Temporada Mar del Plata 2018
Valentina Bassi: “Desde la comedia es más fácil entender las relaciones humanas”
Así definió la artista el plus que tiene El ardor, el éxito de la cartelera de “La Feliz” que protagoniza junto a Luciano Cáceres y dos jóvenes promesas actorales
Enviados especiales
Cuando aparece Valentina Bassi en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, provoca querer preguntarle si bajó del DeLorean de Volver al futuro y llegó desde la década del 90, porque luce tan joven que parece como si hubiera pasado muy poco tiempo desde el estreno de El caso María Soledad. En ese filme dirigido por Héctor Olivera en 1993, la intérprete debutó en el cine a sus 19 años. La emblemática cinta desnudó las miserias semifeudales de la clase política y dirigencial catamarqueña que derivaron en el femicidio de María Soledad Morales, el personaje que Bassi interpretó.
Hoy, a sus 45 años, es una madre que luce una sonrisa tan presente como el compromiso que le dio haber aprendido en ese filme la importancia de visibilizar las injusticias. Por eso, en una Mar del Plata convulsionada por la prisión domiciliaria otorgada al represor Miguel Osvaldo Etchecolatz, la intérprete chubutense no dudó en opinar: “Voy a todas las marchas que puedo porque tiene que estar preso. Es un genocida y cometió crímenes de lesa humanidad. No dice dónde están los hijos de desaparecidos y lo sabe. No dice dónde está Julio López y lo sabe. Tiene que estar preso, en Mar del Plata o Buenos Aires, pero preso. Es una figura muy emblemática del genocidio como para que esté libre”.
La charla con diario Hoy fue tan descontracturada como su relación con el cineasta Ulises Rosell, con quien está en pareja desde hace unos 16 años en los que, a mitad del camino, trajeron al mundo a Lisandro, su hijo de ocho. Quince años después de conocerse en Toulouse, Francia, y flecharse mutuamente, trabajaron juntos por primera vez en el filme Al desierto, una de las grandes producciones nacionales de 2017, donde su marido la dirigió.
Esta familia difiere bastante de la que forma en El ardor junto a Luciano Cáceres y Santi Magariños, la cual, con la llegada de un primo entrerriano interpretado por Joaquín Berthold, verá aflorar lo peor y lo mejor.
—¿Qué pensás de El ardor?
—Me tiene contenta y relajada. Es una obra de Alfredo Sttafolani y mi personaje es la madre de una familia disfuncional que hace lo que puede, que es muy poquito. Ella no le encuentra la vuelta a la relación con su hijo, su marido y su vida, y toma vino todo el día. Se la ve feliz, pero por dentro no lo está. Con la llegada de un primo de afuera explotan todas las emociones y el ardor interno.
—¿A qué reflexión llama esta comedia dramática?
—Muestra cómo es una familia. Si bien estos personajes son un desastre, tienen mucho de todos nosotros, hay catarsis y espejos donde nos vemos. Aunque está subrayado lo disfuncional en esta familia en particular, la problemática nos atraviesa a todos y desde ahí se produce la identificación, desde el humor, que es mucho más divertido, más sencillo. Se produce una identificación importante y fácil.
—¿Por qué le recomendarías al público que se acerque al teatro a verlos?
—Es súper entretenida, se van a divertir y reír. A mí me conmueve, a la gente ojalá también. Desde la comedia es mas fácil entender las relaciones humanas.
—En tu familia, ¿cómo resolvés trabajar a la noche en el teatro y pasar el día con tu hijo Lisandro?
—Él ha crecido, lo tengo en la playa. Por eso me gusta la temporada en Mar del Plata, porque a él le gusta el mar. Me vuelvo un poco loca con el doble comando, pero él está muy contento. Nos quedamos todo enero, así que de noche es hacer teatro y de día, playa.
—Hace poco estrenaste una película con tu esposo, Al desierto. Ahora volviste a las tablas en Mar del Plata, ¿cómo elegís los trabajos?
—Siempre estoy trabajando, pero necesito ir de a poco, no puedo atosigarme de trabajo. Si hago televisión no hago teatro. Al principio me pareció que eso no podía ser con el trabajo del actor, que hay que aprovechar el momento, hay que hacerlo todo. Pero después me di cuenta de que no, que encontré un equilibrio y voy tranquila. Pero me encanta trabajar y esta obra me fascina. Además, que sea en Mar del Plata también, porque me traje a toda la familia.
—¿Ya tenés planes para el año?
—Voy de a poco. Ahora estoy con esto, que ojalá siga en Buenos Aires, o bien en una gira. Me gusta mucho la obra y nos queremos mucho todos los que participamos. No quisiera que termine en febrero, sería muy triste.
