entrevista

Daniel Casablanca: “El tema terapéutico es una excusa para pensar la Argentina hablando de sus problemas”

El multifacético artista estrenará un proyecto junto a Diego Reinhold y Guadalupe Bervih que recorrerá, con humor, la experiencia de vivir en nuestro país.

El próximo 9 de febrero llega a ND Teatro (CABA) Argentina al diván, de Marcelo Cotton, en versión libre de Daniel Casablanca, Diego Reinhold y Guadalupe Bervih.

El espectáculo, que se presentará todos los viernes y sábados, es un viaje histórico, pero también es una mirada profunda y emocionante de cada período que nos atravesó como nación. Para saber más detalles del proyecto hablamos con Casablanca.

—La última vez que charlamos estabas con el unipersonal sobre Discépolo, estabas también por estrenar la serie C.H.U.E.C.O. y con muchos proyectos. Ahora vas a hacer temporada en Buenos Aires con otro espectáculo, ¿qué sensaciones estás teniendo antes del estreno?

—Muchas expectativas, estamos muy contentos, nos divertimos mucho ensayando con Diego y mi mujer, Guadalupe, que dirige. Ella también dirigió ya en su momento Discepolín que también la habíamos armado en pandemia y nos divertimos mucho en los ensayos. Es una de las bases para que un espectáculo de humor funcione, hemos hecho ensayos y vienen amigos y se divierten mucho. La verdad que estamos con muchas ganas.

—¿Ya habían trabajado con Diego?

—Yo ya lo había dirigido en un espectáculo para Córdoba, Los estafadores, no sé de qué fecha hablamos, pero más o menos creo que nueve años, e hicimos temporada en Carlos Paz. Después él me llamó para que lo dirija en el unipersonal de él, que lo viene haciendo bastante y a partir de esos dos trabajos estamos en contacto todo el tiempo, somos amigos, pasamos fiestas juntos. Este proyecto de Argentina al diván, uno de los productores compró los derechos hace bastante y siempre me insistía para que lo dirija y nunca se daba el tiempo y en pandemia, también siempre pensando en la dirección, lo llamamos a Diego para que haga uno de los papeles. Empezamos a leer la obra y empezamos a hacer un trabajo de escritura y de adaptación y de reversión, así que terminamos haciendo una versión libre sobre el espectáculo entre los tres y a partir de ese trabajo que pudimos hacerlo, con el tiempo que a veces daba la pandemia. Nos empezamos a entusiasmar mucho, buscamos una actriz, buscamos en todos lados y al final tomamos la decisión, a mí me pareció interesante de hacerlo yo, actuarlo, y que Guada, que había escrito con nosotros y que en general trabaja en dirección o asistencia conmigo, pase a dirigir, y nosotros actuamos.

—Se vuelven a elegir con Guadalupe y ahora suman a Diego, ¿es clave eso para enfrentar un nuevo proyecto, en la vida, esto de ir rodeándose de gente conocida, de afecto, que también sume a la hora de imaginar espectáculos?

—Por supuesto. Más allá de la amistad, es como un gusto común de que nos diviertan las mismas cosas, tenemos los mismos gustos teatrales, de películas, como un lenguaje artístico. Podría no ser muy amigo y tenerlo igual, pero la verdad que realmente es placentero y divertido y creo que con el tiempo, digamos, yo también tengo casi 40 años de grupo, y sé también lo que es trabajar como en familia. Después de que yo hice Toc Toc, que hicimos 10 años de temporada, estuve trabajando 10 años, tenemos un grupo que se llama Familia Toc Toc. La verdad que no entiendo el teatro de otra manera que no sea con actores que a mí me inspiran, no sé si lo entiendo otra manera. Es lindo ir conociendo gente, pero con el tiempo uno se pone más exigente, no trabajaría con cualquiera.

—El espectáculo se llama Argentina al diván, y estamos en un momento bastante complicado en todos los sentidos, pero ¿por qué creés que en este momento Argentina tendría que ir al diván?

—¿A vos qué te parece?

—Podríamos estar hablando hasta mañana, hasta que vuelvas a ensayar, y ahí ya tienen más material...

—Hay temáticas que siempre atraen al público argentino, la terapia es uno. Me parece que hay algún tema que atrae mucho en la taquilla argentina, que resuena, y después creo que lo histórico argentino también. Nosotros teníamos la sensación que desde lo que era el tema terapéutico es una excusa para pensar a la Argentina hablando de sus problemas. Entonces, ¿qué hace uno cuando va terapia? Y... habla de sus padres, de su infancia, de su adolescencia. En este caso de sus tutores, sus padrastros, sus madrastras, no quiero adelantar mucho más.

—Estamos hablando de que Argentina está en un momento complicado, la cultura está ahí todo el tiempo siendo vista por muchos como un gasto, ¿tenés alguna reflexión sobre todo lo que está pasando?

—La verdad que pienso que, con respecto al tema cultura, no sé si hay grieta, me parece que no, no hay, no hay una persona que no esté de acuerdo, y he escuchado voces que van mucho más allá de lo partidario. Pero hoy hay muchos temas que están, que van mucho más allá de una ideología política. Creo que ahí es donde se producen las grandes movilizaciones y me parece que va más allá de un partido político. Es nuestra intención también con el espectáculo de ser, como sea, apartidarios. Es un momento que para que la gente se ría y haya un momento y pueda desconectarse y divertirse, no insistir en la grieta. Lo que pasa que ahora desde el Gobierno se tensa tanto que más gente va quedando como del otro lado y el desacuerdo con algunos puntos. Eso pienso, no sé si es claro lo que digo, no retomo porque arrancaste diciendo.

—Es unánime el consenso, pero hay voces que salen a desinformar...

—Entiendo que de parte del Gobierno haya una necesidad de defender lo que proponen, pero no creo que del lado de la cultura pase, porque he escuchado voces totalmente dispares y distintas, y son de temas tan obvios que me parece que no hay manera de dudar. La cultura es lo que nos hace, lo que nos construye. No se lo puede tomar como un costo ni como una deuda, sino, una, es un derecho, y creo que uno haciendo teatro todo el tiempo está pensando en que la gente pueda en este caso desde el humor reír y al mismo tiempo poder irse a su casa y reflexionar y sentirse identificado y tomar sus propias conclusiones del mundo que lo rodea. Me parece que para eso es el teatro y para eso es la cultura. Con Argentina al diván yo creo que lo que va a suceder es que la gente rápidamente se va a sentir identificada. Porque la Argentina es como una abuela, es como tu mamá, es como tu papá, es como vos mismo, es como un ente al cual escuchás, hablás y enseguida sentís que está hablando también de vos y de tu familia. Entonces, es desde la risa una identificación muy rápida y muy popular, con datos muy simples, reírse, pensarse y emocionarse. Me parece que es un espectáculo que de ninguna manera tuvo una estrategia con un momento puntual, porque que la Argentina siempre es un momento puntual.

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