“Nuestro trabajo es un ejercicio de amor ”

Los músicos adelantaron su próximo show en La Plata, en el que presentarán Las antenas, su último material discográfico. Este disco vio la luz a mediados de 2016 y ya cuenta con dos hits

La sala del Coliseo Podestá de nuestra ciudad será el escenario para que el próximo 6 de mayo Estelares presente su más reciente material de estudio: Las antenas.

“Volver al Coliseo después de mostrar el disco por seis o siete meses y presentarlo en este precioso lugar de la ciudad que nos vio crecer nos pone muy contentos. Nos excita, nos inspira. Somos una banda que está todo el tiempo de gira y por eso nos cuesta reunirnos a ensayar, especialmente para los recitales. Tenemos la fortuna de que tocar seguido haga que los temas estén bien calientes, así que ajustaremos algunas cosas y después, derecho al escenario”, anticipan desde la butaca del Coliseo, Manuel Moretti (voz) y Víctor Bertamoni (guitarra) en una íntima entrevista con Hoy.

—¿Qué repercusiones trajo el nuevo disco?

Víctor Bertamoni:—Hace seis o siete meses que ya está girando y ya estamos presentando el segundo corte de difusión (¿Quién no se ha besado en Mardel?). La primera canción que sonó en radio, Es el amor, cumplió con todas las expectativas porque fue una buena carta de presentación para Las antenas. En lo global, el disco nos dejó muy conformes y gratamente sorprendidos por el sonido que se logró con Mariano Bilinkis y Juanchi Baleirón en producción y técnica, estamos más que contentos con el resultado.

—Están girando por todo el país, ¿cómo vienen experimentando ese proceso?

Manuel Moretti:—Desde 2003 estamos de gira y hace dos o tres años empezamos a viajar fuera del país, lo que fue toda una novedad. 

Hasta ahora habíamos salido muy poco, tan solo unas fechas en España. Ahora empezamos a ir a México, Estados Unidos, Chile, Colombia, Perú. Nos gusta mucho eso y lo combinamos con los shows en el país, acá ya estamos entrenados. 

Por eso este disco merecía al Coliseo, creo que Las antenas necesitaba tener una presentación de este estilo.

—¿Qué implica para ustedes tocar en un teatro y particularmente en el Coliseo?

VB:—Cuando nosotros empezamos a tocar, nos presentábamos para 50 personas, como mucho, en lugares pequeños. Hacer una presentación en este teatro era como un sueño. Estelares ha crecido, tenemos una trayectoria que nos permitió que el teatro nos abriera las puertas y es un placer que así sea. Particularmente cuando empezamos a ensayar yo vivía acá a la vuelta y siempre venía al Coliseo a ver a grandes artistas. Acá vi a King Crimson, a Pugliese, artistas muy dioses. Es increíble que Estelares pueda tocar acá, acceder a este lugar tan lindo que tiene la ciudad.

—¿Les genera otro desafío tocar en lugares donde generalmente no lo hacen las bandas?

MM:—El formato teatro nos gusta, nos genera otro tipo de concentración, porque la gente tiene otro tipo de atención. En un boliche te estás moviendo, yendo a la barra a buscar un trago. Acá se logra otro ambiente porque la atención está toda pues­ta en nosotros. En salas así tan lindas, yo creo que todos entramos en un trance, tanto público como banda. Es otra experiencia.

—¿Cómo manejan su crecimiento y el reconocimiento del público?

MM: —Como todo, fue paulatino. La banda explotó con el cuarto disco Sistema nervioso central, pero ya con Ardimos había cierto reconocimiento. Estaba buenísimo que la gente conociera las canciones, pero no sabía qué era Estelares. Pasó con Aire, Ella dijo, Un día perfecto. Ahora, después de un tiem­po, ya nos identifican con nuestra música, y como todo fue así, aprendimos a tomar con tranquilidad el reconocimiento y el mimo. Es alucinante el trato que las personas tienen con nosotros. 

Nuestro trabajo es hacer canciones, grabarlas e interpretarlas en vivo. Es un ejercicio de amor, y que la devolución de los fans sea tan cariñosa es alucinante. Por ahora la fama nos deja vivir bien. Salvo porque yo le tengo pavor a los celulares por la cantidad de fotos que nos sacan en los shows, pero para eso tendré que hablar con los in­ventores de los celulares con cámara, porque me hacen sufrir un montón (risas).

Las antenas: canciones de hoy, ayer y siempre

El nuevo material discográfico de Estelares continúa el crecimiento de la banda, aunque a diferencia de discos previos, Las antenas retoma melodías y temas que quedaron en “el tintero” de los músicos.

“Este disco tiene una particularidad. Se juntaron en la sala de ensayo, a la que volvimos después de mucho tiempo, canciones de diferentes épocas: las más nuevas del año pasado y las que trajimos, como Mañana, un tema que tocábamos en Peregrinos en 1991, Los lagartos mueren en familia, que compuse en 1998 y que andaba dando vueltas por ahí; otra instrumental de Víctor, una preciosa balada de Pablo que se llama Usted, y Compró flores, que yo tenía guardada”, dijo Moretti.

“La característica de Las antenas es que todas estas canciones que son de diferentes épocas terminan confluyendo en un disco y dándole una personalidad que no estaba planeada. La sala de ensayo, el laburo de Juanchi y la banda, el alucinante sonido que estamos logrando por hacer tantos shows en vivo hicieron que canciones de diferentes épocas entren en un disco y sean como un todo homogéneo a pesar de que son de diferentes universos”, agregó el músico.

Clips modernos

Estelares sigue con su tradicional método de convertir hits en imágenes. Es el amor y ¿Quién no se ha besado en Mardel? son sus últimas muestras en pantalla. Con su último clip, el grupo superó la veintena de videos oficiales, dejando muy atrás su primer producción audiovisual: Suena el timbre, de 1996.  

“Mar del Plata es la postal veraniega de la clase media argentina, la ciudad Feliz a lo largo de los últimos 60 años. ¿Cuántos termos de mate y sombrillas protegieron del sol a los millones de universos familiares y de amigos que vivieron en sus playas? (…) ¿Cuántos amores de verano se gestaron en Mardel? Pareciera que muchos (...), entonces, ¿quién no se ha besado en Mardel?”, explica Moretti sobre su última puesta en escena, acompañada por imágenes de La Feliz.