Luciana Murujosa estrenó película sobre Hedy Crilla

El film narra la vida de la actriz, docente y directora austríaca nacida en Viena en 1898 y que fue perseguida por el nazismo por su origen judío.

La recientemente estrenada Hedy Crilla, maestra de actores, dirigida por Luciana Murujosa, ya está en los cines. Con ella hablamos para saber más detalles sobre la película.

—¿Cómo surgió la idea de hacer una película sobre Hedy?

—Estudié dirección de cine, pero muy prontamente empecé a interesarme por el teatro, primero como actriz y después como una herramienta para dirigir. Estuve aproximadamente 10 años en el medio teatral hasta que de casualidad llego al estudio de Agustín Alezzo para tomar un seminario de dirección. Allí Agustín empieza a hablar de su maestra, de la Crilla, de lo que habían hecho juntos con Augusto Fernández, Pepe Novoa, Carlos Adolfo, con todo ese grupo de La Máscara y cómo habían revolucionado la forma de actuar en la Argentina. Además, Agustín tenía una forma tan particular de hablar de su maestra que me maravillaba y a las pocas clases caí en la cuenta de que esa mujer que lo había formado, no solo como actor, sino como persona, era fundamental en cómo actuamos hoy casi todos nosotros, porque es el origen una forma de actuar.

Hedy es la semilla y el tronco de un árbol inmenso con una copa gigantesca que llega hasta nuestros días y hasta los actores más reconocidos. Porque al fin y al cabo muchas personas del medio artístico nos formamos con alguien que estudio o trabajó con la Crilla. En definitiva: todos los caminos conducen a Hedy. Y aun así, yo me di cuenta de que los 10 años que estaba en el medio teatral no había escuchado nunca el nombre Hedy Crilla y, por lo tanto, suponía que el 95% de mis compañeros tampoco sabía quién era. Entonces tuve la necesidad de contar su historia, su legado, aprovechar que todavía había varios de sus alumnos vivos.

—¿Cuál fue la anécdota que terminó de delinear el trabajo de Hedy?

—Sería imposible decir una sola anécdota porque el trabajo de Hedy es muy amplio, trabajado desde el cuerpo, la palabra, la voz, la sensibilidad, el intelecto, la estética, la disciplina, el alma… Entonces sería imposible reducirlo a una sola. Puedo contar un par que me sorprendieron. Por ejemplo, un ejercicio que hacía con Cora Roca o con Lito Cruz. Los dos eran, por lo que me cuentan, muy dramáticos, apasionados al actuar, entonces Hedy se ponía detrás de ellos y los detenía con una mano en el hombro cuando se pasaban de rosca y los hacía volver empezar. O, por ejemplo, un ejercicio completamente diferente, cuando trabajaba con Edgardo Moreira sobre el ritmo de las frases, un trabajo casi musical sobre el texto que me fascina.

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