entrevista

Gabriela Ricardes: “Para nosotros la cultura es un proyecto de ciudad”

La programación de la Temporada 2024 en todas sus salas tendrá espectáculos con Lolita Flores, Juana Viale, Alfredo Arias, Alejandro Tantanian y Lola Arias.

El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y el Complejo Teatral de Buenos Aires anunciaron la programación de la Temporada 2024 en todas sus salas, con la presencia de la ministra de Cultura del gobierno de la Ciudad, Gabriela Ricardes, y el director General del CTBA, Alberto Ligaluppi. En exclusiva dialogamos con la ministra de Cultura para conocer detalles de su trabajo y sus reflexiones sobre el difícil momento que está viviendo la cultura

—Acaban de presentar los proyectos que veremos en 2024, pero no puedo no preguntarte por ¿cómo están viviendo esta situación tan particular sobre la cultura y el teatro?

—Nosotros la verdad que tenemos la suerte que Cultura de la Ciudad de Buenos Aires tiene hace muchos años una línea de mucho fomento, con instituciones muy sólidas y muy fuertes que pueden capear diferentes momentos, momentos más sencillos, de contexto y en momentos más complicados por supuesto no estamos exentos. Estamos en un país que tiene muchas complicaciones y que las va a tener, y nuestra mirada, está puesta básicamente en cómo nosotros vamos a recibir a los ciudadanos y a los visitantes de nuestra ciudad para poder ofrecer un momento de calidad, un momento donde alguien pueda desconectarse de ese contexto, que bueno, desde aquí no podemos manejar esas variables, pero sí lo que podemos proponer es un momento de reflexión, de ayuda, de entusiasmo, de emoción y de ponerse a pensar en algunas otras cosas que el día a día a veces deja. Creo que cuando uno trabaja en el teatro básicamente lo que piensa es en cómo este tiempo que el espectador te da, en el caso del teatro específicamente cómo ese tiempo que el espectador viene y te brinda, uno se lo devuelve como un momento de calidad, porque hoy pedir tiempo no es cualquier cosa, y nosotros entendemos muy claramente eso que estamos gestionando, nadie no puede entrar y salir igual sintiendo que su tiempo no fue devuelto de una manera cualitativa.

—¿Cómo te organizaste y preparaste para este nuevo rol que te toca en la gestión cultural?

—En principio tratando de entrelazar, de “coser”, muchas verticales que tiene este Ministerio, que tengo la suerte de conocer de otras gestiones y por haber estado en otros lugares y también por haberlo transitado como alumna, como espectadora o como actriz, entonces no me resulta ajeno, me resulta conocido y me parece que hay que juntar, aunar un poco toda esa fuerza que tiene el Ministerio que a veces está desperdigada. Y poder tener lineamientos comunes de las instituciones, de los cuerpos estables, de los programas, de los festivales y también tener una mirada de cómo podemos nosotros colaborar y de qué nos podemos nutrir de todo lo que pasa en la Ciudad de Buenos Aires, que no es solo la cultura pública, que tiene una enorme cantidad de oferta cultural, independiente y privada, que conforma este esta potencia y este sistema que es el sistema cultural de Buenos Aires. Entonces creo que hay que ponerse a trabajar en eso, sentarse a la mesa con todo lo que tenemos, con todo lo que podemos más allá de las dificultades que vamos a estar teniendo y entender que, sin romantizar las crisis para nada, pero sí que es un una posibilidad y un momento de juntar esfuerzos, y de poner en la mesa lo que cada uno tiene.

—Hablando de juntar esfuerzos ¿Cómo es la interrelación con otras jurisdicciones culturales? Ahora hay una Secretaría de Cultura Nacional, no un Ministerio, ¿cómo es el trabajo con ellos? ¿Ya se pusieron en contacto, dialogaron?

—Hay como dos planos. Un plano es por supuesto que son muchos colegas que están trabajando en otro lado, así que con el secretario de Cultura, Leo Cifelli, ya no nos reunimos, cada uno entiendo que estamos desembarcando y empezando y si ya encontraremos dónde eso se puede potenciar y cruzar. Con el director del Teatro Cervantes, Gonzalo de María, que es un dramaturgo de la casa, un amigo personal, y siempre se facilitan esas miradas y esas relaciones. Son momentos donde hay que dejar un poquitito que cada uno encuentre la línea y después esa intersección, pero sin duda lo haremos con gusto.

—La temporada internacional del Teatro San Martín creció mucho el año pasado con los espectáculos, por ejemplo, de Juan Diego Botto y José Sacristán ¿Cómo se consigue el financiamiento para poder seguir trayendo obras como esto que vamos a ver dirigido por Luis Luque con Lolita Flores, Poncia?

—Nosotros trabajamos mucho con la cooperación internacional porque hace muchos años que gran parte de los que estamos aquí ya la trabajábamos y la conocemos y tenemos nuestros resortes en otro lado, y también porque tenemos mucho que ofrecer, nosotros tenemos un problema concreto ahora con las divisas, un cambio imposible, etcétera, pero también entendemos qué tenemos para ofrecer, no vamos a la cooperación internacional sin esta idea, sino porque el mundo necesita trabajar juntos, porque nosotros no estamos exentos de eso y porque cada vez más tenemos que pensar cuántos somos los que nos beneficiamos con una acción. Cuando alguien las concibe, sobre todo en el teatro, y más en el teatro hispanoparlante, entendemos cuántas fronteras se pueden cruzar y puede trascender en ese sentido para nosotros. Las coproducciones son una filosofía más allá de la coyuntura económica, trabajar con otro, producir con otro significa entender, primero, lo que es una ciudad como Buenos Aires, una ciudad global y una de las ciudades más importantes en cuanto a su trabajo específicamente en artes escénicas, y por otro lado, saber que la coproducción las tomamos casi como una obligación, porque no estamos solos y porque estamos inscriptos en un panorama que, por suerte, en la Ciudad de Buenos Aires tiene su lugar ganado.

—Para la gestión es importante la presencia ¿Cómo vas a organizar tu día a día para estar?

—Para mí es bastante inherente, porque estoy muy presente en las cosas y me interesa y tengo opinión, además me gusta estar involucrada en los procesos centrales, por supuesto los directores gestionan, y vamos a tener un equipo de directores sensacionales en cada una de las instituciones y de los festivales, pero sí me parece que todo tiene que abrevar hacia una misma mirada de proyecto de ciudad, y para nosotros la cultura es un proyecto de ciudad, no es solamente un proyecto de cultura, sino que acompaña proyectos de ciudad. Entonces me gusta estar involucrada y creo que uno tiene que armar la agenda un poco poniendo esas prioridades, ayer se retomaban los ensayos de Cyrano para la reposición y la verdad que estuve ahí trabajando con ellos porque me parece importante y porque, aparte, a mí me hace bien, porque no se debe perder el contacto con creación artística ni con lo que le está pasando a los a los vecinos, a los ciudadanos, que en nuestro caso son espectadores, o lectores, o alumnos, o talleristas, etcétera, no perder ese mano a mano. Más allá de todo lo organizativo que tiene la gestión y todo lo numérico y el Excel y muchas otras cosas que se suman a las funciones, en cada una de las cosas que fui gestionando siempre guardé el contacto directo con el hecho artístico y con el consumo de ese hecho artístico, ya sea público o privado para poder entender qué se necesita. Soy bastante física y necesito estar ahí.

Noticias Relacionadas