entrevista

Malena Sánchez, Nicolás Francella y Matías Mayer tras Un crimen argentino

El exitoso trío de intérpretes se pone al hombro una película que revisita un hecho real acontecido en Rosario durante la transición entre la dictadura y la democracia.

Un Un crimen argentino, de Lucas Combina, basada en la novela homónima de Reynaldo Sietecase, se revisa un hecho sangriento acontecido en la transición hacia la democracia en donde las Fuerzas de seguridad y la Justicia debían superar siniestros modos de trabajo. En la ficción de la película Malena Sánchez, Nicolás Francella y Matías Mayer encarnan a los jóvenes asistentes que deberán, desde lo legal, investigar la desaparición de un empresario. Diario Hoy habló con Sánchez, Francella y Meyer para saber más de este apasionante thriller que llega a los cines el jueves.

—¿Cómo fue encarar estos personajes en esta historia tan difícil?

—Malena Sánchez: Lindo, primero hay algo de trabajar juntos que nos llevamos bien, tenemos de compañeros además a Rita Cortese, Darío Grandinetti, Luis Luque, César Bordón, Alberto Ajaka. Pensamos: “Que la cuenten ellos, ya fue”, y de golpe tener el lugar y la responsabilidad está buenísimo y genera un atractivo de contar lo que pasaba con la gente de 30 años de esa época, y sus ganas, y su “no me va a parar nadie” y eso empieza a atrofiarse, que capaz en el personaje de Luque, por ejemplo, ya está acostumbrado, pero nuestros personajes empiezan a ver un ­“descubrimiento”.

—Matías Mayer: Y además está bueno que hay como un paralelismo entre lo que nos pasaba a nosotros, esto de estar acostumbrados a hacer personajes de más jóvenes y que otros llevan la película y acompañamos, y un poco como les pasa a los personajes, se les adjudica un caso muy desafiante para ellos, una oportunidad de crecer laboralmente, de investigar este caso.

—Nicolás Francella: Mucha responsabilidad.

—¿Cómo fue para ustedes viajar a los años 80, en ese momento de transición, complicado?

—NF: Con el marco que todos sabemos que existía en ese momento y estando mucho tiempo filmando en Rosario, recibiendo noticias de gente del lugar, que nos hablaban del caso, sorprendiéndonos por este asesinato real, conocerlo por primera vez, informándonos.

—MM: Y también, en este caso puntual, el contexto de este momento de los años 80 con la dictadura, sirve como, justamente, contexto, porque la trama va por otro lado, y esto condiciona qué les pasa a los personajes, cómo actúan, los miedos, cosas que hoy no tenemos tan presentes en este momento e investigamos a qué cosas estarían atentos o sobre qué cosas se cuidarían, por eso el tema de la dictadura es un tema subyacente.

—Les gustó trabajar, además, en una película de suspenso y de género. ¿Qué les atrajo?

—MS: A mí me atrajo mucho estar ahí y querer ser la detective de la situación y creer eso que es obvio algo pero que después lo cambien y pensar: “Mirá cómo me agarraron”, como ir jugando a que yo voy a descubrir algo antes de que la película me cuente las cosas, eso me atrae mucho, y en este caso me atrae que sea en nuestro país, que sea real, que haya sucedido y algo de eso de “la realidad supera a la ficción”, de pelearme con cosas que podría pensar que no sucedieron, pero pasaron, y ahí te agarrás mucho más de la historia, contar lo que sucedió, ser fiel a eso y ver también qué conviene para la peli, y algo de viajar a los 80, que fue la adolescencia de nuestros padres, es muy directo.

—Antes hablaban del hecho de que se conocían previamente, ¿creen que eso ayudó a meterse en un tema tan duro y poder “relajarse” cuando no estaban filmando?

—MM: Hablo por mí, pero creo que los tres, desde el día uno encaramos la película sabiendo que era un hecho real, que no sucedió hace tanto tiempo, por lo que lo trabajamos con mucho respeto antes de “mandarnos” y profundizar en ello, y tratamos de empatizar también sobre cómo los personajes, queriendo generar realmente un cambio e investigar a fondo, cómo se lo hubieran tomado, de ir a por todo, con esa inconsciencia, quizás, de la juventud, de no estar tan “enviciado” con los males que se van descubriendo, me parece que eso también pasó un poco con nosotros de decir de vamos con todo.

—MS: Juntos.

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