Mariana di Girolamo: “No puedo esperar los proyectos con los que sueño, tengo que salir a buscarlos”

Una de las actrices más talentosas de su generación es parte de la segunda temporada de El reino, y pronto la veremos en la nueva película de Lucía Puenzo.

Las telenovelas, o teleseries, impulsaron su ascendente carrera en Chile, mientras el cine y las series comenzaron a poner su mirada en ella tras los protagónicos de Emma y La jauría. Ahora en Argentina, por el estreno de la segunda temporada de El reino, pero también porque se encuentra filmando un proyecto cinematográfico secreto a la vez que ya terminó de protagonizar la próxima película de Lucía Puenzo, Mariana di Girolamo habló de su carrera, sus roles y su experiencia en esta producción creada por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro.

—¿Te interesa sumarte a proyectos que tengan un poco que ver con ­mostrar la realidad de la región en otros lugares?

—Sí, me interesa. Creo que es una serie que, si bien es ficción, toca tópicos temas que son muy relevantes y transversales, no solo a Chile, sino que a Latinoamérica estamos viviendo, sufriendo cambios, revoluciones, levantamientos de un lado y del otro. Y me parece importante mostrar eso. Insisto, sí, es ficción, pero ahí tengo los que la gente se va a identificar inmediatamente. Están ahí, están latentes, están sucediendo.

—Es como te pasó con La jauría, de la urgencia, la emergencia, de algo que dialogó directamente con lo que sucedía en Chile...

—Nosotros estábamos ahí en plena revolución feminista, con lamentablemente muchos casos de abuso diarios, y hay cierto peligro también en contar eso. A nosotros nos toca ser protagonistas de nuestros roles de estas historias. Generalmente estas preguntas van a nosotros, nosotros también nos preparamos a veces para responder estas preguntas. Tenemos que tener un punto de vista. Y también, claro, es ficción, pero les estamos mostrando a la gente cosas con las que ellos se van a identificar porque está pasando en Latinoamérica. Entonces, hay cierto, no quiero decir peligro, riesgo, pero estas preguntas se las va a hacer la gente. Está ahí, está en la serie.

—Seguramente estarás al tanto de que Claudia, la autora, fue objeto de críticas, de amenazas.

—¿Amenazas? Eso es muy complicado. ¿Con la primera?

—Con la primera, no solo por ser feminista y luchar para la legitimación del aborto, sino también particularmente la Iglesia evangelista, como que la atacó mucho. A ella, no a Marcelo. A ella por ser mujer, más todavía...

—Eso pasa, yo también lo vivo desde mi ala, desde mi expertise. Nos vemos enfrentadas a eso, estamos en tela de juicio todo el tiempo y, bueno, ella tiene muchas herramientas para poder defenderse, si es que quisiera defenderse o si es que le tocara defenderse, por ahí tampoco le toca. Bueno, claro, el tema de la Iglesia lo tuve que preguntar porque en Chile no es lo mismo, nuestra Iglesia, la cristiana, como el evangelismo, no es tan fuerte como acá. Existe, pero no es tan fuerte como acá. Entonces ahí también tuve que preguntar un poco qué era lo que pasaba acá con la Iglesia cristiana. Me imagino que era muy grande, que movía a mucha gente. Entonces me imagino que ha sido complicado.

—Más allá de la intuición y la panza, ¿tenés un representante?

—Sí, yo tengo un mánager que se llama Jorge Hernández, tiene una agencia que se llama IMC Management y trabajamos hace muchos años juntos. La última telenovela yo ya estaba trabajando con él, entonces él me ha acompañado bastante en este camino. Tengo un amigo que es dramaturgo, al cual yo sé que le puedo hacer llegar los guiones, que también me ayuda desde ese lado, que me parece importante. A veces como que uno dice, esto es una maravilla, y lo volvés a releer y decís, ah, parece que no es tanto para mí. Es difícil igual. Pero trabajo un poco así, como con este pequeño circulito de fuego que tengo desde mi agencia, mis amigos y mi guata, mi pancita.

—Vamos a soñar. Digo, así como empezaste en una teleserie, ¿hay algún rol que vos digas: “Bueno, no sé, a mis 40 me gustaría hacer”, o sucede eso en tu cabeza?

—Cuando veo películas que me vuelan la cabeza, digo: “Qué ganas de haber estado ahí y trabajar como ese lenguaje”. Me gustan las películas locas, en general como, bueno, Emma, después hice La Verónica, Alien 0089, la película que estoy haciendo ahora también. Tengo algo muy pendiente que es el canto, que es algo que me gusta hacer, que sé que lo hago bien, pero es como una ventana del alma que me da mucho pudor, pero me gustaría hacer algo, pero una ficción, porque me han invitado a hacer musicales varias veces, y me gustaría hacer como un swing y todo, alguna cuestión hiperdramática o freak que incluya el canto. Y ese proyecto me interesaría hacer, como algo que involucre canto, como un musical medio oscuro, algo así me gustaría hacer.

—¿Y canto solo?

—Para eso ahora hay que empezar a meterme a clase, porque ese rol va a llegar. Pero siento que son esas cosas que tengo que hacer como para despertar otros lados, el baile lo tengo, porque voy a bailar de vez en cuando, pero el canto creo que es como una deuda que tengo conmigo, porque se me da bien, porque me gusta, porque me gustaría también aprender a utilizar esta herramienta no solo para el actuar o para hablar. Vamos a ver. Pero me gustaría hacer un musical oscuro, un drama musical. Ahí no te juzgás, también hay mucho de esto de uno impulsar. Yo también estoy en esa etapa de mi vida también. Y ya, ya basta, si también esperar es horrible. Yo no puedo esperar sentada que lleguen esos proyectos con los cuales sueño tengo que salir a buscarlos, o también los puedo gestionar, también los puedo producir.

—Si tuvieras que invitar a la gente a ver El reino 2 por tu participación, ¿qué les dirías?

—Les diría que es un personaje que creo yo que va a entregar luz dentro de esta trama. Creo que todo lo que pasa con Yaeli, con Tadeo, con esa banda va a ser una especie de respiro dentro de todo lo que pasa. Por los personajes, por el paisaje donde se insertan estos personajes. Por la búsqueda que tienen estos personajes. Y eso, un personaje muy luminoso. Hace rato que no me tocaba interpretar algo así.

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