El día después de la gala de los Martín Fierro

El hotel Hilton se vistió de gala el domingo, día patrio además, para la gran fiesta de la televisión vernácula. Develado el misterio del premio mayor -el Martín Fierro de Oro se lo llevó finalmente Gran Hermano- y pasadas algunas euforias, la fiesta siempre deja muchas perlitas, historias y detalles que van asomando con el correr de los días y las horas.

Por ejemplo, los conductores de Pasión de sábado, Marcela Baños y Lisandro Carret, se mostraron bastante molestos por no haber ganado en la categoría programa musical y apuntaron a algunos miembros de Aptra. Ellos expresaron en diálogo con Intrusos: “Yo creo que desde que Luis Ventura se sumó a la presidencia, la juventud de Aptra sí mira Pasión, estoy convencida de que los otros tienen mucho prejuicio”.

Alrededor del lobby y en los pasillos entre las mesas y los comensales hubo algunos que charlaron largo y tendido. Por ejemplo, a Benjamín Vicuña y Ángel de Brito se los vio conversar mucho y muy animadamente. Otros de los que estuvieron muy simpáticos y charlatanes fueron Adrián Suar y Darío Barassi, una de las estrellas de la noche, muy buscado por todos los fotógrafos.

Un momento simpático y que fue reflejado rápidamente en las redes fue cuando casi todo el staff y algunos participantes de Gran Hermano subieron a buscar la primera de varias estatuillas. Luego de que hablara uno de lo productores y Marcos, el ganador, quien tomó el micrófono fue Alfa, pero de manera muy notoria fue cortado por Del Moro y por la gente del sonido.

La transmisión tuvo picos de rating de 27,2 puntos, en tanto que la tan ­celebrada alfombra roja tuvo picos de 18 puntos.

Un momento de puro amor se dio cuando los miembros del programa Noche de mente subieron a buscar su premio. Allí, las cámaras poncharon a Coco Sily, uno de los conductores del ciclo, besando apasionadamente a Cecilia “Caramelito” Carrizo. Vale recordar que el romance se conoció hace apenas una semana.

Así las cosas, entre furcios, como cuando Benjamín Vicuña dijo que el país le había dado un amor y enfocaron a una Pampita muy sonriente, festejos y reclamos por más ficción en la TV argentina, fue pasando una nueva gala. Según indicaron algunos cronistas, Analía Franchín y Sol Pérez fueron las últimas en abandonar la fiesta y el salón, cuando eran ya casi las dos de la mañana.