entrevista

Mercedes Morán e Imanol Arias juntos por primera vez en el teatro

A días de subirse al escenario repasan un vínculo de admiración y respeto que los llevará a trabajar en Argentina y en España.

Mejor no decirlo es el nombre de la obra con la que por primera vez Mercedes Morán e Imanol Arias se subirán juntos a un escenario. Dirigidos por Claudio Tolcachir, desde el próximo viernes, en Paseo La Plaza (CABA), hablamos con esta dupla soñada para conocer más sobre su encuentro arriba y abajo del escenario.

—¿Cómo están viviendo la previa, los ensayos? Vi que están yendo al teatro, a comer, están haciendo planes más allá de y específicamente de la obra…

—Imanol Arias: Esto se trata de atreverte a jugar, jugar mucho porque la experiencia, el viaje, la estancia, el tener que ir allí tiene mucho de viaje, de una excursión en la vida, que creo que nos hemos permitido los dos, el de parar un poco, como si no tuviéramos futuro, o no fuera tan largo para un poco volver a la palabra y volver al juego con una pieza exquisita en ese aspecto y después de mucho tiempo relacionarnos, podernos encontrarnos y podemos compartir, aprender a comer juntos, a beber juntos, a ser exquisitos en eso, darnos ese gusto y aportar a la gente un poco de conversación privada, hay mucho barullo público, mucho ruido, mucho despiste, mucha presión a veces. Porque todo parece que cambia diariamente, o permanente, como las aspas de un molino que se mueven, pero que realmente nos hacen ese efecto. Bueno, la propuesta es salir.

—Mercedes Morán: Yo tenía muchas ganas de hacer teatro desde Ay, amor, como hace seis años, prepandemia y entonces apareció este material que me pareció muy atractivo, un poco lo que te decía Imanol, son unas conversaciones, no es una obra formal, son como escenas y conversaciones o discusiones que tiene esta pareja donde el decir, el cómo decir, es importante, entonces es muy bonita. Es un matrimonio de gente ya madura, que viene de toda la vida, que tenemos una familia ensamblada y me gusta este mensajito que de alguna manera siento que remite la obra, que es esta necesidad de ser honestos a una altura de la vida, de no meter debajo de la alfombra, pero queriendo encontrar la manera de ser honestos y que esto no sea disrruptivo. Estar aprendiendo a decir. Es una comedia, francesa, por lo que tiene mucho de la idea y la cosa intelectual del teatro francés, no es una comedia de enredos o vodevil, mis ganas de trabajar con Imanol, que son muy antiguas, nos venimos viendo.

—¿Nunca habían coincidido?

—MM: Nunca, y también Imanol con las ganas de correrse por temas personales de la zona de confort que da el cine y las series, y asumir esto que es un riesgo, en este momento y en este país, nos estamos divirtiendo mucho y con Claudio, que es el director ideal para este material, así que nos está resultando muy lindo profesionalmente y nos estamos conociendo y disfrutándonos, Imanol es alguien muy querido por la gente y los actores, así que llama Nacha Guevara o Cecilia Roth y allá vamos.

—IA: Me están devolviendo un poco a la casa.

—Después, cuando Mercedes vaya para allá, vas a tener que hacer lo mismo…

—IA: También es muy sencillo.

—MM: Y en eso estamos, ya con los nervios previos al estreno. La gente te dice cómo puede ser que tanto tiempo todavía sientan nervios, sí, por suerte, el día que no estemos nerviositos ahí hay sospechar, así que la verdad disfrutando un montón de este trabajo.

—Es interesante que aún se animan a salir un poco de la zona de confort...

—MM: Sí, es un texto muy accesible y creo que también tiene mucha actualidad. Creo que la identificación va a ser inmediata porque las cosas que se discuten, los temas, me parece que son los temas que se están discutiendo con los hijos, con las parejas, con los padres, con los amigos y esta cosa de dos caracteres un poquito excesivos en la rosca que tienen hace funcionar a la comedia, sino no sería una comedia. Bueno a muchos actores nos sucede que, cuando estamos en una zona de confort, necesitamos un poco salirnos, para no para no sentir que ya nos sale automático, al que le tememos tanto cuando siento que esto ya está probado, necesito otra cosa.

—IA: En mi caso, es que he cursado una materia con mucho éxito, pero ha durado 22 años.

