Llega Mi amigo hormiga, una mirada distinta sobre la adolescencia

Si bien fue imaginada como un proyecto teatral, todo nació de un libro. En su transformación la serie es solo una de las patas de un lanzamiento que atravesará varios soportes y que tiene a los jóvenes como centro.

Este jueves llega a Flow la serie Mi amigo hormiga, un proyecto imaginado por su director, Diego Oria, como un libro y luego, como una obra musical. Días antes de estrenar se decretó la pandemia y del teatro, el proyecto se mudó a la televisión, sumando a Federico Brunetti en la producción y a José Giménez Zapiola “El Purre”, Manuel Ramos, Malena Ratner y Agustina Cabo en los roles protagónicos. Con todos ellos dialogó diario Hoy para saber más de la propuesta.

“Esto empezó en Mendoza hace dos años como una obra de teatro, fue declarada de interés cultural, con libro mío y música de Jorge Soldera, y cuando llegó la pandemia con Fede sabíamos que teníamos una oportunidad muy grande, porque se iba a estrenar presencialmente en 15 ciudades, y pensamos que se había terminado todo con la pandemia, pero en una charla con él dijimos vamos, hagamos la serie. Hace siete años que trabajo en el mundo audiovisual con Jeremías Magnaghi, guionista, escribimos junto la serie, con Fede la produjimos y además la dirigí. Estamos muy seguros de que lo que estamos contando era lo que queríamos contar, eso es bueno, con los recursos que tuvimos llegamos a un lugar potente y sabemos que la serie va a ser abrazada”, cuenta Oria.

“Nuestro compromiso parte de esa primera llamada, donde el concepto de contenido de calidad era un faro para nosotros, y en lo personal es el qué se cuenta y no sólo el cómo se cuenta el desafío. Conecto hace tiempo con los libros de Diego, porque son historias, personas, a las que les pasan tantas cosas que como productor es un placer contar estas historias y es hacia donde quiero dedicarme a contar desde la producción, el qué contamos funciona, y el cómo nos llega de orgullo porque el formato tiene altos parámetros de calidad y cuando ponemos play estamos extasiados y felices”, suma Brunetti.

“Lo que más me gustó de interpretar a Julián es que es muy diferente de lo que soy yo. Es un chico muy introvertido y tímido. Yo soy todo lo contrario: extrovertido, caradura, no tengo vergüenza de nada. En las relaciones amorosas lo mismo, a Julián le cuesta relacionarse y en mi vida eso no ocurre. De todas maneras, a todos los personajes uno siempre suele sumarle cosas propias, además de la voz y las miradas, pero somos bastante distintos. Sí comparten muchos valores: la amistad por ejemplo”, menciona El Purre, quien tiene el rol protagónico en el programa.

“Hay muchas cosas auténticas, que son de verdad. Renzo es el reflejo de muchos adolescentes de hoy. Lo que le toca vivir se palpa en la calle y se puede ver en los pibes. Hay muchas cosas de él que las pude conectar conmigo mismo, en mi etapa más adolescente. Como actores, muchas veces mostramos, en nuestros personajes, cosas que nos pasaron o pasan a nosotros, de manera personal y ayuda a construirlos. Al mismo tiempo, creo que se puede aprender mucho de las historias que hay en Mi Amigo Hormiga y eso es lo más gratificante al final”, agrega Ramos sobre su rol.

“Lo que está bueno es que toca muchas problemáticas de la adolescencia que merecen ser escuchadas y cada personaje tiene la tarea de contar una distinta para que cada uno pueda identificarse con quien quiera, hay muchas, cuestiones familiares o en la búsqueda de encontrarse con uno mismo, mi personaje tiene trastornos alimenticios, y como mujer nos toca mucho, es muy fuerte y es un desafío muy lindo también. El personaje es muy distinto a mí, es una adolescente rebelde que sale a comerse el mundo y no le importa nada, pero por dentro está sufriendo mucho, también el tema del trastorno alimenticio, poder hablarlo, ya que en mi círculo comentándolo es muy frecuente. Mi personaje encuentra en Ámbar el apoyo, y la escena en la que le cuenta es muy linda”, suma Ratner.

“Mi personaje tiene algo muy interesante que es que lo que le sucede con sus padres no suele pasar, es particular su situación, vive la adolescencia en carne viva, separándose de sus padre, intentar crecer, ser mejor persona, y además tiene una historia muy linda con Julián y lo acompaña. Es una serie con temas profundos y necesarios, es lo más lindo de la historia”, cuenta Cabo, Ámbar en la serie.

“El teaser fue hecho in house, por los propios intérpretes, donde editaban, hacían todo, no podíamos entrar, entonces cuando apareció el protocolo estaba atento y le decía a Fede, sumemos lo de la plaza, siempre con la idea de sumar. El guion se escribía de una semana a otra, los deadlines eran muy acotados, y no se pudo tener un plan de rodaje, como amerita una producción así, para terminar todas las escenas de una locación, por ejemplo, a cada semana íbamos de nuevo, porque se modificaba, era como una carrera con obstáculos, pero la adversidad no nos detuvo, nos hizo adaptar y creábamos en la misma acción, originalmente iba a ser un proyecto teatral, pero luego lo imaginamos más grande, fue muy milagroso el proceso. El plan de rodaje se pensó en función de los protocolos y los personajes, y cuando se habilitaron los lugares específicos para los roles, siento que se terminó de armar ese universo”, menciona Oria sobre cómo se fue gestando y modificando todo.

“La precuela responde a esto, estratégicamente es un escalón de un proyecto 360, internacional, la obra con canciones originales, con música de Jorge fantástica, siendo esto el disparador de todo lo que imaginamos y estamos trabajando para lograr. Estamos entusiasmados, conectadísimos y es una satisfacción grande ver un proyecto que tuvo un recorrido en este contexto. Comprometidos, sosteniendo algo que en pandemia nos superconectó. Las expectativas son enormes”, termina Brunetti.

Volver a rodar en pandemia

Mi amigo hormiga fue uno de los primeros proyectos que, protocolos mediante, pudieron concretarse y rodar mientras la pandemia avanzaba.

—¿Cuáles fueron las sensaciones de volver al set tras meses de no trabajar y ahora con el estreno?
—José Giménez Zapiola, “El Purre”: Fue algo muy hermoso, que estábamos esperando con ansías. Fueron muchos meses de estar guardados y nuestra actividad fue la última en volver. Cuando nos enteramos que habían aceptado el protocolo para grabar nos pusimos muy contentos. Trabajamos con un equipo reducido y tirando todos para el mismo lado, ya que era la única forma en la que se podía hacer esta producción.
—Manuel Ramos: Las sensaciones fueron increíbles. Trabajar en medio de una pandemia es un privilegio enorme y más en lo que hago, que tiene que ver con el arte. Un sector que está bastante golpeado, pero una felicidad enorme poder contar esta historia. Muy feliz con el resultado y con haber podido ser parte de este proyecto. Siento que es una gran propuesta y espero que a la gente le guste.

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