Entrevista exclusiva

Rita Cortese: “Tuve todos los vicios que puedan imaginar”

La multifacética artista, que formó parte de éxitos televisivos y teatrales,  busca cautivar al público a través de sus interpretaciones musicales 

Gracias a tres décadas de profesión y a su inigualable recorrido artístico, Rita Cortese recibió distinciones y elogios de la crítica especializada.  Supo desplegar sus dotes en diferentes medios, como el papel protagónico en el aclamado filme Relatos salvajes o su labor televisiva en El sodero de mi vida, que la hizo ganadora de un Martín Fierro. Ella es la musa de los lenguajes artísticos, que deja su estela de encantos cuando interpreta boleros y baladas en sus giras por el país. 

En una entrevista cálida con este medio, la artista reconoció: “Siempre fui feliz con la profesión”. Además, relató algunos aspectos íntimos de su vida y adelantó detalles de su próxima presentación en la ciudad de La Plata.

“La actuación es una forma de vivir”

Desde 1980 hasta la actualidad, la actriz continúa metiéndose en la piel de diferentes personajes. Transitó géneros como el drama, la comedia, el musical y la tragedia griega, rescatando “como prioridad” los valores del texto antes que  las “cualidades del personaje”. 

A pesar del largo camino recorrido, Rita va por más, ya sea por su curiosidad innata o por las asignaturas pendientes, siempre tiene algo en qué innovar.

—¿Cómo y por qué elegiste el camino de la actuación? 

—Con mis padres íbamos mucho al teatro, creo que eso repercutió muy adentro mío. Puedo decirte que cuando empecé a estudiar teatro ya no pude dejar nunca más. Hace unos años fui a cantar a Rosario y me enamoré de la ciudad. El río Paraná me pareció tan bello que pensé: ¡Ay, cómo me gustaría quedarme acá! Allí fundé mi escuela de teatro porque amaba ese paisaje. Estuve durante 5 años dando clases y tenía contacto con Griselda Gambaro (escritora y dramaturga argentina), de quien me hice amiga. Entre sus frases, una vez me dijo: La actuación es una forma de vivir. Y tenía razón.

—¿Qué momento de tu vida marcó un antes y un después? ¿Y de tu carrera artística?

—Todos los días de mi vida dejan una marca. En cuanto a mi profesión, en 1980, Maratón fue la primera obra que hice profesionalmente cuando integré la compañía teatral Teatro Payró. Ese grupo actoral surgió en el contexto de la última dictadura cívico-militar y marcó un momento importante. Fui militante ejerciendo mi arte, sin involucrarme en ninguna corriente política. 

—En tu extensa carrera, ¿tuviste algún vicio? 

—He tenido todos los vicios. Sin embargo, con el tiempo los fui dejando porque todo tiene un ciclo. En una de mis tantas separaciones me di cuenta de que tenía que cuidarme sola. En ese momento tuve una bronquitis aguda y me dije: Basta, se acabó. Ahí dejé todo.

“Canta, garganta con arena”

La presencia escénica de Rita y su profesionalismo son la garantía perfecta para cualquier producción. Es sabido que el trabajo artístico demanda tiempo, esfuerzo y cuidados y es por ello que Rita cuida su voz gastada de los cambios bruscos de temperatura. Su frondoso currículum no le quita los nervios antes de cantar ante un público ansioso y expectante.

—¿En qué momento te iniciaste en la música?

—En mi casa escuchaban tango y mis padres me enseñaron a cantar. Hacía shows en las casas de mis amigos, en los cumpleaños o reuniones familiares, como empezamos todos los que no somos músicos. Cuando me perfeccioné como actriz, empecé a cantar en las obras en las que participaba y así fue como perdí el miedo. 

—En tus presentaciones como cantante, ¿interpretás temas de tu autoría? ¿Cuál es tu preferido?

—No sé escribir nada. Las canciones de mi repertorio son de otros artistas. Sobre mi música preferida, no tengo una. Yo diría que hay algunas canciones de las que no me puedo desprender todavía o que no logro poder cambiar. Puedo mencionarte Ay de mí o Sabrá Dios, que las hago porque me encantan. 

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