Martín Seefeld: “La televisión argentina tiene una falta absoluta de recursos”

En la actualidad, el intérprete divide sus días entre la producción de contenidos y la actuación. Además, está inmerso en lo que será su vuelta a la pantalla chica

Nacido en Olivos en 1960, Martín Seefeld jamás pensó que el arte de la interpretación sería su profesión por excelencia; el lugar donde más cómodo se sentiría. Este hombre todo terreno inició sus primeros pasos laborales como vendedor de gomina, fabricante de camperas de cuero y también formó parte del trabajo diario en la empresa de su familia. Un día, a sus 28 años más precisamente, comenzó a incursionar como actor en diferentes éxitos inolvidables como Mi cuñado (1993), 

Poliladron (1994), Montaña rusa (1995) y Gasoleros (1998), entre otros. Con el transcurso del tiempo, el artista dio un salto que dispararía su carrera cuando incursionó en la producción ejecutiva del unitario Los simuladores (2001), ficción que marcó un antes y un después en la televisión argentina. Protagonizó este programa junto a Federico D’Elía, Alejandro Fiore y Diego Peretti, con quienes construyó una fuerte amistad que perdura hasta la actualidad.

Durante una entrevista cálida e íntima con este medio, Martín Seefeld se expresó sobre la carrera que construyó y opinó sobre la vorágine diaria de la televisión actual. 

—¿Cómo y bajo qué circunstancias te adentraste en la actuación?

—Desde chico estudié actuación. Después dejé de estudiar porque me enfoqué en el negocio familiar, que era una curtiembre. Seguí un poco esos mandatos paternos que uno tiene. También trabajé en un montón de cosas pero siempre sentí que lo que quería hacer, lo que más me apasionaba era actuar. Entonces dejé todo de lado para poder llevar adelante la profesión. 

—¿Cuál es tu mirada crítica sobre la actualidad de la pantalla chica?

—Considero que la televisión argentina tiene una falta absoluta de recursos. Nosotros tenemos que tratar de hacerla crecer y para eso tenemos que lograr que se pueda convertir en una industria sustentable. Tiene que haber más producción nacional, y eso es algo que se puede lograr a través de un trabajo consensuado, serio, profundo. Nada es imposible con esfuerzo y perseverancia. Creo que tenemos un excelente potencial televisivo, actores maravillosos y contenidos de calidad, dentro de los presupuestos que se tienen. Sin embargo, a veces se hace difícil competir con el mundo exterior porque la hora en la televisión argentina es mucho más barata que en otros países. 

—Con tantos años transitados en el medio, ¿qué vínculo construiste con el público?

—Cimenté una relación de cariño y de respeto. Siempre traté como actor de ser muy profesional y hacer las cosas lo mejor posible, desde lo más profundo de mi corazón. Además, cuando tuve la oportunidad de producir siempre intenté hacer contenidos que pudieran entretener pero a la vez dejar un mensaje que haga pensar a la gente, y gracias a Dios me ha ido bien. Lo mismo sucedió cuando tuve la oportunidad de conducir, porque me permitió poder acercarme a gente interesantísima e importante y pude mostrarme desde otro lugar. Uno siempre intenta hacer algo diferente y de la mejor manera posible. La verdad es que conmigo esta profesión ha sido muy generosa. Me siento muy agradecido por todas las cosas que me ha dado: continuidad laboral, amigos, también me ha mimado a través de diferentes premios. En síntesis, me otorgó cosas que jamás había soñado y hoy siento que estoy en un buen lugar, a veces con más trabajo, a veces menos, pero eso es algo propio de la carrera. 

—Hiciste televisión, teatro, cine. ¿Cuál es tu preferido?

—La tele y el teatro me apasionan. En cambio, en el cine no he tenido el desarrollo que me hubiera gustado tener. Pero bueno, también esas son cosas que se van dando, porque a veces uno las busca y no suceden, pero siempre se tiene la esperanza de que todo se va a dar de la mejor manera. En mi caso, hasta ahora, hice muchas cosas pero quiero profundizar en el séptimo arte y tener un desarrollo más amplio, más grande.

—Para este año, ¿qué te traés entre manos?

—Por el momento estoy trabajando en la elaboración de proyectos. Tengo muchas ganas de continuar inmerso en la producción y seguir creando historias. Ahora estamos con una telenovela pero veremos de qué manera la llevaremos adelante y dónde. Fundamentalmente, estamos colaborando para que las cosas estén lo mejor posible dentro del medio.

—¿Hiciste amistades trabajando en el medio artístico?

—Soy un agradecido porque todos los programas me dejaron amigos. Tengo una hermandad con Federico D’Elía, una amistad con Diego Peretti, Fernando Sureda, Pablo Echarri, Ludovico Di Santo, Damián De Santo y Mónica Antonópulos, entre otros. 

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