ENTREVISTA EXCLUSIVA
Mariana Päraway: “Lo estético siempre fue un asunto para mí”
La cantautora e influencer de moda nos abre las puertas de su mundo vintage. En diálogo exclusivo con diario Hoy nos habla de su carrera musical y de su proyecto Blancanieves del Paraway, a través del cual muestra a sus seguidoras su estilo.
Mariana Päraway es cantautora. Nacida en Mendoza, fue una de las músicas más destacadas de la década pasada cuando comenzó su carrera solista. Toca varios instrumentos y lleva cuatro discos editados. Este año coleccionará cinco canciones en un EP, luego de algún tiempo de pausa en su carrera artística. Es que Mariana decidió darle paso a otro costado de su personalidad creativa: la moda.
Amante de la ropa vintage (luego nos explicará que se clasifica con este nombre a toda prenda que tenga más de 30 años), se reinventó a sí misma como una influencer del estilo sustentable. Cada día muestra a sus más de 10.000 seguidoras un outfit diferente, da consejos de dónde conseguirlos y cómo combinar colores, estampas y estilos.
En diálogo exclusivo con diario Hoy, Mariana cuenta cómo comenzó este viaje hacia décadas pasadas, por qué es importante reciclar la ropa y en qué momento está su carrera musical.
—¿Cómo decidiste empezar con la moda vintage?
—Llegué a vestirme con ropa usada por dos factores. Uno es que cuando tenía 15 años, por ahí, empecé a gustar de Babasónicos. Y no podía creer la ropa que usaban. Decía “¡botas de lluvia con pantalón plateado!”. Se me explotaba la cabeza; es como decir, la gente se viste de otra manera.
Yo en ese momento vivía en Santa Rosa (La Pampa) y eso me abrió a un mundo diferente de posibilidades del vestir, porque no me estaba sintiendo muy a gusto. Y dos amigas mías, Lara y Eladia, un día se aparecieron con pantalones Oxford y unas camisas con cuellos y les dije: “¡Yo me quiero vestir así!”. Les pedí el pantalón y les copié el modelo, porque ellas se animaron.
Fue eso, animarse, lo sentí muy cercano, porque una cosa es verlo en la televisión, con los artistas, y otra cosa es verlo ahí. Realmente se puede. Y después fue ver dónde conseguía ropa así. No tenía mucho de mi mamá, porque teníamos cuerpos muy distintos, y encontramos una feria americana en Santa Rosa. Lo primero que me compré fue una camisa naranja, como de los 80, pero que se parecía a los 60. Y así llegué a lo vintage.
—En ese momento era poca la gente que usaba ropa vintage o de segunda mano, y ahora es un boom. ¿Te sentís pionera de eso?
—No se si pionera, yo creo que sí soy pionera en ser influencer de eso. Acá en Argentina no hay muchas personas que se dediquen a ser influencers desde este lugar.
Yo creo que a partir de esa época, estoy hablando del 95 o 96, al menos en el lugar donde yo me movía, que eran ferias americanas a las que íbamos a revolver a veces con un olor a viejo terrible, se empezó a consumir esta ropa. Sobre todo por las bandas que escuchábamos, como Los Brujos o Juana la Loca, toda esa gente se vestía así. Bandas como Illya Kuryaki inician esa moda para un sector, pero mucho más chico. A medida que pasaron los años, más gente empezó y se comenzó a formar una industria. Porque para mí ahí está la clave: en la industria, cuando empieza a aparecer gente que diga “esto es rentable” y más por el lado de lo sustentable: “¿Qué hacemos con todo esto que existe?”. Entonces algunas personas empiezan a hacer upcycling sin saber que se llamaba upcycling (NdelaR: se refiere al reciclaje de ropa). Usaban retazos de otra ropa y hacían remeras, modificaban todo. Hoy sí hay una industria formada, pero creo que nos falta mucho para que la cuestión sustentable logre traspasar una barrera.
—Es decir que algo que vos iniciaste como una moda viró a algo que además de eso tiene un costado ético.
—Y si, porque ahora hay un contexto. Hay mucha gente que tiene tiendas, se va formando una comunidad muy interesante que necesita atravesar una puerta que todavía no deja.
Por ejemplo, la Fashion Week. Yo tengo un amigo que trabaja ahí y siempre le digo de participar, pero no me tienen en cuenta todavía como una influencer de moda. Falta que las grandes marcas empiecen a hacer que esto vaya más allá. Hay que reutilizar la tela de la ropa que no se vende.
—Hace poco lanzaste un nuevo tema, Como son las cosas, ¿tenés pensado sacar un nuevo disco? (O temas, porque un poco el concepto de disco puede ser obviado) Hoy subís temas a las plataformas.
—No voy a sacar un disco, sino un EP de cinco temas que van a salir en cuotas. Siempre existió la palabra simple, que vendías un disco con un solo tema o dos. Sacar un disco lleva mucho trabajo y mucho dinero, y no todo el mundo escucha un disco entero.
Hoy por hoy prefiero hacerlo así, con la libertad de tenerlo cuando quiera, publicarlo cuando quiera, obviando muchas cosas que no me gustan. A fines de febrero o principios de marzo voy a sacar otro tema, y estoy viendo cómo tocarlos porque son temas muy diferentes a lo que venía haciendo.
—¿Estás incursionando en lo electrónico, no?
—La verdad es que hacía mucho que quería aprender a utilizar máquinas y la cuarentena me lo permitió. No porque tuviera más tiempo, porque la verdad que tuve más alumnos que nunca. Pero porque esta cuestión de hacer cosas remotas me lo permitió. Hice cursos con el productor de mi disco, Hilario; ya había hecho un curso aceleradísimo con otro músico. Me empecé a comprar cosas para hacer mi estudio y producir en mi casa, grabar las maquetas yo, para hacer lo más posible acá y experimentar un poco, que era lo que estaba necesitando.
—¿Cuáles son tus proyectos actuales?
—Hasta el año pasado tuve una banda de boleros, pero nos separamos a fines del año pasado. Ahora le estoy produciendo un EP a una chica de Paraguay y eso me tiene muy entusiasmada. Y Blancanieves del Päraway es un proyecto que está creciendo mucho. Tengo trabajos con algunas marcas, el contenido de Instagram lleva mucho tiempo y dedicación.
—¿Pensaste que te ibas a convertir en una referente de la moda?
—En la primera banda que tuve, una semana antes de tocar ya nos preguntábamos: “Che, ¿qué te vas a poner?”. Lo estético siempre fue un asunto para mí, y de hecho Blancanieves del Päraway nace como una respuesta a lo que la gente me decía siempre: “Me encanta eso que tenés puesto”. Y cuando les decía que me había salido cinco pesos en una feria no lo podían creer. O en mi carrera como solista toda la parte estética de los shows y de los videos, fotos, todo ha sido muy importante. Entonces fue como extender algo que siempre fue presente en mi vida. Fue una manera de canalizar otra parte expresiva de mi personalidad.
Yo no me visto como de otra época, sino que me pongo ropa que se usa hoy, pero que fue hecha en décadas pasadas. No estoy como si me hubiesen sacado de 1960 y me pusieron hoy, se trata de trabajar con tendencias.