Paloma del Cerro: soltar tiene recompensa

La artista abandonó su cómoda situación laboral en cine y publicidad para dedicarse por completo a la música. Hoy es una de las cantautoras con más proyección del país

Paloma del Cerro nació como Paloma Kippes, pero con el tiempo fue librándose de su apellido y de gran parte de su vida  para convertirse en una de las voces latinas más importantes de los últimos años. Ese proceso no fue de la noche a la mañana, sino que estuvo lleno de matices, experiencias y elecciones de las que se hizo cargo a lo largo del camino y que la llevaron a que hoy la música se haya convertido el centro de su vida.

“La música es un medio de transformación muy fuerte, al cantar se rompe una estructura y se conecta con el corazón”, supo decir en su momento esta artista que ya estuvo nominada a los premios Gardel y que tiene en su haber dos grandes discos: Para bien y Gozar hasta que me ausente. 

La cantante, que fusiona ritmos ancestrales con herramientas de sonido digitales que la tecnología ofrece, vuelve a La Plata para dar un recital hipnótico que invita al baile, la alegría y la reflexión. Una nueva experiencia de folclore donde lo andino y lo amazónico se mezclan con el dub y el drum & bass, enmarcada en la voz cautivante de Paloma, quien posee una de las presencias escénicas mas imponentes de Latinoamérica. El show será hoy en calle 39 entre 6 y 7 nº 589, a partir de las 21. Pero antes de presentarse en la ciudad, Del Cerro visitó la redacción de diario Hoy y habló sobre sus inicios, sus influencias y experiencias con el público.

—¿En qué momento te iniciaste en la música?

—Canto desde muy chica. Pasaron los años y luego de un gran proceso evolutivo nació Paloma del Cerro.  De ahí surgieron mis dos primeros discos, que quedaron nominados ambos a los Premios Gardel. Me fui dando cuenta de que todo esto es lo que me llena, me alegra, me gusta hacer. Disfruto muchísimo mis conciertos y enseñar a cantar.

—¿Cuáles son tus influencias ?

—Me gusta mucho Ludmila Carpio, que es una artista de Bolivia. Siempre escucho música latinoamericana. Me siento influenciada por varias fuentes.

—A lo largo de tu carrera te has presentado en una infinidad de países, ¿cómo reciben tu trabajo?

—Acabo de llegar de México y de Colombia, y me fue muy bien. Mi propuesta siempre es bienvenida, es un proyecto bien latinoamericano. Considero que en estos tiempos el arte tiene que colaborar, porque son momentos fuertes para el mundo entero y para la humanidad. 

Entonces siento que este espacio que tengo es de alguna manera para aprovechar: el hecho de observar algunos lugares y como artista manifestarlos en canciones, para preguntarnos para qué estamos en esta tierra. 

En cuanto a la relación con el público, es muy lindo ir a otro país y que canten tus temas. Eso me inspira el corazón. Hace poco me llegó un video de unos niños bailando una canción mía en plena selva mexicana. Ahí es donde me pongo a pensar y digo: qué lindo que sucedan este tipo de cosas y que mi arte se despliegue. 

—Te dedicabas a la producción de cine y televisión y dejaste todo por la música, ¿a qué se debió ese proceso?

—Sucedió que en un momento dije que no a ese presente e inicié mi siguiente vida. Considero que uno va mutando, mira para atrás y dice ¡guau! todo esto pasó. Así que de esta manera solté todo y decidí dedicarme solo a la música. 

—¿Cómo será tu presentación en La Plata?

—Vengo seguido porque me encanta. Voy a estar tocando dos temas de mi nuevo trabajo discográfico, que se está haciendo muy de a poco. 

Además, estaré con una nueva formación. Espero que les guste, porque pongo mucho esmero en cada detalle de mi música. Siempre estaremos enfocados en el baile y la celebración. 

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