entrevista
Michel Noher: “Lo bueno que tiene la ficción es poder pensar situaciones y ficcionarlas para verlas con perspectiva”
El actor es parte de una serie que posee puntos en común con la realidad política de Argentina y que desnuda el detrás de escena del poder.
Michel Noher reparte, desde hace un tiempo, su desarrollo profesional entre Argentina, España y desde aquellos lugares que lo convoquen para seguir mostrando su talento. Con El hijo eterno bajo el brazo, unipersonal donde brilla y le permite repartir su tiempo en el teatro, participó del rodaje de La mente del poder, la nueva producción de Flow y TNT, protagonizada por Mike Amigorena y Diego Velázquez, dirigida por Mariano Hueter, que se podrá ver en breve, la cual posee, curiosamente, una gran conexión con el actual momento político de la Argentina. Diario Hoy dialogó con él en exclusiva en el set de la propuesta, una lujosa mansión en La Plata que pertenecía a la familia Pereyra Iraola y que sirve para enmarcar su relato.
—¿Cómo es para vos meterte en La mente del poder?
—Para mí es una alegría. O sea, siempre estar terminando el año trabajando acá en Argentina (la nota se realizó en diciembre de 2023) después de haber estado trabajando tanto tiempo afuera o para series de afuera. La verdad que volver a estar acá haciendo una serie bien argentina, con una visión totalmente también internacional, pensada para todo el público... Pero hay algo de lo que habla la serie que me parece que es muy nuestro, somos un país muy politizado, es algo que se nos ve siempre de afuera y se nos destaca, entonces tiene ese aire la serie. Para mí estar hoy en día haciendo una serie política acá en Argentina, y terminando el año así, es una alegría.
—Bueno, apenas leí la síntesis, sorprende la conexión que tiene con el actual momento del país...
—Yo creo que las historias, igual, siempre de algún lado, salen, ¿no? Y quizás hay algo en el inconsciente de los chicos que crearon la serie que estaba con ganas de contar una historia que de alguna manera nos toque. Creo que es parte de lo bueno que tiene la ficción, de poder pensar situaciones, quizás superconcretas desde otro lugar, ficcionarlas para poder verlas con perspectiva. También, decir que algo está muy descolgado de la realidad me parece que no es realista, pero es cierto que no es una serie que busque representar como es la política en Argentina. De hecho, la estructura política que se da dentro de la serie, el rol del presidente y el resto de la gente, las cámaras y todo es distinta. Quizás es una visión un poco más internacional en ese sentido y no está específicamente en la Constitución Nacional, para nada.
—¿Cómo fue meterte en el personaje?
—Luciano, el personaje que represento, es alguien muy alejado de mí y al mismo tiempo muy alejado de los últimos personajes que me han tocado. Está lejos de esta figura, por ahí más heroica, más romántica, que por ahí las últimas cosas que hice. Y van en esa línea, es un personaje más frío, más calculador, tiene un grado de distancia con lo que está ocurriendo alrededor, que le permite meterse de otra manera y reaccionar según sea su conveniencia y no necesariamente según lo que le salga naturalmente.
Entonces, para mí es muy divertido eso, porque me permite explorar otras zonas que no tenía tan cerca en las oportunidades últimas que tuve, así que estoy entusiasmado y pudiendo actuar, pudiendo crear mucho y metiéndome y divirtiéndome, jugar y pensar ser distinto. Divirtiéndome mucho en las escenas con Inés Palombo, con Mike Amigorena, con Eleoenora Wexler. Hay algo ahí que se está armando de juego actoral, que a mí es lo que más me entusiasma.
—¿Qué más podés decir de tu personaje?
—Luciano es el asistente personal del presidente (Amigorena), es alguien que de hecho lo ayuda a llegar al poder. Es un poco su mano política, quien está en medio los dos mundos. Está cerca de Víctor, que es el nombre del personaje de Mike, que es el presidente, y al mismo tiempo está un poco más embebido del funcionamiento de la política. Que quizás Víctor es un poco más un outsider, alguien que viene a comprender que ha logrado un lugar de mucho poder, ganar las elecciones, pero quizás no viene de del núcleo político reinante.
El guion es muy visionario, viste como pasa con Puan, no sé si la viste, la fui a ver con mi mamá docente y me pasaba eso, decir: “Guau, mirá cómo la ficción es medio mística”, por ahí es lo que pienso, pero hay cosas que están en el inconsciente dando vueltas y que van a ocurrir y que el artista, quien escribe, la baja, la escribe y después la vemos y decís: “Mira qué loco cómo se parece a la realidad”. Y después, de vuelta, ves una ficción y no tiene nada que ver, no es que vas a estar pensando en cuánto te subió el precio del maple de huevos mientras veas la serie, pero quizás sí te lleva a interesarte sobre algunos temas.
—¿Cómo es un día en el set de la serie?
—Hay una facilidad que tenemos acá y que es nuestro director Mariano Hueter. La verdad que llega con las ideas muy claras de lo que quiere de cada escena para todas las áreas, se nota que hay una coordinación que está buenísima. Y que las áreas ya saben dónde van a estar los planos, qué es lo que se va a hacer, y eso da una facilidad y una velocidad que está buenísimo. A partir de ahí, es un espacio que se crea donde poder jugar y lanzarte a probar y sabés que va a haber alguien ahí dispuesto a acompañarte. Se está filmando duro, rápido, fuerte. Estamos metiendo unas seis, siete escenas por día, de primerísima calidad, algo totalmente internacional. La fotografía está perfecta, el vestuario todo, la verdad que se siente muy cuidado y al mismo tiempo intenso porque siete escenas por día es un montón.