Diego Ramos: “Voy a dirigir una obra y dejaré la actuación de lado paulatinamente”
En diálogo con este medio, el artista habló de Casa Valentina, la producción con la que se presentará en la ciudad, de su futuro como intérprete y la posibilidad de volver a trabajar con Natalia Oreiro
Aunque los inicios televisivos de Diego Ramos fueron de la mano de la inolvidable tira adolescente Montaña rusa, gracias al papel que hizo en Ricos y famosos, como galán y coprotagonista junto a Natalia Oreiro, alcanzó un gran reconocimiento. Sin embargo, el actor afirma que ese rol le jugó en contra, ya que él quería interpretar comedia y pocos lo veían para ese género, por lo que su carrera siguió en la televisión colombiana.
Después de algunos años en el país latinoamericano, decidió regresar a la Argentina, donde volvió a conseguir trabajos en la pantalla chica. Mientras tanto, hizo una gran cantidad de obras de teatro con las que se fue consolidando sobre las tablas.
Este sábado, Ramos llegará a la Ciudad con el elenco de Casa Valentina, la obra teatral de José María Muscari, que se llevó todos los aplausos en la reciente temporada veraniega. El actor conversó con diario Hoy sobre su papel como Gloria Grams y sobre el futuro que avizora para su carrera.
—¿De qué manera reacciona el público cuando ve Casa Valentina?
—La propuesta es rara para los espectadores, ya que es extraño ver a una persona real que hace cross-dressing, y además es difícil para un actor componer ese personaje. Por suerte, la obra está hecha con mucho respeto, y aprovechamos esta situación en la que hay hombres que, por momentos, sacan su interior femenino, pero cuando quieren son muy masculinos. Por ejemplo, hay situaciones en las que son varones discutiendo acaloradamente sobre política en la mesa de un bar, pero vestidos de mujer.
—¿Cómo conformaste tu personaje?
—Si me piden que componga a una mujer, a una travesti o a una transexual, tenemos a muchos referentes. Sin embargo, componer a un hombre heterosexual al que le gusta vestirse de mujer fue algo muy complejo.
—¿Es cierto que te inspiraste en Rita Hayworth?
—Sí, y en otras actrices de las épocas doradas de Hollywood. Mi personaje se llama Joel cuando es hombre y Gloria cuando se viste de mujer.
Ella tiene una elegancia natural, por lo que me basé en muchas de estas bellezas. Para empezar, en una foto de Grace Kelly. También en Gloria Swanson, Joan Crawford, todas actrices de mucho carácter. Incluso en una de las partes de la obra me siento de un modo similar a Karina Rabolini, ya que me llamó muchísimo la atención cómo lo hizo durante una entrevista televisiva. Es una mujer muy elegante.
—Dejando de lado este papel, ¿cómo te ves como productor?
—Sería productor ejecutivo. No me veo invirtiendo dinero porque soy un desastre, daría plata de más, todo me generaría culpa. Sí me veo como director, ya que voy a dirigir una obra, que es una comedia musical, y dejaré la actuación de lado paulatinamente.
¿Vuelve la dupla de Ricos y famosos?
Después de compartir uno de los éxitos televisivos de la década del noventa junto a Natalia Oreiro, Ricos y famosos, el actor reveló que hace poco tiempo volvió a compartir un rodaje con la uruguaya. “Después de veinte años nos matamos a besos en una escena. Le tengo mucho cariño y espero que volvamos a trabajar juntos”, sostuvo Ramos en relación con esa grabación para un programa televisivo del que aún no se conocen mayores detalles.
—¿Volvieron a proponerte trabajar junto a Oreiro?
—Como pareja, no. Participé una vez en Muñeca brava cuando ella era protagonista y también en Sos mi vida. Después de Ricos y famosos, Natalia hizo una dupla muy buena con Facundo Arana. Yo me fui a vivir a Colombia y quise cambiar el rumbo de mi carrera para centrarme más en la comedia, aunque no me veían para ese género, cuestión que yo detestaba.
Ricos y famosos fue un boom para ambos, para mí como galán y para ella como heroína de la novela. Fue la primera tira que Alejandro Romay ponía en un horario central. En ese momento en el prime time se emitían más programas para hombres porque las novelas iban a la tarde.