Rosario Cervio: “El límite entre víctima y victimario es muy difuso”

La directora logra transmitir, sin golpes bajos, las atrocidades puertas adentro de la colonia.

Los sobrevivientes, Colonia Dignidad, es la serie producida por Boxfish que narra los crímenes cometidos por más de 40 años en Colonia Dignidad, una de las asociaciones criminales de las más poderosas en Latinoamérica. Rosario Cervio dirigió la serie documental de cinco episodios, que se encuentran disponibles en Prime Video, y con ella habló diario Hoy.

—¿Cómo estás llevando las primeras impresiones tras el proyecto estrenado?

—Con relativa tranquilidad, porque teníamos una preocupación importante que era cómo iban a recibir la serie quienes formaron parte de la misma, pienso en los interlocutores, porque es un tema todavía sensible entre ellos, de hecho hay problemas que no pueden solucionar, y probablemente no puedan solucionar nunca. Desde el momento cero nosotros habíamos advertido que íbamos a hablar con todos, y creíamos que se iban a revivir algunas rencillas, pero todos se sienten contentos, que la historia se contó, con salvedades, pero la recepción de ellos, con los que venimos trabajando hace años, fue buena.

—¿Cuánto tiempo llevan trabajando con ellos?

—Arrancamos a fines de 2017, cuando me llamó Diego Guebel para hacer un teaser, y desde entonces, pandemia de por medio, hablamos con colonos, excolonos, desaparecidos, chiquillos, los niños que fueron abusados en democracia. Fue un trabajo importante de investigación y de guión, y siempre en contacto con ellos para que no se sientan abandonados y olvidados,

—¿Se complicó hacer el recorte de entrevistados? ¿Hubo alguien que dijo que sí y finalmente no participó de la serie?

—Sí, nos pasó con muchos que en un primer momento accedieron a conversar con nosotros, porque no hacíamos entrevistas, porque no somos periodistas, los invitábamos a hablar, y eso aflojaba un poco la expectativa, pero luego se arrepentían, porque tenían miedo, y no querían hablar, y otros después más tarde accedían a hablar. Después aparecieron personas que según el guión entendíamos que podían servir para hablar de determinadas cuestiones, luego gente que apareció espontáneamente en el proceso de rodaje que tenían algo valioso para decir y los incluimos en el proyecto.

—La historia fue adaptada en varias oportunidades, en ficción y documental, ¿ustedes tenían en claro qué contar desde el comienzo?

—Diego Guebel ya había hecho en Punto.Doc o en La Liga un informe largo sobre la colonia hace unos años y nuevamente el punto de partida fue escuchar a todos sin preconceptos, y eso estuvo en claro desde el momento cero, y los advertíamos que íbamos a hablar con todos, algo que aceptaron desde la invitación. Había algo del planteo general, que tenía que ver con la ambigüedad de los dos polos que queríamos recorrer. Es muy difícil la historia de Colonia Dignidad, porque el límite entre víctima y victimario es muy difuso; hubo malos, los hubo, pero hubo otros colonos que actuaron así porque era la única realidad que conocieron.

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