entrevista

Mirta Wons: “Si no te divertís, no divertís a nadie”

La talentosa actriz se sumó a uno de los éxitos teatrales de los últimos tiempos y debuta hoy en lo que será su primera temporada en “La Feliz”.

Desde hoy, de martes a domingos a las 21.30, llega Perdida Mente al Teatro Atlas de Mar del Plata, con Leonor Benedetto y Ana María Picchio al frente del elenco y la incorporación de Iliana Calabró, Emilia Mazer y Mirta Wons. Justamente, con esta última hablamos antes del estreno para conocer más detalles de su participación en el espectáculo de Mariela Asensio y José Maria Muscari.

—Contame un poco, primeras horas en Mar del Plata, ¿cómo estás viviendo la previa al estreno?

—Y yo primero reencontrarme con Mar de Plata en verano, porque siempre desde muy chiquita hasta el día de hoy, vengo todos los años en invierno. Es una ciudad que yo amo y la disfruto en invierno y siempre en el mismo lugar, en el mismo hotel, o sea, la ciudad la conozco, pero como la palma de mi mano y es la primera vez que vengo en temporada de verano, o sea, es mi primera vez en temporada, siempre hice en Córdoba, y amo Córdoba, pero estaba esperando hacer algo acá antes de morirme, así que acá estoy para Perdida Mente, una obra hermosa, una comedia muy muy hermosa y muy profunda, que se hace por segunda temporada en Mar del Plata, con parte del mismo elenco, porque están las gloriosas Leonor Benedetto y Ana María Picchio, cada uno con una Estrella de mar, bien ganada por esta obra, y este año nos incorporamos Iliana, Emilia y yo desde Buenos Aires, así que feliz, muy ansiosa y expectante con estrenar hoy.

—Además, vas a pasar las fiestas en la Ciudad…

—Sí, Año Nuevo sé que lo voy a pasar con algunas compañeras de elenco y estoy muy contenta, estoy como abstraída un poquito del infierno y lo que está pasando, y es una cosa muy nueva para mí, que bueno me moviliza Mar del Plata. Además venimos con las entradas congeladas, y si bien todo se fue a las nubes, la salida del teatro es más atractiva aún porque vos decís bueno, acá me cuidaron y venir a ver una comedia como Perdida Mente, donde tenés garantizada la risa, pero la risa inteligente, no es una comedia liviana, y donde se trata un tema que podría ser difícil realmente, que trata sobre el Alzheimer, donde una jueza de la Nación a la que se le diagnostica Alzheimer y qué pasa a partir de eso con sus relaciones, con sus mujeres más cercanas, su hija, una adolescente tardía que viene con muchos reclamos, su asistente, mucama, confidente, su abogada, amiga, medio representante legal, medio truchelli, y su hermana, bastante resentida, medio floja de papeles emocionales, que soy yo, y qué es lo que pasa, esta palabra que ahora se usa y que me gusta que es que te interpela sobre las relaciones, ¿vos quién sos además de no reconocerte, te reconoces como un afecto, yo te reconozco realmente como alguien importante en mi vida, vos sos mi hermana, sos mi madre, sos mi amiga? Todo esto dicho en un tono de comedia que es hilarante y también por supuesto que tiene sus tintes emotivos. Hay una gama de emociones muy fuertes y sobre todo lo que a mí más me gusta de esta comedia es el equipo que hacemos abajo y arriba del escenario. Yo creo que esta obra gusta tanto y ya es un éxito por la química también que tenemos, ya está bien escrita, bien dirigida, pero la verdad, las cinco tenemos una muy buena química y nos divertimos y comemos y charlamos profundamente. Perdida Mente empieza antes, en los camarines, es muy divertido.

—En el elenco anterior hubo algunas rispideces y no estaba esta química que estás hablando…

—Somos profesionales, y más allá que todos tenemos nuestras cosas, somos profesionales y estamos preparadas para elaborar ante la adversidad también sin entrar en detalles personales que además desconozco totalmente. Entonces habiendo una buena química, cuando te divertís, cuando trabajas duro, cuando estudias, cuando admiras a tus compañeras, las admiro arriba y abajo del escenario, entonces está todo dicho. A mí esta obra me resulta sanadora. Hay algo que tiene esta obra por la cual me gusta hacer la función y siento que no repito nada, qué es lo mejor que le puede pasar un actor o una actriz, que se regala en el escenario, sentir que no repite, que no vamos a hacer de taquitos nada y la vivimos arriba del escenario, entonces eso, para quienes nos dedicamos a la actuación, lo digo genuinamente, me hace feliz, y es lo que se transmite a la gente, que sale muy agradecida, doblada de la risa. Yo como espectadora cuando voy a ver teatro, porque yo veo mucho teatro, cuando yo veo y me doblo de la risa y no estoy pendiente de las cuestiones técnicas es porque me entregué. A mí me gusta ser espectador y cuando la vi me atrapó, yo la vi en el estreno sin saber que algún día sería parte, y estaba doblada de la risa, digo esto es genial y mirá las cosas del destino, más genial todavía es hacerla, así que muy contenta, de primero, laburar con Leonor Benedetto, que nos habíamos conocido en una entrevista que ella me hizo para un programa que hablábamos del chocolate, y fue una de las entrevistas más lindas que hice en mi vida, nunca había trabajado con Ana María y es un personaje maravilloso, es una mujer divina, divina, es una cosa de una energía genial, Iliana, que es una mujer hermosa por donde la mire, generosa, buena compañera y yo creo que el trabajo actoral que está haciendo Iliana es fantástico, es muy buena actriz, y lo que pasa es que, nos pasa a todos, muchas veces somos encasillados en un rol, y ella está saliendo de su zona de confort y está pelando una actuación increíble y de Emilia no me sorprende para nada su enorme ductilidad. Yo a veces me quedo mirando atrás de patas y me sorprendo. Así que de veras es muy muy bueno laburar así relajada y a la vez concentrada, divertida, porque si no te divertís, no divertís a nadie. Salimos divertidas a la cancha, haciendo algo que no es pasatista, es entretenimiento, pero se van a la casa pensando algo.

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