Nota Exclusiva

Sebastián Wainraich: “Armamos un mundo donde podés ir a vivir”

El actor, conductor, guionista y humorista estrena en Netflix “Casi Feliz” serie que protagoniza y escribe los guiones. Diario Hoy habló con él para conocer más del programa.

Al frente hace años de Metro y Medio por la Metro, junto a Julieta Pink, incursionando en diferentes rubros televisivos, periodísticos y teatrales, el cine lo tuvo al frente de una comedia llamada Una noche de Amor, dirigida por Hernán Guerschuny, con quien formó a partir de esa experiencia una dupla creativa que hoy ve en Casi Feliz, serie de 10 episodios de Netflix uno de sus puntos más logrados.

Protagonizada por Wainraich, y con un elenco que incluye a Natalie Pérez (la ex), Santiago Korovsky (el productor), Hugo Arana y Adriana Aizemberg (los padres) y Peto Menahem (el hermano), en “Casi Feliz”, además, se verán participaciones especiales de figuras como Juan Minujín, Carla Peterson, Julieta Díaz y Adrián Suar.

El programa desanda los pasos de Sebastián (Wainraich), un conductor radial, separado, con hijos a la que la vida le da la espalda todo el tiempo y le pone obstáculos.

Cada episodio lo muestra por la ciudad, en sus rutinas diarias, deambulando y tocando temas como bullying, terapia, sexualidad de los padres, la vida en solitario, entre otros.

¿Cómo surgió “Casi Feliz” y por qué decidiste crearla tan cercana a vos? ¿Es autobiográfica?

Primero, con Hernán (el director) nos hicimos muy amigos, tenemos un vínculo más allá de lo laboral, nuestros hijos son amigos, nos fuimos de vacaciones juntos, y nos ofrecieron hacer una serie, lo pensamos y nos gustaba este mundo, con persona personaje, lo conozco, me siento cómodo, hice los guiones, él lo dirigió.

Con respecto a lo biográfico no sé qué decirte, me voy a tener que armar una respuesta. Todo es autobiográfico y de hecho si yo escribiera una serie para tres mujeres, también tendría elementos autobiográficos, o cuando vos hagas esta nota, en todos los niveles hay algo que pensé, o me pasó, o le pasó a alguien. Armamos un mundo, donde podés ir a vivir diez capítulos, y te olvides de lo que te rodea, porque vamos a estar sensibles e impactados por todo lo que sucedió.

 

Eligiendo a los compañeros de ficción

Es muy divertido pensarlo, con Hernán estábamos a las tres de la mañana tirando nombres en chats. Que Peto sea mi hermano era un sueño. Mucha gente se adaptó a las fechas, porque era sólo un día de rodaje. Natalie cerró por todos lados, actúa bien, canta bien, es simpática, tiene mucho oficio y podía generar algo de la ex mujer que supera la situación y se transforma en su amiga, que es una pesadilla para el personaje.

Con Hugo Arana y Adriana Aizemberg, elegimos a los mejores. Y las participaciones especiales, como por ejemplo la de Julieta Díaz, la descose, armamos un dream team, está Adrián Suar, tuvo un gesto genial, él me pidió estar, se adaptó a todo, al vestuario, a la propuesta, se divirtió, es un personaje buenísimo, porque lo que hizo es algo muy representativo para los comediantes.

 

El trabajo, la libertad y la familia

Dos libros, muchísimas obras de teatro, stand up, el reemplazo de Jorge Guinzburg en La Biblia y el Calefón, un show de entrevistas a dibujos animados, incursiones televisivas, el estrecho vínculo de la radio de todas las tardes, todo lo fue posicionando a Sebastián Wainraich como uno de los referentes del humor y la conducción local.

La ficción le tenía reservadas participaciones en series, en algún programa de cable pero y en el protagónico de Una noche de amor, pero Casi Feliz es un proyecto que condensa lo mejor de todos los universos del cómico. “Hubo mucha libertad para trabajar y el feedback con Netflix siempre fue respetuoso y puntual con los guiones, con comentarios que aportaban, no destruían, nos sugerían caminos, actores y actrices”.

En la serie asistiremos a un fresco generacional sobre un hombre de 40 años, que sin crisis por su madurez, pero sí con crisis diarias por otras cuestiones, termina por configurar un antihéroe con el que el espectador rápidamente se identificará y reirá y llorará en cada capítulo. Además de los invitados especiales algunos “familiares” de Wainraich y el director mismo participan del proyecto. “A Dalia Gutman la elegimos porque cerraba, no era casual, Hernán manejando el taxi, nuestros hijos, sabíamos que podían funcionar ahí, y ya está, no hicimos tanto nepotismo. Los que actuaron lo hicieron porque sabían y también porque eran guiños”.