El adiós a Tony Bennett

El cantante, uno de los más importantes del siglo XX, falleció ayer a los 96 años. La música despide a uno de sus crooners más importantes.

Tony Bennett, uno de los íconos populares de la música del siglo XX, falleció ayer en la ciudad de Nueva York. Había nacido en Queens en el seno de una familia italiana (su nombre real era Anthony Benedetto), y desde niño tuvo vínculo y contacto con el ambiente artístico, ya que un tío suyo era bailarín de tap, con gusto por las figuras del jazz. Por ello se inició bastante temprano en el mundo del canto, pero su incipiente y precoz recorrido artístico se interrumpió cuando fue alistado para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Así fue que hacia la década de los cincuenta comenzó su larga y tremenda carrera como cantante. Su estilo, por el que se ganó un lugar en la historia grande, fue el de crooner, tal como Frank Sinatra.

Blue Velvet, I left my heart in San Francisco, Because of you y Cold, cold heart son algunos de los temas con los que Bennett se hizo globalmente conocido y con los que conquistó a la audiencia a partir de los cincuenta, a la par de estrellas como Elvis Presley. Hay que destacar que entre las décadas de los ochenta y noventa tuvo un sorprendente resurgimiento. Eso se debió no solo a algunas apariciones rutilantes en la TV norteamericana como en Los Muppets, en el programa de David Letterman, en Saturday Night Live, su participación en algunos capítulos de Los Simpsons, sino también a colaboraciones y grabaciones junto a artistas más contemporáneos como Elvis Costello, Elton John, Stevie Wonder, Sting, Bono y George Michael, entre otros. No hay que olvidar, por ejemplo, que su última aparición artística en público fue una colaboración en vivo con la superestrella Lady Gaga. Ganó en total 19 premios Grammy, incluido uno por toda su trayectoria, y llevaba vendidos más de 50 millones de discos en todo el mundo. “No habrá más conciertos. Fue una decisión difícil, porque es un cantante capaz. Pero es orden de los médicos, y su salud es más importante”, explicó hace un tiempo su hijo Danny Bennett, que también trabajaba como su representante, en el momento del anuncio de su retiro. En 2016 le habían diagnosticado Alzheimer. Así, el mundo (y sobre todo Estados Unidos) despide a una de sus grandes voces. Una que ni siquiera la muerte podrá callar.

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