Richard Coleman y el culto al rock

Exintegrante de Soda Stereo y Los 7 Delfines, gran amigo de Gustavo Cerati, tocó con los grandes de la música pero siempre esquivó la fama. Llega a La Plata con un recital acústico, dispuesto a dar el siguiente paso 

Richard Coleman era el cuarto Soda, pero renunció justo antes de que el fenómeno explotara. “No me arrepiento, sería como el efecto mariposa (donde cada detalle cambia el futuro). Andá a saber cómo estaría hoy. Yo ahora estoy muy bien”, dijo el músico, que acaba de editar F-A-C-I-L, un disco “bailable” con el que busca sacarse el mote de “artista de culto”. 

Reconocido por sus pares, tocó con Charly García, Luis Alberto Spinetta y Andrés Calamaro, pero lo masivo siempre le fue esquivo. Construyó su propio camino como solista, más personal. Camino que lo trae a nuestra ciudad (domingo, a las 21, en diagonal 78 entre 8 y 61) con un recital acústico. En una charla con diario Hoy habló del show, pero también de su amistad con Gustavo Cerati, de su antigua banda, Los 7 Delfines, de la cumbia, de las pasiones, del rock y de la “zona de confort” de la que siempre quiere escapar. 

“Llamame en diez, que estoy llevando a mi nena al colegio”, se escuchó del otro lado del teléfono. Primer intento fallido, Coleman tiene claras sus prioridades. 

Ricardo Osvaldo es de familia inglesa (de ahí su apodo), pero tiene la simpatía porteña y la sencillez de un artista que siempre le escapó a la figurita de estrella, al ídolo. “Me la jugué por otro lado”, confirmó 10 minutos después, manos al volante, recorriendo el barrio y su carrera con la seguridad de saber a dónde quiere ir. 

“Hace un mes fui a ver a Mostruo! a La Plata y estuvo buenísimo, me gustó la onda del lugar, y me pareció bien salir del círculo aburguesado del rock. Para uno, que empezó a tocar en lugares más cómodos, es bueno ir a un antro rockero”, contó el cantante, elegido como uno de los mejores guitarristas del país por la revista Rolling Stone. 

“A veces siento que se aburguesa un poco el público, no yo. Les gusta estar sentados, que le sirvan algo rico, y yo no comparto la gastronomía en el rock, no me va. Pero hay que adaptarse a los nuevos tiempos”, agregó, simple y concreto. 

Su último disco es considerado uno de los mejores del año por algunos críticos, y un riesgo innecesario por otros. Coleman está contento con esa provocación, con correrse de ese lugar de culto, del personaje que ha construido. En sus palabras, “lo de artista de culto va más allá de mí, pero me jode cuando al público se le achica el cerebro por eso, cuando se queda en una sola cosa. Me gusta que me sigan a donde voy, no que se queden con un personaje. Soy más que eso a esta altura de mi carrera, he hecho de todo”. Así pues, no siente “nostalgia” por Los 7 Delfines, la obra cumbre de su largo recorrido. Está feliz con su presente, tiene “un buen álbum” y una banda que “suena bien”.

Así es Richard, con ribetes intelectuales, de finas influencias musicales. Aseguró no conocer a Antonio Ríos o Chico Trujillo, no sabe de cumbia ni de ritmos latinos, pero tiene su costado meloso. “Es una grasada, pero Eros Ramazzotti me encanta. Es un groso, cuando lo escucho, lo disfruto, lo canto y me río”, confesó, cómplice. No juega al fútbol, le gusta ver películas y leer, pero reconoce en la música a su único amor, porque “no puede haber muchas pasiones en la vida”. 

Extrañar a Cerati, todos los días

Al ser consultado sobre su entrañable amistad con Gustavo, el músico recordó: “Compartíamos muchas cosas, teníamos largas charlas, hablando de nuestras parejas, de cómo nos sentíamos en el amor. Teníamos una relación linda y de muchos años, muy duradera. Gustavo era un fanático de la Playstation. Era un gran jugador, un animal, se pasaba horas frente a la consola. Cuando estábamos en la época de Ahí vamos (nombre del disco de Cerati editado en 2006, y también de su posterior gira, de la cual Richard fue parte), se armaban torneos, pero yo era malísimo”. 

“Hoy le preguntaría qué música está escuchando. Lo extraño, todos los días un poco”, cerró quien compartió con el legendario artista bandas, proyectos y gustos musicales.