los ' 90
Da2: de eso no se habla
En un repaso histórico por los ciclos que marcaron hitos en la TV argentina, diario Hoy recuerda el programa que permitió hablar de temas tabúes como sexualidad, placer y libertad sexual, bajo la conducción de Karina Mazzocco.
De la explosión recién entrada la democracia, pasó pronto al ostracismo. A excepción de alguna columna en programas de índole social o noticieros, hablar de sexo parecía algo prohibido en la pantalla chica. En 1992, Rolando Hanglin reversionó el éxito español Hablemos de sexo en la TV Pública. Pero hubo que esperar para Da2, el ingreso por la puerta grande de la talentosa conductora Karina Mazzocco, y la posibilidad de imaginar una mirada adulta sobre temas que hasta ese momento no se podían hablar en la televisión.
Relatos eróticos, estadísticas, información clara y sencilla fueron parte de un programa que tuvo una avanzada sin precedentes en la reivindicación de cuerpos y deseos, pero que principalmente se animó a ponerle nombre a todo aquello que en otras épocas se insinuaba o se sugería.
La prensa de ese entonces lo recibió con sorpresa, y así, en un medio de circulación nacional, se preguntaban si era un nuevo género televisivo, o se trataba de un programa de divulgación sexual, periodismo erótico o "documental en portaligas” (sic). Pero así como se esforzaban por etiquetarlo, también destacaban su originalidad: “No se parece a nada dentro de la televisión abierta. Hablar abiertamente de sexo y sexualidad con nombres propios y sin eufemismos, aún hoy en la televisión sigue siendo una osadía diferenciadora”. Y sobre la conductora decían “Mazzocco no conduce sino que nos erotiza”.
En diálogo exclusivo con diario Hoy, Karina Mazzocco recuerda el ciclo: “Lo siento como una enorme puerta de ingreso al mundo de los medios, me siento muy privilegiada de haber sido la cara y la voz de ese mensaje liberador, sabio, de avanzada, planteando temas sobre placer, libertad sexual, sólo tengo recuerdos maravillosos. No fue fácil hacerlo, en ese momento era otro mundo, donde era impensado el matrimonio igualitario, la adopción en parejas homosexuales, hogares y familias monoparentales, todo era impensado en esa época. Lo siento como una enorme oportunidad que tuve, estar en el momento indicado y preciso para pegar como primera vez. Una persona muy querida me dijo el que pega primero, pega dos veces. En esa época no se hablaba de sexo, inclusive en otros países levantaron el programa en señal de protesta.
Hoy puedo decir que colaboré a este mundo que tenemos, me siento feliz y orgullosa de ser parte y digo qué bueno que me animé. Era todo un combo, una mujer joven, sensual, utilizar todas las llaves posibles para captar la atención y el mensaje era maravilloso, contribuir a un mundo más igualitario, inclusivo, amoroso, pleno, ningún programa hablaba de placer, y este sí”.
Un precedente sin igual
Se hablaba de sexo en programas humorísticos como Peor es Nada, con Jorge Guinzburg y su clásica pregunta “cómo fue tu primera vez”, o Mario Pergolini, consultando en sus “transgresores” reportajes si los invitados “gritaban a la hora del sexo”. Da2 derribó tabúes, se animó a presentar temas como intercambio de parejas, travestismo, sadomasoquismo, fetichismos, perversiones, pero también sobre concreción de deseos.
Si bien el ciclo, que iba de lunes a viernes a las 00 hs, aumentaba el rating de la emisora, esto no alcanzó para frenar la fuerte presión ejercida por fundaciones y asociaciones ligadas que lograron quitarlo del aire. Tiempo después, llegó Marte y Venus, una versión mucho más “lavada” del envío, que no tuvo ni el éxito ni la repercusión del anterior, y por el cual los espectadores no estaban dispuestos a detenerse como cuando veían Da2.