ENTREVISTA

Julieta Zylberberg y Rocío Hernández: dos argentinas sueltas en Hollywood

Las talentosas actrices encarnan a una madre y su hija en una atrapante serie de ciencia ficción rodada en Estados Unidos y en Jujuy, con Juan José Campanella como director.

Prime Video estrenó la superproducción Night sky, de Legendary Television y Amazon Original, con Sissy Spacek (Carrie) y J. K. Simmons (Whiplash) en sus roles centrales. En la serie, además, Julieta Zylberberg y Rocío Hernández encarnan a una madre y su hija, Stella y Tony, quienes serán parte clave de esta narración de ocho episodios que cuenta con Juan José Campanella como uno de los creadores del programa y director de los dos primeros capítulos. Diario Hoy dialogó con Zylberberg y Hernández para saber más detalles de la propuesta.

—¿Cómo vivieron el estreno?

—Julieta Zylberberg: Con mucha alegría, muy contenta, recién un compañero de la serie estaba poniendo fotos del tiempo compartido allá y más allá de todo para nosotras fue muy fuerte irnos ahí. Recuerdo los meses allá y la experiencia tan loca.

—Rocío Hernández: Muy feliz, con muchas sensaciones a la vez, armamos acá una premiere con mis amigas, nos sentamos a verla con gente que uno quiere, así que lo vivo con mucha alegría.

—La propuesta llegó en plena pandemia. ¿Cómo se animaron a aceptar e ir a rodarla?

—JZ: No había mucha duda en realidad, estaba la idea de hacerlo y había que ver de qué manera. Hice una audición mucho tiempo antes, se fue atrasando y después cuando la filmamos allá no había casi nada de la pandemia, porque ya estaban vacunados, recién acá se arrancaba, así que era una situación distinta. Sí fue movilizante por estar lejos de mi hijo, moverte en un momento extraño, pero sin dudas que tenía que hacerlo. Al llegar nos vacunamos, pero sí, fue intenso.

—RH: Yo hice la audición en 2021, el proceso fue rápido, y el pasaje lo sacaron dos semanas antes, en Ezeiza no había nadie, era nuestro vuelo y nada más, fin, era otro momento de la vida. Estoy por ahora sin hijos, así que estuve chocha de irme y de viajar y poder hacer lo que quiero, extrañé, claro, a mi novio y mi familia.

—Sorprende verte madre de adolescente, ¿cómo fue para vos?

—JZ: Fascinante, mirá la hija que me eché. No me llaman mucho la atención estas cosas, pero fue muy divertido, porque todas las diferencias y similitudes que una encuentra para acercar esas diferencias es interesante para mí. Con respecto a la edad tiene que ver con el paso del tiempo, que me pasa a mí, tengo casi 40 años, tengo amigas con hijas más grandes, y mi hijo es casi un adolescente, tiene 9, así que no me resultó tan distante eso. Fue gracioso además, porque Rocío no tiene 15, y nos hicimos muy amigas, por suerte, generando mucha confianza y fue lindo pensarlo como madre e hija medio amigas.

—¿Qué trabajo hicieron para conocerse y que la relación sea tan vívida en la pantalla?

—RH: Eso fluyó muy naturalmente, no es que nos propusimos algo, ya en Ezeiza fue, vos y yo, tres meses y medio, y empezamos a hablar, en el hotel vivíamos al lado, después a dos cuadras, y se estableció una relación de confianza y amor, que para mí es importante eso. No importa el vínculo de los personajes en la ficción; si por fuera funciona, también ocurre en pantalla. Después actuamos de dos personjes completamente ajenos a nosotras.

—¿Qué les atrajo del género? ¿Son de ver fantasía o ciencia ficción?

—RH: Yo no miro mucho, soy sí fanática de Harry Potter, pero después nada más, igual acá el a priori es ciencia ficción, pero después empiezan a pasar muchas cosas donde el núcleo empieza a pasar por los vínculos, y eso es lo rico de la serie. Las escenas de ciencia ficción y el set que armaron, igualmente, fueron increíbles.

—JZ: Yo era fanática de Lost y cuando leí el guión me pareció que era muy parecida, pero es verdad que el elemento más humano y de las relaciones es lo importante, algo que en Lost no estaba tan presente. Después me pasa que nosotras vivimos acá y estamos acostumbrados a la industria de nuestro país, pero esto fue algo de como cuando eramos niños y soñábamos, contando con todos los elementos de producción para trabajar, es algo muy lindo, que recupera algo de la fantasía lúdica de cuando éramos niños.

—Así y todo, con el nivel de producción, no se perdió el nivel de conexión entre todos…

—RH: Sí, para mí ya en el primer episodio se ve eso, lo que hacen Sissy y J. K. es increíble, me derrito, son un amor.

—JZ: Son un amor, tienen una mirada muy especial los dos, de una gran franqueza.

—En un momento Stella le dice a Tony que no hay mayor regalo en la vida que tener un objetivo. ¿Cómo ven este objetivo en relación a la decisión de ser actrices?

—JZ: Yo nunca veo un objetivo ni un fin, siempre veo un presente, y eso te lo podría decir a los 9 y ahora, mi objetivo no era trabajar en Estados Unidos, sí estar fresca y no envejecer en el deseo de lo que uno hace, cuando ese deseo se me termine me dedicaré a otra cosa. Sigo siendo actriz porque me sigue movilizando algo, me divierte, me llama la atención, paso momentos especiales y cuando deje de ser así, se termina. No tengo una finalidad, como “mi objetivo es filmar con Almodóvar”, y por eso disfruto tanto lo que hago. Tengo objetivos de la vida en general, pero no de la carrera, me van surgiendo paso a paso, no es que me organizo, porque si no es un regalo a la frustración, un ticket a la frustración.

—RH: Lo veo más como un camino a transitar más que un lugar a llegar, porque si no llega eso se cae todo. Desde que empecé en esto, me puse a estudiar, a pensarlo en serio, a hacer castings y pensé ojalá pueda hacerlo siempre, pero tengo otros intereses, canto, bailo, ahora empecé a estudiar francés, está bueno tener muchos intereses, para que no sea como algo maníaco e ir descubriéndose en cada momento de la vida y siento que ahora, siendo actriz, también me aparecen otros objetivos del día a día, como no estresarme en la semana, pasar más tiempo con la gente que quiero, poder ir balanceando el trabajo con las cosas que quiero.

—¿Qué fue lo que más les gustó de interpretar a Stella y Tony?

—JZ: Disfruté mucho esa doble vida, lo que aparenta y lo que es, la dulzura y humanidad que tiene, y lo asesina que puede ser, y el vínculo con la hija.

—RH: Cómo está todo el tiempo absorbiendo información a lo largo de toda la serie e ir actuando en base a eso, y el vínculo con su madre.

—JZ: Sí, prefiero doblarme yo. Pero igual me pareció raro porque las escenas que hicimos en inglés después era raro doblarlas al castellano, no estamos acostumbrados.

—RH: Sí, fue divertido.

Noticias Relacionadas