“El mismo año que perdí la casa gané un Grammy”

Sie7e, el cantante y compositor puertorriqueño creador del hit Tengo tu love, recordó sus comienzos con la música. Además, habló sobre su nuevo sencillo, Wasamara, que actualmente es un éxito de reproducciones en internet

Cantante, compositor, guitarrista y productor, el puertorriqueño David Rodríguez Labault comenzó su carrera artística en 2005, con el seudónimo “Sie7e”. Luego de consagrarse en su tierra natal como cantautor con varios éxitos radiales, en 2011 presentó Tengo tu love, el primer sencillo de su tercer disco, Mucha cosa buena, con el que alcanzó de inmediato los primeros lugares de popularidad.

A la vez que se hacía conocido en diferentes latitudes, su cuarta producción, Relax, se posicionó en el quinto lugar en ventas en el ranking de álbumes de pop latino de la revista Billboard, y en iTunes fue escogido para la lista de los mejores del año. Recientemente, Sie7e lanzó a nivel mundial Wasamara, un sencillo producido en Medellín, junto al artista colombiano Feid, que actualmente cuenta con casi cuatro millones de reproducciones en YouTube. 

Embarcado en su gira promocional, en la cual recorrerá Latinoamérica y Estados Unidos, Sie7e se hizo un tiempo para charlar con este medio y destacó su trabajo con la música.

—Sos cantante, compositor, guitarrista, músico y productor, ¿con cuál de estos roles te sentís más identificado?

—Con todos, porque son diferentes momentos del proceso. Cuando estoy componiendo, mi cabeza funciona de una forma específica. Y la parte técnica es otro rol, produciendo y grabando. Todo tiene lo suyo, incluso la parte visual, el arte, que lo trabajamos nosotros en los videos. Cada cosa es una pequeña partecita, y entre todas suman un todo. Obviamente, además, trabajo con un equipo espectacular de gente que hace que todo esto sea posible, y no la locura mía (risas).

—¿Es difícil congeniar todas estas actividades?

—Estos procesos son tediosos, pero no difíciles. Difícil es trabajar con gente, porque es natural tener problemas de comunicación y podemos equivocarnos. A veces unos estamos de mejor humor que otros, pero fuera de esas cosas que son naturales a mí el proceso me gusta.

—¿Cómo fue el traspaso de la independencia a trabajar con una discográfica?

—A mí me han hecho ese cuento de terror en otras discográficas, pero mi relación con Warner ha sido muy buena en ese aspecto. Cuando firmé con ellos fue en otras circunstancias: yo había sacado Tengo tu love de manera independiente. Fue sin ningún mecanismo de promoción, sin una plataforma ni dinero. La canción hizo el trabajo. Por eso, cuando Warner se acercó para trabajar juntos, no trataron de cambiar nada. La dinámica se dio distinta.

—¿En qué contexto surgió  Tengo tu love?

—Cuando nació la canción me estaban por desalojar de mi casa. Con mi familia estábamos económicamente en nuestro peor momento. Luego de grabarla, literalmente nos rescató y todo cambió. Recuerdo estar leyendo el mail con la fecha de desalojo de casa, y poco después me llegó otro que me informaba que estaba nominado a los Grammy. Fueron muchos sentimientos encontrados en ese 2011. Pero, en general, fue un año buenísimo, de mucho aprendizaje. Fue una locura bonita. El mismo año que perdí la casa gané un Grammy.

—¿De ahí en más cómo continuó tu camino?

—Fue como una montaña rusa. Se acercó mucha gente que solamente está cuando uno tiene éxito. Yo identifico muy rápidamente todo eso. Hay personas que se marean con la altura y se creen mejores o distintos. Pero a mí por lo menos la vida me puso tanto a prueba, antes de tener éxito, que en mí reina el agradecimiento cuando algo me sale bien. Por otra parte, no todas las canciones son éxitos, hay mucho sube y baja en el camino. Ahora con Wasamara  siento que por primera vez no tengo que defender tanto lo que hago, porque a una mayoría le está gustando el tema.

—¿Dónde guardaste el Grammy?

—Lo tuve en mi cuarto, en el clóset, por dos razones: uno, porque vivo en la playa y todo se daña con el salitre. Y dos, porque por un momento me distrajo, no por la parte del ego, sino porque no quería verlo y sentir que ya había logrado todo lo que quería lograr y bajar la guardia. No quiero creerme nada. Entonces lo saqué de mi vista por un rato como un ejercicio saludable. Después lo saqué del clóset y lo puse en una mesita acá afuera, y ya está todo corroído, porque era lo que iba a pasar, naturalmente, pero lo veo y ese es mi Grammy playero. Me encanta verlo y recordar ese año con una sonrisa y también que me sirva de inspiración, vamos por unos cuantos más.

—¿Cómo es tu vida fuera de los escenarios?

—Bastante tranquila, supongo, me gusta sentarme con la gente echar unos buenos chistes, ir a la playa, conversar, estar con mi mujer y mis hijos. Con muy poco, es todo lo que necesito.

—¿Cómo te preparaste para la salida del sencillo y el lanzamiento?

—Wasamara sale de la expresión “what’s the matter?”, que en inglés significa “¿qué sucede?” y dio pie a todo este juego de palabras. Lo escribí fonéticamente, es simpático, tiene comicidad. Cuando se me ocurrió el estribillo supe que tenía algo bueno y que era el próximo sencillo. Lo trabajamos en el estudio en Medellín con mucha calma, con el grupo de productores llamado Icon, que son espectaculares, y la experiencia fue mágica. Uno de ellos que se llama Feid, con quien produje el tema. Ya éramos amigos y se dio todo naturalmente, y a la gente le está gustando la canción.

—¿Qué opinás de la Argentina y su gente?

—Me encanta, he ido varias veces. El año pasado tuve la posibilidad de tocar en La Trastienda y también en el Festival de la Yerba Mate, en Misiones. Estoy loco por regresar, porque es de los públicos que más me gusta, y tengo amigos que viven allá a los que quiero mucho.

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