“Tienen a la cumbia como una mala palabra”
Uriel Lozano, excantante del grupo Trinidad y actual solista, habló sobre los prejuicios referidos a la movida tropical. Además, dio detalles de su amistad con Leo Mattioli y adelantó el show que esta noche brindará en la ciudad
Nacido y criado en Santa Fe, Uriel Jesús Lozano siempre fue un aficionado al canto y a sus 13 años debutó en la formación tropical Ritmo Latino, en la cual permaneció hasta 1997. Tiempo después dejó la banda para probar suerte en otro proyecto musical y así comenzó a trabajar como voz principal del grupo Swing.
En el año 2000, Leo Mattioli abandonó el grupo Trinidad para lanzarse como solista. Este hecho fue un golpe de suerte en la incipiente carrera artística de Uriel, quien pasó a liderar la famosa formación dedicada a la cumbia romántica. Así fue como recorrió los escenarios de todo el país interpretando inolvidables hits como Pechos calientes y Después de tí, entre otros.
Tras un tiempo considerable en Trinidad y habiendo incrementado sus dotes como frontman, Uriel cambió el rumbo de su carrera y dio sus primeros pasos como artista independiente. Gracias a su esfuerzo y perseverancia logró instalarse como un gran referente de su género, enamorando a las mujeres de todas las edades.
En una charla con este medio, el intérprete se refirió a su trayectoria artística. Además, habló sobre el concierto que dará esta noche, en 49 entre 6 y 7.
—A pesar de que ocupaste el lugar que dejó Leo Mattioli en el grupo Trinidad, ustedes lograron entablar una gran amistad…
—Cuando me hice solista tuve varios palos en la rueda. Leo Mattioli fue quien levantó el teléfono para que me dejaran entrar a un famoso canal, porque no me permitían hacer presentaciones allí. En ese momento sucedían cosas raras, no podía comprenderlas porque era chico y nuevo. Me hacían sentir que molestaba y me ponían trabas en muchos lados. Después empecé a trabajar con Leo en sus oficinas, al tiempo nos peleamos, como en una relación de novios, y nos distanciamos. Un día llamé a su casa, hablamos por teléfono durante una hora y quiso que nos viéramos para charlar personalmente. Acordamos que íbamos a grabar un disco, me invitó a una de las fechas que hizo en el Gran Rex por motivo de su cumpleaños y para eso armé un tema para que cantáramos juntos. Lamentablemente después pasó lo que pasó y que nadie esperaba.
—Cuando te iniciaste como solista, comenzaron a llamarte “El Gran Señor”, ¿a qué se debe ese mote?
—Creo que es por las canciones que escribo, por los temas románticos que hago. “El Gran Señor” es un apodo muy fuerte, considero que el único Gran Señor es Dios. Sucedió una vez que, antes de lanzar un disco, le íbamos a poner en la tapa “Uriel Lozano, El Gran Señor” y justamente me negué porque para mí es un mote demasiado grande.
—Tiempo atrás declaraste que “había muchos prejuicios en la movida tropical”, ¿qué quisiste decir con esta expresión?
—Aquel que no escucha cumbia considera que Los Palmeras o Los Pibes Chorros son lo mismo, pero no es así: son públicos diferentes, uno más familiar que el otro. Tienen a la cumbia como una mala palabra, la miran de reojo, como si fuera “grasa”. La gente que no escucha este género piensa que los que nos dedicamos a esto vivimos en una villa con cuatro chapas, y no es así para nada, sino todo lo contrario.
—Tenés una carrera exitosa y realizás shows cada fin de semana, ¿cómo congeniás el trabajo y el tiempo para dedicarte a tu familia?
—Primero, haciendo las cosas con responsabilidad, respetando al público, a los fanáticos que hacen posible que uno esté vigente. Estoy separado desde hace muchos años, y si bien no le echo la culpa a la música, algo de la carrera tuvo que ver en la ruptura con mi exmujer. Empecé desde muy chico y tuve a Gerónimo, mi hijo mayor, cuando tenía 18. Entonces no estaba nunca en mi casa y, cuando llegaba, dormía. Todo esto tuvo que ver en el desgaste de la pareja. Por todo lo que viví, siempre les digo a los músicos que hay que cuidar a la familia porque es sagrada. Es la que siempre está y la que te apoya. Ahora tengo una excelente relación con la mamá de mis hijos y ellos están bastante tiempo conmigo.
—Esta noche vas a brindar un show en La Plata, ¿cómo te preparás?
—Cada vez que venimos la pasamos muy bien. Además, estamos preparando los festejos de mis 18 años de carrera, que se cumplen en octubre próximo. Vamos a hacer unas fechas en el Teatro Premier de Buenos Aires y vamos a tirar la casa por la ventana. En esas fechas, vamos a pasar por todos los discos y así recorreremos los temas más clásicos, como Pechos calientes, Conmigo te gustó y Tu mujer en mi cama, entre otros. Por más que te quieras desviar, la gente los pide y no podés decir que no.