Entrevista Exclusiva

Señorita Bimbo: “La sexualidad no tiene talles ni reglas”

María Virginia Godoy, conocida popularmente como Srta. Bimbo, se abrió paso en los medios a fuerza de talento e ideas que ayudan a deconstruir prejuicios y mandatos.

La multifacética Srta. Bimbo no para ni por la cuarentena. Al exitoso ciclo radial que conduce junto a Malena Pichot, se le suma su ardiente participación en Sex virtual (que suma nueva edición el 17 de julio), uno de los fenómenos online de la pandemia.

Diario Hoy dialogó con la actriz, comediante y conductora radial, para profundizar conceptos que exigen una revisión.

—¿Cómo estás viviendo esta situación?

—Muy agradecida, tengo lo básico que una persona necesita para estar bien y atravesar el momento y dedicarme a la exploración personal, a meter las energías en Sex y otras cosas. Es supermilagroso tener trabajo de lo que hacemos y sin funciones tener público mirándote igual. Agradecida que la gente invierta sus pesos en este momento en volar con la cabeza y calenturrearse un poco.

—¿Cómo te llegó la propuesta?

—Había trabajado con José María Muscari hace 10 años y el año pasado él ya quería que esté en Sex físico, y yo tenía compromisos con el stand up. Me convocó para esta oportunidad y le dije que sí, primero porque al trabajo en pandemia no se le dice que no y además porque la propuesta iba con este tiempo, desde el Gobierno se dijo sexting. Estamos con un nivel de entrega muy grande, no es mostrar cuerpos, el sexo es la excusa para hablar de cosas humanas, todos entusiasmados, hay magia y sinergia como si todos estuviéramos en el teatro, pero cada uno en su casa.

—Pasada la pandemia ¿te animarías a sumarte al Sex físico?

—Sí, más allá de mí, yo individua, está bueno que hablando de sexo haya otros cuerpos, Sex tiene mucha diversidad, ni todos los cuerpos son blancos, tienen 20 años, o son de un género determinado. Está bueno que haya un cuerpo gordo, la sexualidad es humana y no tiene ni talles ni reglas, como nos intentan decir en los medios y en el imaginario de cómo nos inventan la sexualidad.

—Los primeros memes de la pandemia eran sobre los kilos que se iban a ganar en cuarentena ¿por qué crees que sigue persistiendo esta obsesión por el peso?

—Es muy de este país, la verdad, visité algunos lugares y la mirada sobre el cuerpo ajeno es muy de porteño. Con el colectivo de las personas gordas todavía no se entiende, y se lo asocia a ideas y un imaginario de qué es ser gordo, de desidia, de que es tu culpa, y que no importe tanto y que seamos el chiste y el miedo de mucha gente. En redes hay activistas, modelos plus size, personas gordas que muestran su cuerpo y lo acompañan con mensajes de aprobación y conquistas de su propio territorio, está en la conversación, pero en el mundo allá afuera la ropa sigue sin entrarnos. Las miradas, los tratos, ir a buscar un trabajo.

Hay gente que no sabe o no entiende lo que es la buena presencia, a la gente muy morocha no le basta ir a buscar trabajo estando bañado y con una buena ca­misa, es otra cosa de lo que hablan. Sigue siendo un mundo y una ciudad muy cruel con las diferencias y con el colectivo gordo, no se termina de entender el daño que le hacen a mucha gente, inclusive más allá de su peso, porque le pasa a todos los cuerpos, de sentir la presión de cómo tienen que ser, hasta los flacos reciben sus castigos.

En otros lugares no pasa, si bien la dieta es un negocio mundial y también el control de las personas sobre cómo se ven, podés ir a la playa y que no se den vuelta y te griten o digan cosas.

Cuando la instalan en polémicas

—¿Te divierte cuando en la televisión crean polémicas sobre lo que dicen en el programa de radio?, ¿o te cansa?

—En el stand up yo no hablo de nadie más que de mí y me río de las circunstancias de mi vida. En Furia bebé hace cuatro años que nos reímos de todo, de cosas y gente que materializa cuestiones en las que no estamos de acuerdo, que básicamente es sostener el status quo.

La televisión es muy firme al decirnos cómo tiene que ser nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestras relaciones, el éxito, el trabajo, lo lindo, lo feo... y nos reímos, porque es muy anacrónico, nos reímos del star system, no de una persona puntual, sino de lo que representan.

No me divierte verme ahí, si quisiera estar en la tele u otro lugar, lo haría. Pero todo lo que aparece no me gusta, lo que hay para un personaje como yo, las cosas que cuenta un cuerpo gordo en tele.

Y no me gusta verme en ese tipo de cosas que son básicamente: cuarentena, no hay contenido y no hay de qué hablar. Nos representa en ese mundo de lo políticamente incorrecto con falsas ideas, por ejemplo con la idea de que ser sorora es no poder reírse de lo que te causa gracia, porque es alguien de tu mismo género.

“Lo que más me gusta es desvanecerme dentro de un personaje”

—¿Te gusta hacer cine?

—Claro, es para lo que me formé, aunque no soy para nada académica. Estudié teatro desde los 16, tuve grandes maestros y este trabajo te hace diversificar, pero lo que más me gusta hacer es desvanecerme dentro de un personaje, existir de otra manera y actuar. Y en la película de este año, Hacer la vida, tuve un personaje largo. La directora Alejandra Marino es un amor, tuve a Luisa Kuliok de madre, a Joaquín Ferrucci de galán, el niño, todo angelical. Y el equipo, mucho equipo femenino, es una gran victoria, porque antes sólo veías mujeres en maquillaje y vestuario.

Ojalá aparezcan más cosas, más historias, pero no me gusta hacer cualquier cosa, prefiero no pagar las expensas hasta que aparezca algo que haga pensar, y realmente para los cuerpos que no somos la norma las historias que nos proponen son realmente una porquería y por eso no hago el esfuerzo siquiera de ir a un casting.

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