Entrevista Exclusiva

Georgina Barbarossa: “No se puede estar sin soñar”

La multifacética artista se reinventa en medio de la pandemia y nada la detiene. Da clases de actuación por Zoom y volvió a uno de sus grandes amores: la radio

En vez de paralizarse, la actriz y conductora Georgina Barbarossa impulsa su fuerza creativa desde varios frentes, aún en confinamiento. Tras una exitosa temporada en Carlos Paz junto a Flavio Mendoza, despliega la docencia de manera virtual y regresa a la radio luego de 14 años. En diálogo con diario Hoy reflexiona sobre la situación extraordinaria que vivimos y su profesión.

—¿Cómo te encontró la cuarentena?

—Me tomó de sorpresa como a todos, me había ido de Córdoba al Bolsón para descansar unos días. Cuando salió me volví volando a Buenos Aires, sino hubiera vuelto a Villa Giardino en Córdoba, pero vinimos acá. Al principio te agarra una desazón, pensé que iba a ser más corto, me vino bien porque me había mudado hace poco, empecé a ordenar, a acomodar.

Después me empezó un ataque de locura, íbamos a estrenar en Semana Santa el espectáculo que hicimos en Carlos Paz con Flavio Mendoza, fue angustiante. Yo que con Diego Rinaldi doy hace años clases y pensé que ni eso iba a poder hacer, hasta que apareció el Zoom, y lo hicimos así. Sirve para pucherear.

—Pero en el mientras tanto estás activa…

—Sí, no sumamos más de 20 alumnos por clase porque si no es una locura y las hacemos a precios accesibles. Lo bueno, además, es que los alumnos están atentísimos frente a la pantalla, no hay forma que se dispersen, es exigente, sí, para dar una clase de calidad, y lo otro bueno es que son federales e internacionales, con alumnos de todo el país y de afuera, el otro día se sumó una argentina que vive en Toronto, y gente de Uruguay.

—Y podés seguirla luego de que esto culmine…

—Claro, me encanta dar clases, dar técnicas, es absolutamente buena, trato de ver la parte del vaso llena, porque si no es tremenda, porque no creo que hagamos teatro hasta el año que viene. En medio de esto me salió la posibilidad de hacer los jueves a la tarde radio en RadioZónica, y eso te hace sentir útil, me encanta, me da una gran alegría entrar en contacto con la gente.

—¿Por qué crees que la cultura va a ser lo último que volverá si es lo que permite a la gente pasar mejor la cuarentena?

—Es que ¿cómo hacemos para ir a trabajar en medio de una pandemia?, hoy hablé con Enrique Avogadro, Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y claro, no se puede, ellos están devanándose los sesos para ver cuál será el protocolo a seguir, porque es complicado el teatro, ¿cómo haces una obra sin tocarte y acercarte?. Los artistas nos volcamos a las redes, gratis, de onda, hacés Microteatro, pero son cosas de seis minutos, porque el real no podés, es imposible. Lo primero que volverá serán recitales, grabados en una sala, con la distancia correspondiente, la ficción es complicada, salvo que sean monólogos, porque ahora hay plataformas, pero si no tenés preparado algo no podés salir a estafar a la gente.

Yo grabé para la plataforma YouTube algo con Diego Reinhold, mirando una pantalla de Zoom, me compré un trípode, con las luces que podemos, pero es todo nuevo. Tenemos una gran capacidad de adaptación, nunca imaginé dar clases por Zoom, fue todo muy rápido y es otro mundo en el que necesitás abrazarte.

Hoy vino mi hijo, no lo veía desde que esto empezó, y cuando lo ví parecía una tragedia griega. Ellos están trabajando en contacto con gente y yo tengo gente que me ayuda, vivo con mi mamá y hay que cuidarla.

Volver al cine y a la radio 

Su perfil se asocia a la televisión y al teatro, pero Barbarossa ha participado en producciones cinematográficas recientes y en cuarentena volvió a hacer un programa online.

—¿Hace mucho que no hacías radio?

—Sí, un montón, lo último fue con Teresa Constantini, un programa que se llamaba Prólogos, que lo hacía originalmente Paul Auster con Siri Hustvedt, y que cuando vino a presentar el libro que surgió del programa que se llama Creí que mi padre era Dios, se encontró con Teresa, le dijo porque no lo hacés acá, y ella me convocó y me encantó, recibíamos cuentos de todos lados. Me quedé con las ganas de hacer de nuevo porque la radio es mágica. Es genial y estoy feliz, dentro de lo que se puede estar feliz dentro de este horror.

—El año pasado volviste al cine con un pequeño papel en El Kiosco ¿cómo fue ese regreso?

—Sí, pero tuve también tuve una participación el año pasado en Venecia, de Miguel de Falabella, con Carmen Maura. Es una participación chiquita, se presentó en el Festival de Gramado y ganó premios. Trabajar con Carmen, conocerla, es muy amorosa, uno la ve en el cine y encontrarte con ella que era amorosísima, pasamos tiempo juntos, grandes charlas, es una mujer muy amorosa.

Una reflexión sobre el difícil momento

El duro momento que atraviesa la comunidad artística la hace reflexionar, imaginando el retorno a las salas, y sobre la necesidad de soñar.

“Ojalá termine esta situación tremenda, porque muchos actores y artistas la están pasando muy mal, no les alcanza el dinero. Los actores grandes, jubilados, necesitan medicaciones, y todos tienen la fantasía que somos millonarios. Hay buenas rachas y malas, y se pasa el temporal como se puede, digo actores, pero todos los rubros, maquilladores, electricistas, boleteros, va a ser difícil volver, va a costar volver a la sala. Cómo vuelve la gente, hay que ver cómo va a estar económicamente. Y no se puede estar sin soñar, porque un pueblo que no sueña es un pueblo que se muere. Los sueños son importantes (por más que los sueños, sueños son) se necesita soñar, porque si no te morís, cuando dormís tenés que descansar. Acá estamos los artistas esperando que este mal sueño se termine pronto”.

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