entrevista

Jorge Nisco: “Nuestro cine se ve en todo el mundo”

A casi 30 años de la recordada Comodines, el director vuelve al cine de acción con una superproducción que involucró varios países en su realización.

Jorge Nisco es uno de los directores de cine y televisión con más trayectoria. De la mano de Adrián Suar vuelve al cine de acción con Jaque mate, una historia con un ritmo vertiginoso y en la que se luce con grandes escenas que remiten a los mejores productos de su género. Con él ­hablamos para conocer más detalles de la realización y su mirada sobre la actual crisis de la ficción argentina.

—¿Cómo es para vos volver al cine de acción?

—Es revivir momentos que ya habíamos pasado hace dos o tres años en Los protectores, donde tuvimos algunas escenas de acción que fuimos desarrollando. Pero esto, obviamente, tiene otra envergadura. Es como cuando pasás diez años sin andar en bicicleta, y te preguntás: “¿Podré? ¿Podré todavía mantener el equilibrio?”.

—¡Pero sí!

—Bueno, pero si hace tiempo que no te subiste, no andás, no sabés.

—Y de ese momento del pasado, por ejemplo, con Comodines, a ahora, ¿cómo ayudan los avances en la tecnología a narrar?

—La diferencia está en que por ahí hace veintipico de años no sabíamos qué filmábamos, porque vos ponías la cámara, pero recién al otro día te enterabas de lo que filmaste. Y de repente por ahí venían y te decían “hay un pelo en el negativo”, que había quedado una pelusa en la ventanilla. Vos cada vez que cambiabas el rollo tenías que sopletear toda la ventanilla para que no haya nada de eso, todo un ritual. Hoy en día lo ves y, bueno, eso te da determinada tranquilidad, más allá después de que sí podemos poner un dron.

Yo estoy agotado de los drones, hoy hay tecnología, pero por ahí no están los helicópteros. Digamos, lo que hacíamos antes con el helicóptero costaba trabajo y le decías a los productores “quiero hacer una toma en altura”, qué sé yo, y tal vez era complicado. Te voy a contar una anécdota, cuando hicimos las reuniones para tener un helicóptero, quería filmarlo desde tierra para que forme parte de la acción y sabía que me lo iban a bochar, a tachar. Entonces llamé a un amigo, que fue el mismo que hizo el story­board para Jaque mate, y le dije: “Quiero hacer esta escena con un helicóptero”.

Y nos juntamos y me hizo en una noche el storyboard con los planos incluidos del helicóptero. Entonces, cuando llegué la reunión para que me dijeran que no al helicóptero, presento todos los dibujos y todo el mundo se quedó mirando los dibujos y hubo un productor que me dice: “Por ahí se necesitaría un segundo helicóptero para verlo de arriba”, y yo le dije: “Sería ideal”. Y, bueno, estuvieron los dos helicópteros, pero hubo que hacer una estrategia previa.

—¿Acá tuviste que hacer alguna cosa así o lo que se requería estuvo?

—Eso es el tema de filmar o tener una plataforma, también hay un presupuesto. Siempre hubo un presupuesto porque tanto en Comodines como acá, si no tenés un presupuesto que pueda llegar a apoyar lo que uno quiere hacer, lo hacemos únicamente en el story­board. Quería hacer una pelea para Jaque mate entre Adrián y algunos malos arriba de unas lanchas en el Tigre, una persecución de lanchas en el Tigre, y cuando hicimos la proyección de verdad, el tiempo que nos iba a llevar, nos íbamos de tiempo.

—No te pregunto por Adrián porque lo dirigiste toda la vida, pero ¿cómo fue dirigir este grupo variopinto de nacionalidades de actores, que vienen de cosas completamente diferentes, para amalgamarlos?

—Exactamente, todos venían con muy buena onda, con muchas ganas. Y un poco la idea central de la película es qué pasa si en una brigada internacional hay una mezcla de ­distintos orígenes, con distintas idiosincrasias, estando aquí. Por otro lado, no es que se juntan por primera vez, por lo tanto, ya vienen trabajando de antes, con historias previas.

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