Entrevista Exclusiva

Juan Barberini: “En mis inicios fui muy duro con mi trabajo”

Una de las grandes figuras del cine y la escena teatral nacional es sin dudas Juan Barberini, actor que recientemente participó de tres películas que se lanzaron online en pandemia.

Este jueves, a las 22 horas por Cinear, Juan Barberini estrena Karakol, de Saula Benavente, relato del viaje introspectivo de una mujer en pleno descubrimiento de su presente y pasado. Diario Hoy dialogó con el actor para conocer detalles de su trabajo y sus más recientes lanzamientos online.

—¿Cómo vivís esta situación extraordinaria y los estrenos online?

—Es extraño porque uno está acostumbrado a los estrenos presenciales, ese ritual, pero en este caso recibí y tuve una interacción más fluida con el público. En redes se acercan y fue algo novedoso y estuvo bueno también, enterándote de primera mano las reacciones del público.

—¿Antes te escribían?

—Sí, pero acá la reacción fue inmediata y masiva. Cuando se pasó en TV Pública El incendio, de Juan Schnitman, yo estaba en Formosa, filmando una película y nos tuvimos que quedar, en un lugar privilegiado. Fue la primera situación novedosa que viví con comentarios de redes.

—¿Qué estabas filmando?

—Estaba rodando El monte, una película de Sebastián Caulier, con guion de él, y compartía elenco con Gustavo Garzón.

—El primero de los estrenos online que tuviste fue El cazador, de Marco Berger…

—Lo conocía a él hace tiempo, de cruzarnos en varios lados. Siempre fue generoso con mi trabajo, apareció esta oportunidad y me interesó la actualidad del guion que toca cosas que estamos en vía de descubrimientos, su trama pseudopolicial, ser un poco el villano, y me gustó que era un personaje pequeño en cuanto participación pero fundamental en la trama y la acción. Vi la película y me encantó lo que hice, que no siempre pasa.

—¿Sos muy autocrítico?

—Uno va a aprendiendo a verse con mayor objetividad y perdonarse. En mis inicios fui muy duro, es un buen ejercicio así uno aprende más observando su trabajo con más distancia y aprendes. La madurez trae eso. Marco en El cazador me dio mucha libertad y eso se agradece.

—En cine todas tus películas son buenas ¿cómo es esa habilidad para elegir?

—No sé si es habilidad, sino cómo me fui acercando a la gente que hace el cine y me vinculé con los que me interesan. Varía mucho en cada proyecto, a veces uno es un kamikaze y le sale bien. Me fui a Barcelona a hacer Fin de Siglo con un director que no conocía y con un actor que conocí el día antes de rodar y salió bien.

—Estrenaste Rompiente, nueva colaboración con Schnitman…

—Es de esas películas que más allá de la pandemia cuesta cómo estrenarla, porque es totalmente independiente, entre amigos.

—Ojalá que se pueda quedar este híbrido de estrenos, online y en salas…

—Ojalá, yo no estoy tan al tanto de las cuestiones de números, en tanto espectadores y cómo repercute en el sistema más profundamente, pero sí sé que está bueno que hay gente que no se acerca culturalmente a las salas y si la tiene a mano las ve. Entiendo hacer cine para la sala, por el acto cultural y político, pero también hay que pensar en hacerlo para esto. Hoy leía que hay disposiciones para hacer teatro en streaming y los productores dicen que es difícil sostenerlo pero es una buena propuesta para que cuando se vuelva mantenerla, y en el cine lo mismo. Si genera fuentes de trabajo genuinas, además, bien recibido.

—Si tuvieras que recomendar solo un trabajo tuyo ¿cuál elegirías?

—Es difícil. Es como cuando tenes que armar un reel, si me lo planteás hoy te digo Fin de Siglo. Creo que es el trabajo que más me representa en el cine o lo que yo intento hacer en mi trabajo.

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