ENTREVISTA
Diego Presa: “Cada disco es un viaje”
En diálogo con diario Hoy, el cantante uruguayo presentó su nuevo material discográfico y recorrió los hitos de su trayectoria.
Nacido en Uruguay, Diego Presa es un compositor, cantante y poeta que acaba de lanzar un nuevo trabajo discográfico llamado Visitante, que contiene cinco canciones.
Hasta el momento cuenta con discos como solista titulados Diego Presa; Trece canciones; Playa desierta; Cuarto y visitante. Además, junto a la actriz argentina Julieta Díaz lanzaron El revés de la sombra. Por su parte, integró los grupos Buceo Invisible y El Astillero, lanzando Músico para niños tristes; Cierro los ojos y todo respira; Disfraces para el frío; El pan de los locos, y Luz marginal.
En este contexto es que decidió emprender una gira y es por ello que el 15 de julio, a las 21, dará un concierto en Casa Pulsar, ubicada en calle 58 entre 5 y 6.
Durante una entrevista con este multimedio, el músico reveló los detalles de su recorrido artístico.
—¿Bajo qué circunstancias nace este proyecto? ¿Cuáles son las características de la propuesta?
—De manera natural, sin sobresaltos. Desde el final de mi adolescencia, había trabajado en Buceo Invisible, que es un grupo multidisciplinario, por llamarlo de alguna manera. Lo formamos músicos, poetas y artistas plásticos; amigos que necesitábamos una excusa para hacer cosas juntos. En los primeros años del grupo, yo me encargaba de manera bastante solitaria de la parte musical. Mas luego, Buceo fue mutando hacia un colectivo más frondoso, en el cual los discos y las presentaciones musicales tomaron mayor relevancia y consistencia. Después de unos años, necesité explorar otras vetas creativas encaradas con tiempos más personales. Y así, paralelamente al grupo, comencé a presentarme solo y a grabar discos firmados con mi nombre.
—¿Qué características destacás al respecto? ¿Cómo lo describirías?
—La libertad. Lo que me mueve está relacionado al capricho y al territorio del deseo. No lo considero una “carrera”, es un camino más bien investigativo y caprichoso. Escribir canciones es algo fundamental en mi vida, lo vivo de manera seria, absolutamente comprometida. De una clase de compromiso que no está no vinculada al deber sino al placer. Y me gusta mucho trabajar con músicos y músicas de diferentes ámbitos y edades. Cada disco es un viaje, en ese sentido.
—¿Cuáles son las sensaciones que te rodean ante cada concierto?
—La canción como expresión de lo sagrado en sentido amplísimo, que va desde lo íntimo a la experiencia profundamente colectiva. Quizás puede sonar un poco demodé, pero es lo que siento. Me va la vida en ello. Curiosidad, placer. El material con el que trabajamos en este oficio es muy extraño, difícil de definir, de asir. Y creo que eso lo transforma en algo tan fascinante. Por otro lado, me acompaña la necesidad de continuar cierto linaje, relacionado con una forma de entender la música popular de esta zona del mundo, sus cruces con la cultura rock y con cierto universo poético.
El concierto en La Plata
—¿Por qué le recomendarías al público que concurra al show?
—He tocado varias veces en La Plata, y siempre fueron conciertos especiales para mí. Con Buceo Invisible compartimos conciertos con Fernanda López Camelo, Guillermo Pessoa y Acorazado Potemkin. Con El Astillero tocamos junto a Palo Pandolfo (divina persona y tremendo artista) y como solista estuve con Juan Ravioli y Javier Maldonado. Noches intensas todas ellas. Yo prometo entrega y un respeto profundo por el sentido del encuentro. Voy a presentar Visitante, que es mi nuevo trabajo, y a revisitar canciones de mis discos y de autores y autoras que admiro, de acá y de allá.