La sinuosa vida de Jennifer Aniston

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la farándula internacional, diario Hoy recuerda a la diva de Friends.

Nacida en California, Jennifer Aniston creció en una familia de artistas, y cuando era una infante se mudaron a New York, donde transcurrió gran parte de su vida. Su padre, John Aniston (fallecido de forma reciente), fue uno de los protagonistas de la serie dramática Days of our lives. Su abuelo, Telly Savalaston, también se forjó en el mismo oficio.

Al terminar sus estudios secundarios, la joven continuó por ese camino. Con el tiempo, logró trabajos en el séptimo arte en entregas tales como Traveling, Gore girls, Management, entre otras. El éxito rotundo llegaría gracias a Friends, una serie en formato comedia donde compartía elenco junto a otros jóvenes llamados Courteney Cox-Arquette, Matt LeBlanc, Matthew Perry, David Schwimmer y Lisa Kudrow.

Lo que ninguno de ellos sabía era que protagonizarían una cinta que duraría una década, donde recorrían las temáticas contemporáneas de un grupo de amigos que atravesaban los treinta años. Aniston estaría en otros títulos como Amigos con dinero, Mi novia Polly, Dicen por ahí, Separados, Sin control, Como Dios, entre otros.

Llena de fama, mientras actuaba en Friends, Jennifer se enamoró de Brad Pitt, el flechazo fue mutuo y decidieron casarse rápidamente. El amor duró cinco años, en los cuales atravesaron la difícil circunstancia de desear ser padres. La separación también generó un revuelo mediático.

Sucede que cuando declararon que ya no estaban juntos, él ya salía con Angelina Jolie. a quien había conocido en el rodaje de la película Señor y señora Smith. Por ese entonces, Brad debió lanzar un comunicado dando cuenta de que necesitaban respeto y privacidad para afrontar ambas situaciones. Muchos años después de los hechos, Jennifer decidió hablar sobre lo que fue ese momento en que estaba deseando ser mamá, pero no pudo lograrlo.

Afirmó en un medio de alcance nacional: “Todos esos años y años de especulación fueron realmente difíciles. Estaba sometiéndome a un proceso de fecundación in vitro, bebiendo tés chinos, lo que fuera, estaba intentándolo todo. Habría dado cualquier cosa si alguien me hubiera dicho: Congela tus óvulos. Hazte un favor. Pero simplemente no lo pensás. Así que aquí estoy. El barco ha zarpado”. Por otro lado, en la misma instacia, decidió confesar que durante sus veinte y treinta años tuvo el deseo de gestar un hijo pero que nunca pudo cumplir esa misión. Los métodos no llegaron a buen puerto y la prensa la acosó por esa misma temática, a la que señalaron como la causa de su divorcio.

La actriz desestimó estas teorías y declaró: “Decían que solo me importaba mi carrera. Y Dios no quiera que una mujer tenga éxito y no tenga un hijo. Y la razón por la que mi marido me dejó, por la que rompimos y terminamos nuestro matrimonio, fue porque no le daría un hijo. Fueron mentiras absolutas. No tengo nada que esconder en este momento”.

La mujer ha comenzado su propia carrera como empresaria de la cosmética, vive por fuera de las redes sociales y la agenda mediática aunque suele publicar algunos momentos de su vida a través de las mismas. Por otro lado, se encuentra trabajando en proyectos independientes como productora de filmes de bajo presupuesto y hasta se ha animado a la dirección de arte. Asimismo, está orgullosa del camino construido y declaró a una revista de moda que la entrevistó a propósito de su actualidad: “Me siento mejor con lo que soy hoy, mejor de lo que nunca me sentí en mis 20 y 30, incluso en mis 40. Necesitamos dejar de decirnos cosas malas a nosotros mismos. Un día tendrás 65 años y pensarás: Me veía genial a los 53”.

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