entrevista

Fer Metilli: “Antes de leer la obra me fascinaba el elenco y dije que sí”

La talentosa humorista y actriz vive un momento pleno encabezando una de las obras más exitosas de la calle Corrientes.

Exit, en el Multiteatro Comafi, es una de las comedias elegidas por el público, en la que Fer Metilli, junto a Nancy Dupláa (en su vuelta al teatro después de 10 años) y Juan Pablo Geretto, se sacan chispas en el escenario. Para saber más de la obra y de Somos las chicas de la culpa, junto a Malena Guinzburg, Connie Ballarini y Natalia Carulias, hablamos con Metilli en exclusiva.

—¿Qué hacés cuando salís del ­descontrol que hacés acá en Exit? ¿Cómo bajás?

—No voy a ser original, porque es lo que nos pasa a la mayoría de las actrices y actores, me gusta ir a comer, porque después de gastar tanta energía quiero recuperar, quiero comida, un plato caliente, recuperar todo lo que gaste y me cuido bastante la voz, entonces me gusta, por ahí, cinco minutos cuando termino, hacer los ejercicios para cuidarme la garganta, antes y después, lo hago siempre, no solamente acá, lo hice siempre, en la facultad, en Matilda, obviamente, y ahora lo adopté para todo.

—Cuando te llegó la propuesta, tres personajes, universo laboral, ¿qué fue lo primero que pensaste?

—Ya antes de leer la obra me fascinaba el elenco, o sea, me habían dicho Nancy y yo dije que sí, obvio, quería hacer cualquier cosa con ella, me encanta y, después, no me acuerdo si era al mismo tiempo que me dicen que iba a estar Juan Pablo, por el que tengo admiración profunda, por los dos, y cuando leo la obra, que me la devoré en nada, no sé cuánto tardé en leerla, dije que sí, de cabeza, me fascinaba la obra, el personaje, y aparte veía el potencial interpretado por los tres. Sabía que estaba bien para ir construyendo, porque está bien, me va a ver mucha gente, es un sitio donde hay gente que ya te conoce, aunque cada propuesta es un público diferente. Te pasa eso de descubrir a la gente que por ahí te escribe y muchos van sumando y me dicen: “Mirá, yo te vi en Inmaduros, yo te vi en Como el culo, en Chorros, en Las chicas de la culpa”, como que van sumando, muchos me decían: “No me di cuenta de que eras la que estaba en Matilda, ahora me doy cuenta”, entonces, eso está buenísimo, porque vas sumando tu público. El público que viene del stand up, de las redes también, se suma acá, entonces está buenísimo que vienen al teatro comercial, me pasó en Inmaduros también. Yo tenía mucha gente que iba a ver todo, pero venían por ahí más de mi parte.

—Ahí me nombrabas un par de obras, Exit vendría a ser como lo más tranquilo, porque Chorros, Como el culo, La culpa, te persiguen los títulos...

–Sí, y aparte es la primera obra que hago con poca gente, para mí es repoquito, si bien somos muchas detrás, pero somos menos personajes y también eso me gustaba, y los tres todo el tiempo en escenario está buenísimo.

—Contame el proceso de ensayo, imagino que debe haber sido divertido...

—Fue como rapidísimo, para mí eso es un gran talento que tiene Corina Fiorillo, superpragmática y muy enfocada, a buen ritmo, no te mata, pero íbamos avanzando de tal página a tal página y las sacábamos rápido, y eso que yo venía de una situación particular de salud en Tandil con mi familia, entonces, venía un poco más atrasada que los chicos, los chicos habían empezado una semana antes y yo me sume después y entramos en el tren, fue muy rápido, porque también el texto tiene algo rápido, no es poco.

—Porque, además, hablan mucho ustedes...

—Es una hora y 20 de diálogo íntegro, aparte, eso fue propuesta de Cori en el sentido de que el texto no decía nada corporal y ella, en un ensayo, no me acuerdo si fue a los 15 días, dijo yo la imagino muy muy física, así que, todo lo que puedan proponer de físico, háganlo y me encantó y cuando nos mandan el boceto de escenografía yo le dije “quiero terminar así colgada”, listo, me dijeron, y me dejan, si yo quisiera, colgarme de todo lo que hay, pero, bueno, no se podía de todo, fue sumar la propuesta que traía Cori y todos sumamos arriba, somos actores que le metemos mucho el cuerpo, mucho, entonces nos encanta.

—¿Cómo te organizás en tu día a día?

—Llevo todo con la obra de teatro, con Las chicas, con la vida, como puedo, la verdad, como puedo. Me organiza mucho tener teatro de miércoles a domingo y me encanta esta temporada porque me organiza. Trato de descansar bastante en el día, de no ponerme cosas o, si me pongo cosas, que sean cosas que me distraigan un poco, me cuesta cumplir horarios y, como los martes terminó tarde con Las chicas de la culpa, trato de no ponerme nada, y acá, los miércoles, antes de la función, pasamos partecitas porque tiene un ritmo en cada ejecución de cada texto, que tenes que estar muy presente, de hecho nos reímos entre nosotros cuando, por ahí, alguno se distrajo medio segundo con algo y nos damos cuenta nosotros, un segundo y medio más, ¿qué te pasó? Pensé tal cosa, entonces, bueno... Pero nos damos cuenta nosotros.

—Hablemos de Somos las chicas de la culpa, anuncian y agotan...

—Sí, igual este año hay un fenómeno obviamente que se nota, todas las boleterías están un poco a la baja, nosotras también, pero seguimos siendo un fenómeno, estamos todos los martes, en el Nacional, a las 20:30, y es hermoso porque también nos tenemos que ir reinventando nosotras, porque es el cuarto año y, bueno, hay que buscar la diversión todas las semanas porque es totalmente genuino lo que hacemos y lo que nos pasa, entonces, es que a veces nos aburrimos de algo, este juego no lo hagamos más, pues ya no nos divierte, somos como los nenes, somos cuatro nenas, de verdad, y buscamos cosas nuevas. Es como el desafío nuestro por ser el cuarto año sin parar, justamente, divertirnos después de cuatro años de divertirnos muchísimo, entonces ahí está lo difícil.

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