de Córdoba, y quería venir a Buenos Aires, lo tenía muy en claro. Mis viejos me impulsaron en primero ir a Córdoba y después acá, fue un paso a paso que hice.

—¿Y cómo llegaste a tu primer trabajo?

—Fue un proceso muy autodidacta, porque no tengo ningún tipo de contacto, mi familia vive en Leones y en Córdoba Capital, no tenía ningún familiar o contacto en Buenos Aires. Yo arribo a Buenos Aires para participar del reality de actrices Pasaporte a la fama. Eso me da la posibilidad de venir, pero para mí todo era un terreno desconocido, porque una cosa es lo que imaginás y otra la realidad del ambiente de trabajo y las búsquedas. Al principio se me abrió un camino por la publicidad, que me lo marcó una amiga, que también era del reality, y me dijo que eso me iba a dar la posibilidad de conseguir un dinero y seguir con mi carrera de actriz. Del programa también me acerqué a mi representante. Graciela Borges, que era jurado, hizo la palanca para que trabajara en la agencia. Después empezó la carrera, sondeando todo, pero aprendiendo muy solita.

—Trabajaste con grandes del cine y de la televisión. ¿Imaginabas compartir escenario con ellos? ¿Soñás hacerlo con alguien?

—Con un montón, pero por ejemplo hoy encontrarme en el escenario con Adrián, Diego, Patricia, Jessi o Fer llega en el momento en el que vos madurás ciertas experiencias. Creo que los trabajos llegan cuando vos madurás como actriz ciertas cosas. Pude trabajar con Luis Brandoni, Darío Grandinetti, Hugo Arana, Juan Leyrado. Fue una escuela hermosa, arriba y abajo del escenario, y siempre me dejo asombrar mucho, tengo una mirada así.

—Es importante dejar sorprenderse, porque tal vez se pierde la sorpresa…

—A mí me pasa seguido, y no empecé hace poco, y tengo que balancear eso, porque, por ejemplo, que esté en Inmaduros es por algo, y a veces paso por seria, por el compromiso tan grande que tengo con el trabajo, ojalá nunca lo pierda, porque eso me emociona, y es una negociación con una que no quiero perder.

—¿Cómo se vive el fenómeno de la obra y lo que pasa con el público desde arriba del escenario?

—Lo disfrutamos un montón. Es hermoso ver la respuesta de la gente, que la pasa bien, y observarla a la salida, con ese aplauso generoso, es como un ida y vuelta, y esto lo siento desde la última vez que hice teatro, con la gira de Perfectos desconocidos, es con gratitud que lo hacen, aun teniendo los barbijos, los ves. Hacer teatro tiene esa adrenalina, es puro presente, es un acto de fe enorme y cada vez que abrís la puerta y decís el primer bocadillo es puro disfrute. Estamos muy contentos, porque además estamos hace tiempo con el proyecto. Todo es felicidad.

—Si bien Diego y Adrián son los protagonistas, la mujer está en el centro con cada uno de los personajes, ¿qué fue lo que más te gustó del rol y cómo compusiste a “la cordobesa”?

—El personaje fue variando, porque tuvimos mucho tiempo desde que la montamos en 2020 hasta que la presentamos, en todos hubo variaciones y todos fuimos probando, ese tiempo estuvo buenísimo para descubrir cosas, y con las funciones. Sentía que era el único personaje, entre las mujeres, para ayudar al desenlace del conflicto de Alfie y creo que es la más concreta en la relación que tiene con él, entendiendo realmente qué es el amor libre, el compromiso afectivo. La obra habla de una actualidad que nos refleja cada vez más, me pasa de tener parejas amigas, que están en la experiencia de abrir sus parejas. Por ejemplo, yo vengo de una familia que vivió junta toda su vida, y ese modelo es difícil hoy de sostener. Hacerlo es un lugar de madurez muy grande, porque no todos se animan a hacerlo. “La cordobesa” habla de cómo se pudo desprender del lugar culposo y en la devolución que le hace Alfie hay algo que no decantó de la misma manera. Mi personaje aporta otra cosa desde la dramaturgia, no tanto la comedia, y además el hecho de poder hacerla con el acento cordobés le aporta algo pintoresco al personaje, y eso fue una idea de Adrián, que cuando estábamos grabando Los protectores él no sabía que yo era de Córdoba, y dijo que lo haga así. Y creo, además, que cada una de mis compañeras hace un trabajo impecable, cada una tiene un color distinto, estamos en una etapa donde el género femenino está cobrando otra mirada, no sólo desde los hombres a las mujeres, sino de las mujeres para con las mujeres, y creo que cada una potencia el espectáculo.

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