—MM: Imaginate Gasoleros 22 años…

—IA: Creo que hay algo de esa historia que ha estado muy presente en la historia de esa familia que dialogaba con el pasado de España. En este caso, el texto propone que hablemos de todo, pero aprendamos a hablar de todo, no hablemos de una manera coyuntural, no hablemos porque necesitamos pulsar algo para ganar algo, sino porque cae la pieza y cuando cae la pieza se abre y, en ese sentido, es muy accesible y para nosotros tremendamente técnica, también, que es un alivio como intérpretes de nuestro arte, que es tener una capacidad de escucha, que nos escuchen con deleite, y esta pieza es muy jugosa para eso porque cuando uno se pone a hablar en serio y define las cosas los matices salen y de tanto repetir los matices se produce la comedia porque volvemos un poco a la juventud y a la niñez, a esta edad el espectador va a volver a cuando el joven se empeñaba en diferenciar porqués.

—Quiero que me cuente cada uno ¿qué es lo que más le gusta de él y de ella?

—IA: Voy a empezar yo para darle tiempo a ella porque seguro remata estupendamente, a mí lo que me fascina, dentro de un marco general de respeto tremendo, sensación por el talento actoral y teatral y cinematográfico en Argentina que es absoluto, yo me siento un privilegiado y dentro de eso hay personalidades que conllevan una experiencia en tu vida, además de conseguir trabajar con ellas, primero el confronte, el cruzarse, el mirarse, el llegar a sentir lo que piensa en cada momento y luego el conocimiento de esa figura dentro de este patio del que yo me siento, patio de un colegio muy prestigioso de gran nivel donde entras y no te ponen a la última de la cola para esperar la entrada a la cancha a darle cuatro patadas a la pelota y ella es una mujer muy inteligente en ese sentido, es muy acompañante, es muy lista, tiene un filo muy directo, es una zona como actriz que se la banca y luego además, como en lo más particular, estamos viviendo una etapa de padres que compartimos mucho y eso también suma mucho.

—MM: Yo siempre cuento que, cuando debuté en teatro, que es para mí un hecho inolvidable, estaba Imanol en la platea, que en mi estreno, en mi primera obra lo tuviera de espectador fue único y ha pasado el tiempo y hoy poder compartir estas oportunidades que a veces la vida te ofrece, feliz agradecida que haya venido y que haya venido de la manera que vino, con la predisposición que tiene y estamos aprovechando todas estas circunstancias de encuentro, donde tomas del otro, donde estás con una cercanía que probablemente, en la vida, no tengas esa oportunidad de poder mirar a los ojos y entender su pensamiento y armar los personajes y lo que siempre te une desde este trabajo que uno trabaja con los materiales de la vida, entonces, por la pareja que conformamos, nos toca hablar de nuestras parejas, de nuestras exparejas, de los hijos, los temas de los que hablamos son los mismos temas que discutimos en escena y en la vida.

La dupla reflexiona sobre el difícil momento de la cultura en el país

—Estamos viviendo un momento muy complicado en el país, ustedes están inmersos en la obra y los ensayos, casi como una burbuja, poder conocerse en el escenario y abajo también, pero ¿cómo lo están atravesando?

—Mercedes Morán: Uno de los motivos por los que yo elegí hacer teatro y busqué una comedia fue porque necesitaba, por todo esto que decís, salirme creativamente y claramente necesito escuchar risas y en lo posible tener el privilegio de intentar provocarlas, he hecho comedias, sé lo que eso significa, lo sanadora que es esa energía y creo que en parte de esas necesidades sale esto de poder escaparme de una realidad que está siendo muy hostil, que a mí personalmente me da mucho miedo, mucha angustia y, bueno, saber que por unos meses vamos a tener esta maravillosa posibilidad de meternos en un túnel con otros tiempos, en otra realidad, y poder hacer lo que hacen los actores, inventar una realidad imaginaria que sea mejor que la que me está tocando vivir.

—Imanol Arias: Tengo mucho respeto por lo que pasa, aunque me sienta muy de aquí, no soy de aquí, y vengo también de un país donde hay un desconcierto, pero también, si se me permite con todo el respeto, veo que de momento alguien solo se ha encontrado con una autovía bastante bien hecha. La otra autovía tiene que confrontar con eso y la veo con problemas de peaje, hay parones, hay bifurcaciones que no sabes muy bien por qué se les desvían hacia allí y eso requiere tiempo y, sin embargo, la otra va muy rápida. Es una situación muy dura entonces, pero todo sigue el mismo plano. Y esto lo digo con respeto, con mucho cuidado porque no puedo tomar partido públicamente.

Noticias Relacionadas