Jesús Braceras: “El objetivo que teníamos era que la gente vuelva a vivir el Mundial”

A casi un año del evento que consagró a Argentina como campeón mundial, llega una apasionante película que recupera la magia, pasión y celebración del fútbol.

El experimentado realizador audiovisual Jesús Braceras, que nos entregó las excelentes series Monzón y Barrabrava, está tras Muchachos, la película de la gente. Inspirada en un cuento de Hernán Casciari, narra la épica mundialista que consagró a la selección Argentina el 18 de diciembre de 2022 como Campeón del Mundo. Dialogamos con él en exclusiva para conocer más sobre su trabajo y la “grieta” de las películas del mundial.

—¿Cómo estás viviendo la previa a este estreno, que también se está por cumplir un año de la fecha?

—La verdad que lo estoy viviendo muy contento, porque las repercusiones que venimos teniendo de las primeras visualizaciones son absolutamente positivas. Uno se da cuenta más o menos cuando haces algo y lo vas viendo si llega o no, porque le pasa uno. Entonces, a mí me pasa que viéndolo una y otra vez me transmite un montón y podés entender más o menos por dónde vas. La verdad que las reproducciones vienen siendo superpositivas y, a medida que nos llega la fecha del aniversario, me dan ganas de volver a vivir todo de vuelta. Lo maravilloso de todo esto es que un poquito, el objetivo que teníamos cuando pensamos la película, era que la gente vuelva a vivir el mundial, algo que fue único e irrepetible. Poderles permitir la posibilidad de tener una sensación, al menos parecida a lo que fue, ya es un golazo y la verdad que eso por momentos me llena de felicidad.

—Contame, ¿cómo fue imaginar desde el guion y desde la selección de las imágenes el relato?

—El tiempo presente era lo primero de todo. Era tratemos de contar en tiempo presente, y después era acercarnos a hacer un repaso por el mundial y tratar de recordar qué sentíamos en ese momento y después ver cómo podíamos replicar. Entonces, hubo momentos que tratamos de replicar y otros que los pasamos por arriba. Estos momentos muchas veces tenían que ver también con los espacios entre partido y partido, entonces eran momentos de diversión, de desahogo, de festejo, de tensión antes del partido de México, repercusiones que hubo en las redes. Tratamos de hacer un repaso por todo el Mundial, incluyendo todo, en los partidos y lo que pasaba por afuera del partido.

—¿Y cómo fueron encontrando las perlitas?

—Mirá, la verdad que todo el proceso fue como estar en un cumple porque volver a ver todo, de juntarte a recordar los momentos del Mundial. Siempre fueron como charlas de café, viste, te acuerdas de esto, de lo otro. Hicimos una lista y fuimos buscando los vídeos que nos pudiesen acompañar para contar eso. Nos pasó lo mismo con los personajes que aparecieron en el Mundial o los vídeos que se viralizaron, o los momentos previos al Mundial y cómo se vivió. Me acuerdo del quilombo de la falta de figuritas, el dólar, Qatar y todo ese tipo de cosas que fueron únicas de este mundial y que te hablan mucho de la idiosincrasia nuestra. De cómo de un día para otro Tini Stoessel pasa de ser alguien que hizo que perdamos contra Arabia a ser el amuleto de la selección, o cómo podemos invadir un país en la otra punta del mundo y llenarlo de argentinos. Eso tuvo que ver con todas esas particularidades y lo que nos pasó fue que al ver el mundial este. Tiene una particularidad que para mí es la mejor historia que te puede llegar, imaginar todos los condimentos salidos y básicamente lo que hicimos fue… Cuando te ponés a pensar en el Mundial y la historia tiene una estructura clásica de guion. Donde vos, a los 20 minutos, tenés un primer punto de giro, que cuando perdemos contra Arabia después tenés todas las vicisitudes que se te van presentando en el medio hasta llegar a esa batalla final que es contra Francia. Contra el mejor antagonista que te puedas imaginar y en el medio de la batalla también inclusive van sucediendo cosas. Entonces, es una estructura perfecta de un guion con tres actos y básicamente lo que hicimos fue primero tratar de llevar adelante y transmitir esa experiencia y después contarla y estructurarla como una ficción. Por otro lado, quisimos que vivamos el Mundial, pero nos dimos cuenta de que no podíamos contar el Mundial sin un personaje protagónico, la gente. La gente en Qatar, la gente en las tribunas, la gente de las casas, o sea, fue una de las cosas claves de este Mundial.

—¿Qué trabajo hicieron con Hernán para amalgamar todo lo que iba apareciendo de imágenes de relato con ese guion que después se sumó?

