Entrevista Exclusiva

Juan Irio: “Lo que realmente trasciende siempre es lo que rompe y se diferencia”

Durante una charla con este multimedio, el cantante se expresó sobre el arte en estos tiempos y presentó su nuevo disco.

Curioso e inquieto, Juan Irio nunca deja de componer y ahora lanza una nueva producción musical. En diálogo con diario Hoy, detalla los pormenores de su obra y reflexiona sobre la coyuntura actual

—¿Cómo surge el proyecto?

—Uno de mis mayores problemas a la hora de empezar a pensar un disco es justamente pensar demasiado. No es que busque la perfección, que además sería una búsqueda absurda, sino que le doy miles de vueltas a la obra en cada una de sus partes por inseguro que soy y eso lo hace un proceso agotador. Obviamente da sus frutos, pero es agotador. Para este disco pensé solo en no pensar demasiado. Quería hacer sin medir las consecuencias, usar ese “no recurso” para ver cuál era el resultado. Así nace Un paseo en búfalo, experimento contra mis propias mañas.

—¿Qué material estás trabajando?

—Son canciones que tenía dando vueltas desde hace mucho y no encontraban lugar en mis otros proyectos con banda o solo. Algunas otras canciones también surgieron de la noche a la mañana, se grabaron de un tirón y no tuvieron demasiada curaduría. Era la idea. Por eso uno de los principales defectos del disco es cierta inconexión entre los temas, algo que pensando en lo que disparó esta obra también podría ser una de sus principales virtudes.

—¿Cuáles son los mensajes detrás del arte que comunicás?

—Hay una imagen recurrente en estas canciones: el amor dura menos que el recuerdo. Uno puede dejar de amar lo que tuvo, pero se hace casi imposible olvidar lo que se ha amado. Creo que un poco por casualidad y otro poco por necesidad estas canciones plantean esa escena. Al final las canciones terminan siendo fotografías de un momento, se vacían de la carga emotiva que tenían al ser escritas y simplemente sobreviven al drama.

—¿En qué otros proyectos estás inmerso?

—No tengo otros proyectos activos en estos momentos, pero hay algunas charlas dando vueltas con The Siniestros para más adelante. Con El Estrellero también hay un par de ideas viejas de publicar algunos temas que quedaron afuera de nuestros discos.

—¿Cuál es la visión de la escena actual?

—Me cuesta distinguir. Escucho algo y siento que podrían ser miles de artistas los que suenan. Tal vez tenga que ver con que ya no pertenezco a una escena, si es que alguna vez estuve en alguna. Pero lo que me atrae de los artistas que me gustan es precisamente poder encontrar en ellos un sello propio, único, distintivo. A veces se cae en la imitación y la repetición porque son los caminos para eso que se cree es el éxito. Pero lo que realmente trasciende siempre es lo que rompe y se diferencia. 

—¿Cómo es recepcionado tu arte en el país?

—A mí me conforma poder sacarme de encima los discos, me gusta hacerlos y saber que están por ahí. Por suerte hay muchas personas que esperan mis discos, los escuchan y les cambia la vida en algo, eso ya para mí es todo lo que hubiera querido. Me han dicho que era una promesa desde que empecé hasta la semana pasada; todas las bandas en las que toqué tuvieron alguna nota en diarios en las que nos vendían como “la nueva cosa” y en algún momento me empezó a dar risa la idea de que uno es solamente una promesa. ¿Qué es lo que estoy prometiendo? ¿Masividad? No me interesa, pero sobre todo no me interesa porque no podría alcanzarla jamás. No soy bueno para lo masivo, ni siquiera para el mote de músico de culto o cualquier otro mote que se suele usar. Creo que no existe tampoco hoy y desde hace mucho tiempo un espacio masivo para músicas como las que hago. Pero yo estoy conforme con eso, me alcanza con repasar todos los discos que grabé solo o con bandas para estar satisfecho.

—¿Qué otras aristas te faltan recorrer?

—Quisiera hacer muchas cosas que tengo pendientes. Hay varias ideas pero no tengo tiempo para realizarlas todas juntas. Quisiera también retomar la escritura, la abandoné cuando empecé a hacer discos año a año. Pero me gusta mucho escribir, así que tal vez ahí es a donde pueda ir pronto.

—¿Cómo adherís a las luchas y conquistas de género?

—Creo que es un momento para acompañar las luchas y las conquistas de las mujeres, hacerlo con compromiso y desde nuestro lugar. La lucha no nos pertenece a los hombres pero nosotros debemos cambiar lo que hacemos mal. Afortunadamente hay indicios de que de a poco empiezan a modificarse ciertos hábitos funestos con los que convivimos como si nada. Pero no habrá conquistas solamente con la lucha de las mujeres, sino con un cambio total y desde adentro. Hay un sinnúmero de tragedias que impiden alcanzar las conquistas y no es solo el machismo en la cultura. El sistema capitalista salvaje, por ejemplo, impone ciertas reglas de juego todavía más condicionantes que el no uso del lenguaje inclusivo. El poder real, el que habla a través de los medios, se impone a cualquier cambio que queramos lograr. Hay que ir por todo.

—¿Qué sensaciones te merece volver a lanzar este disco?

—Me ayuda a sobrevivir en esta vida cruel. Me he vuelto más existencialista, creo que como todos. Estaría bueno que se empiece a ayudar a los espacios culturales para que puedan hacer las modificaciones necesarias para asegurar espacios más inteligentes en épocas que parecen ser bastante bobas. La cultura no es solamente un tipo que sube a cantar una canción a un escenario, son miles de otros puestos de trabajo que se pueden mantener a veces con pequeñas inversiones. Pero no soy muy optimista, como decía antes, si no se cambia la totalidad de la máquina en la que estamos.

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