Mandrake Wolf, un faro en la música uruguaya

A sus 55 años, es admirado y reversionado por Rubén Rada, Jaime Roos y Hugo Fattoruso, entre otros. Esta noche se presenta en la ciudad

Hugo Fattoruso, el creador de Los Shakers y uno de los músicos más importantes de la historia uruguaya, describe a Alberto “Mandrake” Wolf, su compatriota y colega, como “un regalo para quienes lo escuchamos”. En la Argentina supo hechizar a Lito Nebbia, quien lo trajo a grabar a su estudio, como recordó el charrúa: “Me invitó a comer unos tallarines con tuco con la madre y pasamos una tarde sencilla, llena de música”.

Los elogios de los artistas y las reversiones de sus temas solo o con   Los Terapeutas -banda en la que participó otro gigante como Eduardo Mateo  antes de fallecer de cáncer en 1990- se multiplican. Sobre todo cuando se refieren a Primitivo, un disco que cumple 25 años, pero que se editó recién este año en la Argentina y que Wolf presentará hoy en 55 entre 13 y 14 a partir de las 21, mañana en Buenos Aires, y el sábado en Rosario. En una charla íntima con diario Hoy, el mítico Mandrake contó los pormenores de su joya discográfica y se refirió a sus influencias.

—¿Cómo fue el proceso de creación de tu disco Primitivo y cómo recibís los elogios de tus colegas?

—Yo estaba viviendo en Balizas, ahí fue la génesis de ese disco. No quería que fuera tan austero como fue. Yo quería hacer un disco con Los Terapeutas, pero no había sello que me bancara las horas en el estudio con la banda. Me habían dicho de hacer un disco solo con la viola, cosa que no me animaba, porque no me sentía ni siento Eduardo Mateo o Johnny Cash. Fue grabado y mezclado en treinta horas. Pasaron 25 años, lo escucho y no es un disco vacío ni superproducido, pero al final estuvo bien. Los elogios de mis colegas los tomo como algo muy lindo. Que recuerden este disco con cariño es un lindo reconocimiento. Incluso Hugo (Fattoruso) participó, y lo que canta en Danza con los viejos jefes es impresionante.

—También han reversionado temas tuyos...

—Tuve la suerte de que muchas canciones fueran reversionadas por artistas muy grandes, como Rubén Rada, Jaime Roos y Urbano Moraes. Para mí es fuerte. Y también me halaga mucho que las nuevas generaciones, como Bufón, una banda que adoro y muchos artistas más, usen algo tuyo para reinventar otro estado de ánimo, otra forma de percibir la realidad.

—¿Qué te conmueve en la música?

—Me conmueven ochenta mil cosas. La música es una constante forma de conmoverse. Bob Dylan, los Rolling, Hendrix, Beatles, el blues, el candombe, el de ahora, el de antes y el del futuro, me deja huellas, me hace reír y llorar. Está tan lleno de música que me conmueve. Estoy fascinado con Los Espíritus, son divinos. Acá en Uruguay está lleno de bandas under que son increíbles. No solo del circuito indie, sino del circuito candombe. La música nunca para.

—¿Dónde encontrás la inspiración?

—No sabés de dónde sale, me parece que viene del diario vivir, de lo cotidiano. No tengo ningún problema en usar una historia, una canción de amor, una humorística. Todos los medios que lleguen al fin de comunicar lo que quiero son válidos. Eso es lo lindo que tiene componer. La libertad está siempre.

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