ENTREVISTA EXCLUSIVA

Diego Cremonesi: “Ecos de un crimen fue un riesgoso desafío para mí”

El actor platense vive un gran momento, con varias realizaciones pendientes de estreno y el lanzamiento online de su última gran película, una propuesta de género diferente.

El talentoso actor Diego Cremonesi estrena en HBO MAX Ecos de un crimen, de Christian Bernard, la película argentina más exitosa del 2022. Con él habló diario Hoy sobre este intenso thriller, en el que comparte cartel con Diego Peretti, Julieta Cardinali y Carla Quevedo. “Estaba filmando afuera, en Bogotá, hice una participación chiquita hermosa, de una película colombiana que me entusiasmó mucho”, adelantó.

—¿Qué te parece la idea de que ya se pueda ver en una plataforma, acá y en el mundo?

—Eso es espectacular para mí. Primero me pone muy contento que la película haya tenido este recibimiento en un momento tan delicado del cine, con la pandemia atravesándonos. Es una alegría que la hayan elegido, por la gente de Warner, de HBO y por Christian Bernard, con quien no había trabajado pero que teníamos en común el cine de género, y él como jurado en un Rojo Sangre me premió y galardonó Masacre esta noche, una película independiente de La Plata. Desde ahí seguimos en contacto. Me gustó mucho lo que hizo en televisión, con Germán últimas viñetas, y cuando apareció esta propuesta había muchos ingredientes ineludibles, como trabajar con Diego Peretti, con Julieta Cardinali, con Carla Quevedo. Fue todo placer, desde la producción. Fuimos muy afortunados de rodar Ecos de un crimen como la rodamos.

—Esta película es muy de mecanismo. ¿Cómo trabajaste en ella sin tratar de adelantar nada?

—Está bueno lo que decís de la maquinaria, porque desde el vamos Christian tenía la película dibujada y era más que un croquis. Cada director o directora es distinto y todo se desprende desde la forma de trabajo. Yo trato de entregarme para que logren encontrar lo que están buscando, más allá de mis límites corporales y mi cuestión anímica. Acá fue muy bueno eso y muy positivo el diálogo, para conocer las reglas del género, no develar y superar un mecanismo que se puede predecir, por eso la clave es que los personajes sean seres, no solo “monstruos malos” que hacen algo. Fue un riesgoso desafío para mí.

—¿Fue lo primero que hiciste tras la cuarentena? ¿Cómo fue el rodaje, en el que hubo frío y agua…?

—Tras la cuarentena había podido hacer otras cosas previamente, pero en el caso de Ecos de un crimen sabíamos de antemano que iba a ser duro, con lluvia, de esas lluvias que querés ver en una película de terror, condiciones de filmación que pueden hacer más peligroso el rodaje. Sin embargo, eso que el mismo rodaje propone se termina plasmando en el material que lo hace superador. Creo que salir del confort te coloca en otro lugar que está muy bueno. Me parece que es una experiencia cinematográfica la película en sí, cada cuadro, escena, y te monta eso en otro lugar, y creo que se logra dignamente esto. Me gusta que se apueste a una diversidad de relatos y estilos narrativos ahora; no tenemos que acostumbrarnos sólo a un cine costumbrista, por eso envidié siempre a los actores americanos que pueden atravesar muchos géneros y roles sin que eso los desprestigie. Lo mismo con los directores, por eso celebro la apuesta de Warner de hacer esta producción grande, que potencia la película. La verdad es que me pone contento, me satisface.

—Muchos critican que la película replique fórmulas, que tenga mucho aire a producciones foráneas ya vistas…

—Yo te cuento una cosa: cuando empecé a ganar mis primeros pesos como actor, que lejos fue del cine, porque comencé a hacerlo a mis 40 años, muchos actores me decían que no me venían a ver al café concert porque era un género menor, por snobismo. Yo hace poco vivi de trabajar en casamientos, fiestas, cumpleaños, y eso me dio como actor muchas herramientas y mucha dignidad, porque no solo me permitió mantener mi vida familiar, sino acompañar mi formación, haciendo teatro independiente a la par. Esto lo traigo como ejemplo porque lo primero que en cine me dio un empujón fue Kryptonita, que fue una plataforma de prueba; los yanquis hacen Sin City. Es un debate que tenemos que hacer, porque hace poco también un maquillador me contó que en los años 80 grandes actores argentinos trabajaban en producciones americanas que se rodaban acá, clase Z, haciendo de extraterrestres, y ¿qué es lo que está mal?

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