Jorge Perugorría: “Hacía rato yo no hacía un trabajo tan interesante”

Recordado por icónicas participaciones en producciones cinematográficas que tuvieron gran suceso en nuestro país, el actor cubano ingresa al mundo de las plataformas con un drama impactante donde pasado y presente se funden.

Atresplayer Premium presenta su nueva serie de seis episodios Las noches de Tefía, que narra las historias de aquellos que estuvieron en el campo de concentración franquista que existió entre los años 50 y 60 del siglo pasado en la isla de Fuerteventura, donde se recluía a los condenados por la Ley de Vagos y Maleantes. Creada por Miguel del Arco, dramaturgo, guionista, director de escena, actor y una de las voces más influyentes del panorama teatral español, tiene a Marcos Ruiz, Patrick Criado, Miquel Fernández, Israel Elejalde, Roberto Álamo y Jorge Perugorría, entre otros, como los protagonistas de un relato en donde el pasado y el presente se funden. Diario Hoy dialogó en exclusiva con Perugorría, célebre director y actor de origen cubano, para saber más detalles del proyecto.

—Muchos te conocimos por Fresa y chocolate, hace muchos años, y ahora estrenás este proyecto que vuelve a tener el tema de la discriminación y demás como punto de partida para contar muchas otras cosas...

—Yo estoy superorgulloso de ser parte de este equipo de Las noches de Tefía, primero conocí al director, que es uno de los directores más importantes del teatro de España, y cuando me enteré de que me quería para ese personaje pues me presenté con un casting, a unas pruebas y bueno quedamos en ya trabajar juntos. Hacía rato yo no hacía un trabajo tan interesante, Miguel viene del teatro y tiene para él el trabajo con los actores fundamental, y es una especie bonita que uno no está acostumbrado a realizar en este tipo de serpientes, de reunir un equipo, hacer un trabajo de mesa, ensayar como si estuviéramos montando una obra de teatro prácticamente todas las escenas, los momentos del musical.

Después entonces me integré al grupo y empecé a conocer un elenco de actores jóvenes de España extraordinario, han hecho un trabajo extraordinario, realmente impresionante, me dio mucha alegría ver tanto talento, como aparece en esta serie de actores, y sobre todo eso, Miguel es una persona que el trabajo con los actores yo creo que es lo que más disfruta. Y nosotros también disfrutamos mucho porque no es lo mismo cuando estás ante un proyecto donde tienes tiempo para prepararte, para ensayar, para buscar en cada escena, no solamente el texto sino lo que hay detrás, los objetos, los conflictos.

Fue un trabajo que de repente es muy bonito desde el punto de vista actoral, es un trabajo colectivo y después también del otro aspecto de destacar, es que realmente hacer una serie que tenga que ver con la memoria histórica, que tú estás haciendo lo que te gusta, que es actual, pero que además tenga ese peso en la historia que estás contando es importante, le da otro sentido también y yo creo que parte también del compromiso que uno adquiere con un proyecto de esta ­característica.

—Igualmente, en tu carrera te has caracterizado por buscar proyectos que siempre estén más allá de entretener, que lo hacen, pero también que dejen una reflexión, y en este caso contame un poco cómo fue componer a Airam Betancor, porque es un personaje que también requiere de mucho silencio, en el primer capítulo hay mucho silencio, ¿no? De esa historia que él está rememorando, que lo atraviesa y que te requirió también otro tipo de trabajo...

—Sí, nosotros estuvimos en Madrid, Miguel y Rómulo, los directores, salieron con el equipo a Tenerife a filmar lo que era el campamento, donde irían todos los presos, toda esa primera etapa. Cuando yo llegué a Tenerife, los muchachos habían filmado todo el campo de concentración, por llamarlo por su nombre, y realmente empecé a ver un poco la manera de trabajar de los otros actores y el de Marcos Ruiz y Patrick Criado y la relación que habían creado ellos dos, que era un poco el pasado de mi personaje, y eso fue, para mí, de mucha ayuda, ver el trabajo que habían hecho Mario y Patrick con esos dos personajes, la relación que me pareció un trabajo bellísimo, y entonces ya era encontrar con espacios del propio personaje. Todo el mundo estaba como haciendo algo necesario, un trabajo útil, y tenes una motivación extra.

