Un intérprete con altura: de Los locos Addams a Twin Peaks

Carel Struycken se convirtió en actor porque la gente quedaba impresionada con su estatura, logrando realizar una exitosa carrera. En una charla íntima habló de sus ganas de hacer más comedia y la película que estrena el viernes

Aunque nunca tuvo una fuerte inclinación por la actuación, su estatura lo terminó llevando a convertirse en una cara conocida en la industria del cine. Con sus 2,13 metros, Carel Struycken llamó la atención de varios de los productores con los que trabajaba en las oficinas de producción, quienes constantemente le pedían que participara en sus películas.

Así, el hombre nacido hace casi setenta años en Holanda comenzó una carrera en la que incluyó participaciones en obras icónicas como Hombres de negro y Star trek: the next generation. En una charla íntima con Hoy, Struycken habló de su carrera, de sus ganas de hacer más roles cómicos y, por supuesto, de sus actuaciones en Los locos Addams y Twin Peaks.

—Twin Peaks acaba de terminar, ¿qué significa esta serie para vos?

—Fue una de las experiencias más increíbles en las que estuve. Creo que tiene momentos muy buenos que no se habían visto nunca antes, soy un fanático de David Lynch. Fue un honor y un placer haber sido parte de Twin Peaks.

—¿Habrá otra temporada?

—Nadie lo sabe, creo que ni siquiera David Lynch. También hay que ver si alguien lo va a financiar, o si Showtime (la cadena que produjo el regreso) quiere más capítulos. Se hace muy difícil ser un realizador en estos días, porque las restricciones económicas son muy grandes. Además, la gente que invierte muchas veces quiere influir en las decisiones.

—¿Te gustó el final?

—Fue una buena forma de terminarla, aunque particularmente no me gustó el último episodio, con esa escena eterna de Cooper (Kyle MacLachlan) manejando en un camino oscuro. Pero creo que el momento final, cuando nos damos cuenta de que no sabemos dónde estamos ni en qué línea temporal transcurre todo, es un buen cierre.

—Vas a estar en Gerald’s game, una película basada en la obra de Stephen King. ¿Qué pensás de todas las adaptaciones que hay de historias del maestro del terror?

—Está It, que es un gran éxito y para muchos fanáticos de Stephen King fue un momento en el que por fin volvieron a tener una buena adaptación de su obra, porque no hubo muchas cosas bien hechas en los últimos años. Con respecto a Gerald’s game no puedo contar mucho, porque desde hace unos años, antes de hacer una audición, nos hacen firmar un acuerdo de confidencialidad. Pero puedo decir que incluso estando en el set lo que pasaba te daba miedo. 

—Uno de tus grandes roles fue en Los locos Addams. ¿Cómo fue trabajar en esas películas?

—Fue un grupo de actores fantástico, siempre recuerdo a Raul Julia (Homero, uno de los protagonistas). Las grabaciones tomaban muchísimo tiempo, porque para cada toma tenían que preparar la iluminación, nos llamaban a nosotros, y después tenían que volver a acomodar las luces. Tardaban una eternidad. Fue una película muy lenta para hacer, porque había muchos efectos especiales y no había mucha animación por computadora, todo se tenía que hacer de manera mecánica para que pareciera real. A veces estábamos hasta veinte minutos esperando que prepararan el set, y Raul se ponía a cantar. Tenía un repertorio muy amplio, nunca cantó un tema dos veces.

—¿Habías visto a Ted Cassidy interpretando tu personaje (Largo) en la serie de la década de los 60?

—Crecí en el Caribe y no se pasaba mucho el show. Después de que me mudé a los Estados Unidos, en 1975, vi algunas reemisiones. Creo que yo me parezco más a Largo (risas). El programa de TV hizo su propio camino, y por eso Largo decía cosas cada tanto. En la película querían que se pareciera más al dibujo original que salía en el diario The Newyorker, así que nunca dije nada. 

—¿Y con respecto a Hombres de negro?

—Fue un gran guión. Me llamaron para algunas escenas, no eran muchas, una en algo que se suponía que era como un hall de inmigración para extraterrestres. Era increíble, creo que me dijeron que fue el set más caro que habían hecho hasta ese momento. Además, me resultó muy divertido trabajar con Barry Sonnenfeld otra vez (lo había dirigido en Los locos Addams).

Sus sueños detrás de cámara

Más allá de que hoy se desempeña como intérprete, el verdadero sueño de Carel Struycken pasa por la escritura y la dirección. De hecho, esa fue la verdadera razón por la cual decidió estudiar cine en Ámsterdam. “Nunca me interesó la típica historia de Hollywood. Sería muy interesante hacer algo como el octavo episodio de la última temporada de Twin Peaks ”, le aseguró a este medio. Struycken se refiere a un episodio que, más allá de explicar el origen de la historia que da lugar a la trama en Twin Peaks, es una pieza experimental que se centra más en lo estético y artístico.

—En la mayoría de tus roles, la altura es muy importante para el personaje. ¿Tu estatura fue una ayuda o un obstáculo?

—No estaba hecho para ser un actor, yo quería hacer cosas en las películas, y por eso trabajé en producción, editando, o con efectos especiales. Cuando llegué a Hollywood, todo el tiempo me pedían que participara en sus películas, por lo general porque era alto. No me molestaba tanto, porque no quería ser intérprete, no era mi ambición. Es algo que empecé a disfrutar cuando comencé a hacerlo y aprendí los trucos. No me molesta tanto que me encasillen con los personajes, pero me gustaría hacer más comedias.

—Si no querías ser actor, ¿cuál era tu sueño?

—Me acuerdo todos los sueños. Entre los 5 y los 6 quería ser geólogo, de los 8 a los 12, arqueólogo, y después de eso, biólogo. Tiene sentido: fui de lo inanimado, las piedras, a la antigüedad, después a las cosas vivas con la biología, y finalmente terminé en las películas. Cuando tenía 17 me interesé cada vez más en la industria del cine y fui a estudiar a Ámsterdam. También me acuerdo de que a los 4 quería ser un bombero.

—Gracias a Lynch fuiste bombero (así se llamaba su personaje en Twin Peaks)…

—(Risas) Sí, no lo había pensado así.

—¿Estuviste alguna vez en la Argentina?

—Tengo parientes en Santiago de Chile, pero nunca fui a la Argentina, me gustaría ir algún día. De hecho, mi esposa pasó su infancia en Buenos Aires, es doctora y habla español de manera fluida.

Gerald’s game, otra adaptación de Stephen King

De la mano de Netflix, Stephen King sumará una nueva adaptación a su extensa lista. En esta oportunidad, la plataforma que lidera el servicio de streaming se encargó de producir una película basada en Gerald’s game, una historia en la que una pareja se recluye en una cabaña para disfrutar de un tiempo en soledad.

Para ponerle un encanto extra a sus relaciones sexuales, Gerald (Bruce Greenwood) esposa a su mujer (Carla Gugino) a la cama. Sin embargo, las cosas no salen como lo esperaban ya que el hombre fallece de manera inesperada, dejándola atrapada y desatando esta historia de terror dirigida por Mike Flanagan, en la que también actúa Carel Struycken.

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