Entrevista Exclusiva
Gonzalo Calzada: “Como director, mi meta es encontrar el método que tiene el actor”
La nueva propuesta del realizador tras Luciferina es un intenso viaje a la mente de un hombre perdido entre recuerdos del pasado y un presente que lo abruma y asfixia, en un laberinto único.
Con las increíbles actuaciones de Pepe Soriano y Marilú Marini en roles protagónicos, Nocturna, de Gonzalo Calzada, es una intensa propuesta que llegó a los cines. Diario Hoy dialogó con su director para saber más de la propuesta.
—¿Ya pensabas desde el origen del proyecto en Pepe Soriano como protagonista?
—Cuando la escribí no, lo hice pensando en mi abuelo, e incluso en mi abuela. Si bien no es la película la historia de mis abuelos, tomé esos caracteres que tenían ellos. Cuando el guion toma la posibilidad de ser producido, ahí comenzás a ver quién podía hacerla, lo que sí sabía era que mi idea era que el actor atravesara todo y pudiera tener esa edad, no quería tener un actor, por decir algo, de 75 que se le note el maquillaje, quería lograr cierta veracidad en el cuerpo y no se puede reproducir una mano de un hombre de 90 años, las arrugas, los pliegues.
—O sí, pero se nota el artificio…
—Yo no quería eso, quería trabajar con lentes macro, con esos pliegues de la piel como un mapeo de la vida, y salí a buscar el actor que pudiera hacerlo, y el único era Pepe Soriano, y él deseaba hacerlo, y acá no iba a ser solo una participación, que es lo general para no correr riesgos, y nosotros quisimos hacerlo, y él lo agarró con mucho gusto por suerte para la película.
—¿Cómo fue el rodaje particularmente con él?
—Lo cuidamos todo lo que correspondía entendiendo que no dejaba de ser un actor de 90 años y que hacía tiempo que no tenía un protagónico. Se encontró con un modelo de cine y realización que no estaba acostumbrado, respondiendo al cine de género. Sumado a la obsesión del realizador, que soy yo, la exigencia física y emocional, además filmamos en locaciones reales en jornadas de mucho calor, se agitaba, con mucha emoción, porque el terror, el género fantástico, el thriller genera muchas cosas. Le puso el cuerpo como uno de esos actores que no se ve mucho, con un compromiso que emocionaba, por su entrega, pasión, por hacer todo lo que estuviera a su alcance para el personaje, y muchas veces en situaciones complicadas. Como director mi meta es encontrar el método que tiene el actor, que muchas veces no tiene que ver con el que dice que tiene.
—Hay un componente muy vívido que tiene que ver con la realidad de los adultos mayores. ¿Cómo fue incorporar esto en el relato?
—Lo que está pasando con la película es que provoca una emoción muy fuerte, más allá de lo social que mencionás, sobre un hombre adulto a merced de un destino, abandonado por una sociedad que le da la espalda, que ignora a la vejez, que no le da su trascendencia. Además de todo eso, hay una cuestión íntima en el seno de todos los hogares y nadie está preparado para perder a su padre, y más después de este contexto que vivimos hace casi dos años. Mucha gente se acerca para comentar sensiblemente sus experiencias, y eso está bueno para uno como narrador para tocar la sensibilidad del otro.