Entrevista exclusiva
Nacho Gadano: “Me encanta ser un actor que hace de todo”
El talentoso intérprete, tras una temporada veraniega exitosa presentando la obra Perfectos desconocidos, ahora protagoniza una película en la que se narra el complejo momento de los vínculos en tiempos de vacío y multiplicación de pantallas.
En Encontrados, de Diego Musiak, que llega el próximo jueves a Cinear, Nacho Gadano compone un personaje diferente en una película reflexiva. Diario Hoy dialogó con el actor para saber más de su vida en pandemia y proyectos.
—¿Cómo vivís el estreno online dentro de esta situación extraordinaria?
—Siempre en un contexto tan desfavorable es muy reconfortante estar produciendo, estrenos, streaming, me siento privilegiado que se estrene una película que protagonizo. Después el tema del formato, que no es presencial y en una sala, como tradicionalmente era, me hace pensar que es un problema que una propuesta tan atractiva, donde uno tuvo un compromiso grande, que no llegue al entorno de una sala, el contacto con el público, que es tan necesario. Es contradictorio, por un lado feliz por el estreno pero por el otro esto que el cine no es lo que es, así como el teatro, el cine también pide presencia, estar en una sala con gente alrededor es una gran experiencia, que no es posible en este contexto.
—En breve se dice que abren los cines…
—Ojalá, es una película que es un hallazgo, muy artesanal, con una historia concentrada en un country, con pocos personajes, con escenas muy intensas y se fue armando una cosa muy buena con todos los elementos para verla en sala y vivenciarla.
—Antes de la cuarentena venías con Perfectos desconocidos de la temporada, ¿te cortó algún proyecto la pandemia?
—Con la obra íbamos a salir de gira, teníamos en abril fechas en la Patagonia, e íbamos a ir a la calle Corrientes de nuevo, si bien es una obra que ya tuvo una versión con otro elenco y como nos fue muy bien en Carlos Paz se había pensado llevarla una vez más al teatro. El año lo tenía más o menos planificado con este proyecto teatral, independientemente de cosas que podían aparecer en cine y televisión.
—¿En qué soporte te sentís más cómodo, cine, teatro, televisión?
—Me encanta ser un actor que hace de todo, he estado en todos los géneros y en todos me sentí cómodo en la medida que sienta afinidad la gente involucrada en él. Para mí es clave las relaciones humanas, poder tener un ida y vuelta con el otro, alimentarte de él o de ella, más allá del resultado, que a veces es muy bueno y otras no, y lo lúdico del proceso no se ve reflejado a veces en una función, programa o película. Es clave cómo siento el proceso, durante la producción del hecho artístico, eso es en definitiva lo que nos conmueve y convoca, y si el resultado del proceso termina siendo gozoso para el espectador es ideal, pero no siempre sucede.
—¿Cómo te llegó el guion y qué te gustó de él?
—Es un doble desafío, me sentí muy honrado cuando el director me llamó para protagonizarlo, y por otro lado estaba abierto y eso me cautiva y seduce mucho. Evidentemente los actores tenemos mucho para decir, opinar, entregar, y hay veces que el guion no permite eso o porque el director tiene una mirada muy estricta sobre el oficio del actor. No he hecho mucho cine, pero el que tiene mucho oficio evidentemente trabaja con los mismos directores porque necesitan la certeza de plasmarlo. Fue una experiencia enriquecedora y cautivante, acá el director tenía apertura, contando cosas que no se cuentan generalmente en el cine, algo existencial y al mismo tiempo una historia pequeña, con muchas historias dentro de la historia, eso es un logro, cada uno se irá por la empatía por algún lugar de lo que ve. En el caso de mi personaje, un financista que se enamora de la chica del blog de turno, está muy solo, se ha quedado aislado manejando dinero virtual, justo filmamos al fin del gobierno de Macri y eso estaba evidente, un financista planteaba muchas situaciones y entre ellas el vacío, porque había hecho todo con el dinero y se encuentra con el amor de una pareja, y en ese contexto aparece un hijo que no había reconocido y sabe que le cuesta mucho reconectar con los vínculos, por su propia desconexión de todo. Todo esto dentro de una historia sencilla de triángulo amoroso con un final abierto. En un cine muy artesanal hay más posibilidades de jugar con las emociones y los personajes.
—En un punto toca un vacío asociado a la gestión gubernamental anterior, de casas impolutas, vínculos vacíos…
—Totalmente, y podría haber sido un policial, pero el director decidió poner acento en las situaciones afectivas y existenciales de los personajes, sin ser pretenciosa, eso proponía y uno iba hacia allí, dónde estoy parado, qué estoy haciendo, superando al policial, transformándose en una mirada sobre la vida vacía de gente que produce dinero “hueco”, y eso genera en mi personaje un vacío, y desde ahí los que los rodean también se plantean sus propias vivencias y qué quieren en sus vidas.
En medio de ese gran vacío, de la casa del financista, uno no sabe para dónde sale disparado el asunto, algunos podrán más, otros menos, aparecerán las miserias o las virtudes. Para mí es una película de corte filosófico en un punto.