Drácula, la despedida, un fenómeno que dice adiós

El clásico musical de Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler se despide con tres funciones.

Pasaron 31 años del estreno de Drácula, el musical, que ahora como Drácula, la despedida, volvió por tres funciones al Movistar Arena de CABA, cerrando un ciclo que parecía que nunca iba a suceder. El clásico musical de Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler regresó al Luna Park en abril, luego continuó de gira por los teatros más importantes del país y ahora, en tres funciones dicen adiós para siempre, algo que no queremos que suceda. Juan Rodó, Drácula en la obra original y ahora, y Guido Zaffora, dan algunas impresiones sobre el suceso musical más importante de la historia del teatro argentino.

“Esta vuelta es como una repetición de este suceso, de esta celebración del regreso y al mismo tiempo de la despedida. Para mí volver al rol es un encuentro muy emocionante, siempre lo es porque remite a mis comienzos, de hecho toda mi carrera estuvo marcada por Drácula, adonde siempre volvía renovado y con nuevos objetivos para que el personaje siga creciendo y evolucionando, y ahora ver la respuesta del público, de emoción y pasión por la obra, me conmueve, porque es vital para quienes lo hacemos desde el escenario”, comenta Rodó a diario Hoy.

“Deseaba que sucediera, siempre imaginé la vuelta porque siempre Drácula volvió. Tal vez el último distanciamiento entre Campoy y Mahler lo hacía un poco difícil en ese sentido, pero ni bien conciliaron para hacerla fue un hecho que queríamos hacer esta celebración del regreso del espectáculo”, continúa.

“Recuerdo la revolución que fue el estreno original, todos muy expectantes, y teníamos muchas ganas de desafiar al público con una obra que nunca se había hecho acá, del calibre que era, estábamos dispuestos a romper todos los cánones de aquello que la gente creía que tenía que ser un musical, porque hasta ese momento lo que se había visto en Buenos Aires eran musicales de Broadway en una escala más chica, así que estábamos orgullosos con el desafío, nos entusiasmaba a nosotros mismos, y sobre todo porque la mayoría éramos desconocidos, e igual se emocionaban con nosotros, porque esa fue la apuesta de Pepe, de apostar por talentos nuevos”, finaliza.

“Es muy particular lo que se genera con esta obra, es el gran musical argentino, que te lleva a lugares impensados, y uno tiene que estar a la altura, porque hay fanáticos que ya la vieron 70 veces, y me siento feliz y pleno de estar en la obra, y ahora estamos ávidos por las presentaciones en el Movistar Arena”, dice Zaffora, quien dejó su trabajo como periodista y conductor por unos días para cumplir con su sueño de ser parte del espectáculo.

“Estar en la cocina es espectacular. Recuerdo cuando me convocaron, estaba al aire en un programa y empecé a gritar de la emoción por ser parte de la obra. Uno se pone muy exigente con uno mismo, me preparé para volver y mi mirada siempre fue de mucho respeto para con mis compañeros”, sigue.

“Soy multifacético, y me di cuenta de que puedo bailar y cantar en un musical y volver al rol de periodista, hacer radio, tele, y no creo que sean incompatibles, al contrario, creo que tienen muchos puntos en común, y todo confluye, por eso es puro disfrute. Arranco mis días muy temprano, radio, tele, ensayos, y estoy muy concentrado y el grupo de Drácula es fundamental, por eso defino la obra como una celebración, además de ser una parte muy importante de mi vida, por eso celebro todos los días que me hayan convocado para estar”, termina.

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