Empecé a trabajar el personaje, un hombre que prácticamente empezó otra vida, tenía una nueva vida, después que salió del campo de concentración, en Tenerife, hizo una familia, tuvo hijos, trató de borrar un poco ese pasado que había vivido y mantuvo una doble vida y en este momento, donde aparece en la historia, todo eso va a salir a la luz, no solamente salir del clóset, también no solamente salir como homosexual ante su familia, ante sus hijos, sino también reconocer lo que vivió, reencontrarse con su verdugo. Son muchas cosas que realmente hacía un personaje muy interesante y que desde el punto de vista dramático era también un reto grande para mí como actor.

—Contame cómo fue la conexión con los actores para crear esta familia...

—Estaban entusiasmados, bueno, como todos, y fue muy bonito crear una relación de complicidad con ellos. En el caso de mi mujer, Ana Wagener, que es una gran actriz, también fue un lujazo trabajar. Realmente cuando hablamos nos teníamos ganas de encontrarnos en un set, le teníamos ganas de trabajar. Ella es una actriz maravillosa, realmente, y creamos una complicidad que disfrutamos mucho. Esas cosas que nos decíamos y las que estaban detrás.

Volver a la Argentina y razones para ver la serie

El público argentino pudo ver en diferentes producciones nacionales a Jorge Perugorría, quien, tras el suceso mundial de Fresa y chocolate, se abrió paso en el universo audiovisual y nuestro país fue uno de los destinos convocantes. Ahora el mundo lo convoca, como esta producción de Atresplayer Premium, Las noches de Tefía, que recupera un hecho aberrante de la historia española.

—¿Cuándo volvés a trabajar en Argentina?

—Yo aprendí a amar el cine argentino en el Festival de Cine Latino de La Habana. Y por suerte, grandes actores argentinos que venían acá y directores, que fueron premiados y uno los conocía. Conocíamos mucho en Cuba el trabajo de los actores argentinos y para mí fue como un gran privilegio como actor cubano, pues, compartir con muchos de ellos, con Ulises Dumont, con Leo Sbaraglia... Y para mí trabajar en Argentina es como ir a bailar a la casa del trompo, como decimos, porque hay tanto nivel actoral en Argentina, es una escuela tan fuerte, con tanto reconocimiento, que es realmente un privilegio cuando uno tiene la oportunidad de ir y trabajar con actores argentinos.

—¿Qué razón les darías vos a los espectadores para que empiecen a ver esta serie?

—Creo que es una serie necesaria de ver porque las cosas, si tú no revisas el pasado, las cosas pueden volver a ocurrir en un mundo donde ahora mismo hay un giro, sobre todo por ejemplo en España, hacia esa derecha, a esos nacionalismos, populismos que son, que están llenos de intolerancia, intolerancia contra los homosexuales, intolerancia contra los emigrantes, no sé, hay que de pronto ver la historia para que las cosas no vuelvan a pasar. Toda la historia de las leyes de vagos y maleantes en la época de Franco, donde se creó un campo de concentración, donde empiezan a llevar a los homosexuales, a los comunistas, todo lo que era diferente. Y entonces se puede recordar de dónde vienen esos discursos políticos que hoy están de moda, de dónde salen, cuál es el fondo y el pasado que tiene cada uno. Para que esas cosas no vuelvan a ocurrir, para que no engañen a la gente.

Además, porque está el Tindaya, que es una metáfora necesaria, es un mundo onírico, de libertad plena, es un sueño donde todos esos personajes que están presos sueñan, es un sueño libertario, eso es de libertad plena, de realización plena, es un mundo onírico, lorquiano, que al final es el arte que te hace evadir la realidad y es totalmente de libertad plena, creo que es una metáfora también necesaria, es algo importante también como mensaje de la propia serie y realmente lo que nos hace a nosotros tan superorgullosos de haber sido parte de este proyecto.

Las series, el nuevo escenario laboral

—¿Cómo es para vos, como actor, como director, habiendo recorrido una carrera tan importante, meterte en este universo de las series? ¿Te gusta? ¿Cómo recibís estas ofertas que te llegan y que te permiten, por ejemplo en este caso, contar una historia del pasado reciente español?

—Yo sigo viviendo en Cuba, mi relación fundamental es acá en Cuba con el cine cubano, con mis compromisos acá en Cuba, pero siempre estoy abierto. Ahora mismo, la suerte es que hay mucho talento trabajando en las series, prácticamente mucho talento del cine empezó a trabajar en las series porque las plataformas empezaron a usar el talento que antes uno encontraba en el cine. Yo nunca hice televisión en otra época, o sea, yo empecé a hacer series ahora, y creo que las plataformas cambiaron esa realidad y realmente hay muchas posibilidades. En España he estado haciendo mi primera serie. Ahora estoy en La máquina, protagonizada y producida por Gael García Bernal y Diego Luna, que todavía está en proceso.

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