—Básicamente, fue una construcción en paralelo. Lo fuimos haciendo juntos. Nosotros teníamos la mejor historia y al mejor contador de historias. Entonces arrancamos con una página en blanco, pensando cómo podíamos contar esta historia, la planteamos y a partir de ahí íbamos constantemente ida y vuelta. Teníamos el preámbulo, la introducción de su historia, los acontecimientos previos, los enumerábamos y Hernán, los bajaba a papel, los imprimíamos. Los trabajamos contra imágenes, volvíamos a Francia, había que hacer modificaciones, cambiaba algunos textos, seguíamos contando la historia. Y, básicamente, lo que un día Hernán dijo fue vos imagínate que yo le pongo palabras, y volvía con textos que lo hacíamos, modificando. Entonces siempre con Hernán hubo un ida y vuelta, con lo cual se terminó armando un cuento con sus palabras, un cuento que ya estaba escrito, entonces de alguna manera él veía el material y lo mandaba, le sugería, cambiaba cosas, así fue un laburo constante.

Francella le pone la voz a la película de la gente

Muchachos, la película de la gente, que llega este jueves a los cines de todo el país, es mucho más que una película. Es una experiencia cinematográfica que a través de videos obtenidos mediante una convocatoria a argentinos en todo el mundo y material inédito con tomas de drones de los festejos y de la llegada de la selección. Llevará al público a ese diciembre eterno donde las calles se tiñeron de celeste y blanco.

La inconfundible voz de Guillermo Francella nos acompañará a revivir las risas, sufrimientos, causalidades, cábalas, locuras y alegrías, que solo nuestro pueblo puede entender. Sobre su participación, Francella comentó “ponerle mi voz a este maravilloso proyecto me hizo revivir cada momento de ese diciembre atípico que quedará para la eternidad en nuestra piel. Festejar con calor, sentir como en las calles se replicaba la emoción que venía desde cada estadio, con abrazos entre desconocidos, unidos en una única pasión y la 9 de julio colmada de punta a punta. Son algunas de las cosas que quedarán guardadas para siempre en nuestra memoria y que están visibles en esta película que nos invita a repetir sin parar: ¡Hermoso aniversario, ¿verdad?!”.

Con el fútbol en la sangre

—Sos un apasionado del fútbol, ¿qué significa para vos haber hecho Muchachos?

—Personalmente, para mí fue, primero, un homenaje y un agradecimiento a los jugadores. A Lionel Messi, a Ángel Di María, a todos los pibes, a Sacaloni, porque de verdad es un gran homenaje a ellos. Es una manera de decirles, ojalá puedan verla y puedan ver lo que hicieron en cada uno de los hogares, el festejo final, en el minuto a minuto. Y también es la posibilidad de poder darles eso, que se puedan meter en las casas de todos y que se den cuenta lo que estuvieron provocando minuto a minuto. Por eso la posibilidad de volver a vivir algo que fue alucinante y que estoy convencido de que no se va a volver a repetir. Porque los condimentos no van a estar, podemos ganar 10 copas más, pero nunca va a suceder lo que sucedió exactamente como esto. Entonces, para mí, Muchachos fue eso, que se junten todas las cosas que me mueven, el fútbol, el cine, Messi. O sea, contar un cuento, todo junto en un mismo proyecto.

—Hay algo que es muy interesante que tiene que ver con un contexto político que cambió, ¿cómo festejamos? ¿Qué festejamos? Hoy estamos parados en un país completamente diferente…

—Lo que la película plantea va a caer bien en cualquier momento. Volvemos a tener una sensación de división donde tenés a medio país que se siente muy golpeado y medio país que está muy esperanzado de un cambio. Entonces, la película, lo que plantea es que por primera vez, y ojalá no sea la única, estuvimos todos juntos. Tuvimos un diciembre único y básicamente lo que plantea es ese momento donde todos sentimos lo mismo, en el mismo momento. Cuando siempre de alguna manera buscamos dividirnos por cualquier cosa, siempre tenemos que encontrar divisiones de una u otra manera. Políticas, económicas, de lo que sea, verano, invierno y por esa única vez no hubo ningún tipo de división, fue unánime. También lo que me pasó fue esta sensación de orgullo por lo que somos, con lo bueno y lo malo, yo siento que esta historia pone todos los condimentos exactamente, los mismos condimentos. En otro país no hubiese sido lo mismo, entonces ver los miles de vídeos que nos llegaron, con las miles de situaciones, me hacían sentirme orgulloso de lo que somos. Porque en cada video veía alguien que yo conocía y me robaba una sonrisa. Me dio mucho orgullo de ser argentino.

—Muchachos se estrena este jueves y también otra película…

—Mirá, Hernán escribió un cuento y dijo somos el único país que tiene dos películas con dos actores ganadores de Óscar que se estrenan exactamente el mismo día. Con lo cual, tengo entendido, son dos enfoques completamente diferentes, cuentan la misma historia, pero de maneras diferentes.

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